¿Por qué se cayó una parte del muro de Trump en Mexicali?
Las barras de acero del muro del presidente Donald Trump no son tan resistentes. A mediodía del miércoles, fuertes ráfagas de viento derribaron al menos 15 fragmentos de la barda metálica que se erige entre Calexico y Mexicali.
Los es de acero, de más de 30 pies (nueve metros) de altura, comenzaron a inclinarse hasta desplomarse entre 15 y 30 metros del lado mexicano de la frontera.
La sección de la pared metálica estaba en construcción en ese momento, con anclajes de hormigón en su lugar. Pero los fuertes vientos derribaron las estructuras, antes de que el concreto se hubiera fraguado, según informes y fotografías.
“Afortunadamente, las autoridades mexicanas respondieron rápidamente y pudieron desviar el tráfico de la calle cercana”, dijo el agente de la patrulla fronteriza Carlos Pitones, al diario Los Angeles Times. “Los es fueron recuperados del lado mexicano y reconstruidos nuevamente”.
Pitones indicó que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) trabajará con el contratista para mitigar el impacto de los fuertes vientos a medida que la construcción continúa.
Ceceña indicó que la estructura metálica no es una barda nueva, sino una “remodelación”.
“El cerco siempre ha estado ahí; lo que sucede es que esa parte de la frontera estaba cubierta solamente con lamina, y cerca de la garita central era una valla tubular, pero de menor tamaño”, dijo. “Pero aun con esta nueva barda la gente siempre va a buscar maneras de poder cruzar el cerco; le subieron tres metros más y ya ha habido gente que ha cruzado con escaleras o un arnés; también se han podido atravesar las partes donde instalaron alambres de púas, aun con la estricta vigilancia de la Patrulla Fronteriza”.
La sección del muro en la frontera Calexico-Mexicali es parte de un esfuerzo de construcción más amplio por parte de la istración Trump para mejorar la barrera fronteriza con México, de más de 1,950 millas (3,000 km) de largo.
La construcción de un nuevo muro fue una parte importante de la campaña presidencial de 2016 de Trump y ha amenazado con convocar una emergencia nacional para obtener los $ 5,700 millones en fondos federales que, según él, son necesarios para construir su “hermoso” muro.
Trump, sin embargo, ha retrocedido en la escala de sus ambiciones de construir un muro de concreto, en lugar de enfocarse en construir una barrera donde actualmente no hay nada en la frontera.
“La obsesión del presidente Trump con el muro no tiene nada que ver con seguridad. No en EEUU ni en México”, dijo Pili Tobar, portavoz de Americas Voice, una entidad crítica de la construcción del muro. Es un símbolo de su estrategia política racista que busca asustar a la gente y hacer creer a los estadounidenses que los inmigrantes vienen a este país solo a lastimarlos. Este muro ya le ha costado muy caro a los contribuyentes y debemos asegurarnos que ni pone en peligro la vida de los mexicanos en la frontera”.
Juan José Gutiérrez, presidente de One Stop Immigration Center de Los Angeles dijo que la caída del muro “es una señal de que contra la naturaleza nadie puede y que los flujos migratorios también son naturales cuando los seres humanos sigan muertos de hambre en sus países, amenazados de muerte por la violencia y subsistan en condiciones de un terrible temor y miedo de que ellos o sus familiares puedan sufrir algún daño en su integridad física”.
“El camino más natural que ha seguido la humanidad a través de la historia es que las familias huyan a donde se sienten sanos y seguros, y donde tengan la posibilidad de llevar pan a la mesa y dar de comer a sus hijos; esos cauces no los va a detener ningún muro ni en el norte ni el sur” añadió Gutiérrez. “Tanto el presidente Trump como en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador tienen que hacer lo correcto y atender las necesidades de miles de personas y no tratar de detener este flujo porque los migrantes no hacen más que buscar donde ponerse a salvo”.
