Cómo fue el hundimiento del Titanic y por qué el accidente sigue causando fascinación más de un siglo después
Hace más de 111 años que el Titanic chocó con un iceberg en el Atlántico y se llevó consigo a casi 1,500 personas, dos terceras partes de todos sus pasajeros, el 15 de abril de 1912. Le decían “El insumergible”, pero el mote se hundió con él.
La historia del Titanic ha inspirado libros, documentales, videojuegos, musicales y películas, incluida la cinta homónima de James Cameron, que se convirtió en una de las más taquilleras de la historia y ganó 11 premios Óscar.
“Es una historia insuperable: el barco más grande del mundo en su viaje inaugural, que se supone que es insumergible y en el que viajan ricos y famosos, y que termina chocando con un iceberg y se hunde”, señaló Don Lynch, un historiador especializado en el Titanic, a The Washington Post.
La fascinación colectiva por el Titanic ha permanecido intacta por más de un siglo.
hizo implosión cuando se dirigía al lecho marino donde reposan los restos del transatlántico, ha traído de nuevo la pregunta: ¿por qué existe ese interés?
¿Cómo fue el hundimiento del Titanic?
El Royal Mail Ship Titanic (o RMS Titanic) fue un buque que ganó atención mediática mucho antes de que tocara el agua. Se elevaba hasta 32 metros de altura sobre la superficie y contaba con una eslora de casi 260 metros (la longitud de más de dos campos de fútbol).
Su construcción fue planeada en 1907 por encargo de la compañía White Star Line y su lujoso interior atrajo la atención mediática: su primera clase tenía un gimnasio, una piscina, salones para fumar, restaurantes y cafés, un baño turco y lujosos camarotes. También tenía un telégrafo, la vanguardia en la comunicación de la época.
El barco zarpó el 10 de abril de 1912 de Southampton, Inglaterra, con destino a Nueva York, con unas 2,200 personas a bordo. El viaje prosiguió hasta la noche del 14 de abril, en medio de un clima extremadamente helado y un océano tan calmo que “parecía vidrio, las estrellas se reflejaban en la superficie”, según recordó Archibald Gracie, uno de los sobrevivientes de la tragedia. Ahora se sabe que ese efecto es una señal de la presencia de hielo sobre el mar.
La tecnología con la que contaba el Titanic no fue suficiente para advertir a su capitán y su tripulación de la presencia de icebergs, pese a que varios barcos se lo informaron. Historiadores suponen que errores de logística impidieron que el mensaje llegara a sus manos. La noche de ese 14 de abril el destino del transatlántico quedó sellado: chocó con un iceberg.
El Titanic llevaba solo la mitad de los botes salvavidas necesarios para rescatar a todos los pasajeros (y una tercera parte de lo que habría requerido de estar al 100% de su capacidad). Más de 1,500 personas murieron ahogadas con él.
Entre los pasajeros del Titanic estaba John Jacob Astor, uno de los hombres más ricos del mundo en la época con una fortuna de más de $87 millones, lo que en la actualidad equivaldría a unos $2,600 millones. También estaba el multimillonario Benjamin Guggenheim, Isidor Straus –propietario de Macy’s– y Archibald Butt, colaborador de los presidentes Teddy Roosevelt y William Taft.
También viajaban cientos de inmigrantes provenientes de Irlanda, Italia, Turquía, Siria y Hong Kong, entre otros países. La más pequeña de los pasajeros, Milvina Dean, viajaba con sus padres cuando tenía solo nueve semanas de edad. Logró escapar con su madre y hermano, pero su padre murió en el naufragio.
¿Por qué la tragedia del Titanic ganó atención desde el inicio?
El hundimiento del Titanic se convirtió en el equivalente de inicios del siglo XX a una “noticia viral”: el telégrafo recién había comenzado a usarse y fue por ello que la tragedia se conoció a una velocidad inusitada hasta entonces.
“El telégrafo Marconi estaba a bordo del Titanic”, señaló Ole Varmer, de The Ocean Foundation, a ABCNews. “Y este fue probablemente el primer naufragio en el que murió una cantidad tan grande de personas, algunos ricos y famosos, y la noticia se extendió por todo el mundo”.
El hundimiento del Titanic coincidió con los primeros años del telégrafo, la radio y la fotografía periodística, y eso permitió que su historia, y la de sus pasajeros, fuera divulgada con velocidad.
La noticia del naufragio fue transmitida con una rapidez inédita. “Fue uno de los grandes momentos de los primeros años de la radio”, comentó Robert Thompson, director fundador del Bleier Center for Television and Popular Culture en la Syracuse University, a ABCNews. “Era una historia gigante”.
La cobertura de la tragedia también fue una de las primeras en identificar los rostros de las víctimas. “Es uno de los pocos desastres que tuvo tiempo de desarrollar todo el drama de las elecciones humanas”, explicó Stephen Cox, profesor retirado de literatura en la Universidad de California en San Diego, a The Washington Post.
Los detalles de la tragedia han quedado impresos en la memoria colectiva: el rescate de niños y mujeres, la banda que siguió tocando hasta el final y los esfuerzos infructuosos de algunos sobrevivientes que querían volver y rescatar a otros de los pasajeros.
El interés era tal que la primera película inspirada en la tragedia, un filme mudo del que no se conservan copias, se estrenó solo un mes después del hundimiento, recordó Thompson. “El Titanic ha estado en la cultura popular desde la noche que se hundió”.
Titanic: una cobertura mediática inédita para la época
Una de las razones por las que la tragedia se distinguía de otras similares fue el tiempo que duró la agonía del barco, añadió Cox. “Por lo general, si un barco se va a hundir, se hunde bastante rápido. El hundimiento del Titanic duró dos horas y 40 minutos, lo que dura una obra de Shakespeare”.
La lentitud permitió que las personas que recibieron la noticia de que el barco estaba hundiéndose se enteraran con la mayor velocidad que permitía en la época, pues l as radiodifusoras lograron interceptar los mensajes de SOS que enviaba el agonizante buque.
Algunos de los pasajeros del Carpathia, que rescató a los sobrevivientes, lograron tomar fotografías al igual que los periodistas que esperaban su llegada a Estados Unidos.
Craig Sopin, un historiador estadounidense especializado en el Titanic, contó a ABCNews que comenzó a interesarse en su historia gracias a un antiguo recorte de periódico. Ahora cuenta con una colección de más de 400 objetos de memorabilia del barco.
"Cada vez que obtenía algo, aprendía algo nuevo sobre el barco”, relató. “Tiene muchos ángulos distintos: la construcción del barco, la publicidad, el barco en sí, los pasajeros, la tripulación, la radio inalámbrica... Es muy difícil no apasionarse por el barco”.
“Ya sabemos que el Titanic chocó contra un iceberg y se hundió, pero hay mucho más que aprender al respecto casi todos los días, se revela algo nuevo sobre el barco, sus pasajeros o la tripulación”.
Ese interés se mantiene vivo al día de hoy y era uno de los principales motores de OceanGate, la compañía responsable de la malograda travesía del Titán. Parte del costo del recorrido que pagaron sus pasajeros ($250,000) era para pagar nuevas expediciones de investigación sobre el barco.
James Cameron, director de la película estrenada en 1997 y quien ha participado en más de 30 travesías hasta el fondo del océano, dijo en una entrevista a The Washington Post en 2005, el motivo de su propio interés.
“Hay placas en los campos de batalla, pero estos sitios, bajo el agua, quedan congelados por el tiempo. Cuando los visitamos, podemos tocar la historia”, afirmó.
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