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    Tiroteos

    Un exinfante de Marina mata a cuatro personas en Florida, incluyendo a una madre con su bebé en brazos

    El alguacil del condado de Polk, Grady Judd, explicó que el detenido, de 33 años, parecía sufrir problemas de salud mental y que en las últimas semanas había dicho a su novia que podía hablar directamente con Dios.
    5 Sep 2021 – 06:00 PM EDT
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    Un exinfante de la Marina mató este domingo a tiros a cuatro personas, entre ellas a una madre que llevaba a su bebé de tres meses en brazos. Los hechos ocurrieron en Lakeland, Florida, y el sospechoso se encuentra bajo custodia de las autoridades.

    El alguacil del condado de Polk, Grady Judd, explicó que el detenido, identificado como Brian Riley, de 33 años, parecía sufrir problemas de salud mental y que en las últimas semanas había dicho a su novia que podía hablar directamente con Dios.

    El hombre, fuertemente armado, intercambió “cientos de rondas” con la policía, de acuerdo con el reporte de la agencia AP. Las autoridades dijeron que las cuatro víctimas mortales eran la madre de 33 años junto con su bebé de 3 meses, la abuela de la criatura, de 62 años, y un hombre de 40 años.

    Una niña de 11 años resultó herida y fue traslada por aire a Tampa. A pesar de haber recibido siete disparos se espera que se recupere, dijo el el sheriff. El perro de la casa también fue asesinado.

    El detenido participó en las guerras de Irak y Afganistán; y, de acuerdo con Judd, atacó a la familia por azar, ya que no existía ningún vínculo entre ellos.

    De acuerdo con la evidencia preliminar, el hombre se había topado con el residente Justice Gleason mientras este recortaba el césped en su vivienda el sábado en la noche. Según las autoridades, Riley pasaba por allí y detuvo su vehículo para decirle al hombre que Dios le había ordenado que se detuviera porque la hija de Gleason iba a suicidarse. Otra persona intervino y le dijo a Riley que eso era mentira y que se fuera o llamarían a la policía, dijo Judd. Agentes fueron al lugar en ese momento, ante la denuncia de una mujer de la vivienda, pero no lograron dar con él.

    Luego, unas nueve horas más tarde cuando eran cerca de las 4:30 de la madrugada, el sospechoso regresó vestido con ropa de combate y colocó unas barras luminosas que conducían a esa casa en un intento por "emboscar" a los policías, agregó Judd. A la distancia, un agente escuchó disparos y puso en alerta a las fuerzas de seguridad.

    "Los maté de todos modos"

    Al llegar, encontraron al hombre frente a la casa, desarmado y vestido de camuflaje. Su vehículo estaba en llamas. Al ver a la policía Riley corrió hacia el interior de la vivienda y fue entonces cuando los policías escucharon otra ronda de disparos, "un grito de mujer y el llanto de un bebé", detalló Judd.

    Los oficiales intentaron entrar por el frente de la casa, pero no lo consiguieron. Cuando rodearon la parte de atrás, se encontraron con Riley, que había completado su atuendo con una armadura de cuerpo completo que incluía protección para la cabeza y las rodillas y un chaleco antibalas.


    Las autoridades intercambiaron fuertes disparos antes de que Riley regresara a la casa, según el alguacil.

    Una unidad de helicópteros alertó a las autoridades en el suelo que Riley estaba saliendo. Le habían disparado una vez y estaba dispuesto a rendirse. Los oficiales escucharon gritos de ayuda dentro de la casa, pero no estaban seguros de si había más atacantes y temían que la casa tuviera una trampa explosiva.

    Los agentes enviaron robots a la casa para verificar si había explosivos y otras trampas. Cuando pudieron ingresar, encontraron a la madre y al bebé no identificados, a Gleason y al perro, todos muertos por heridas de bala. La abuela del bebé también fue encontrada muerta en otra casa en la parte trasera de la primera.

    "Ellos suplicaron por sus vidas y los maté de todos modos", dijo el sospechoso durante el interrogatorio.

    Las autoridades dijeron que la novia de Riley durante cuatro años, con quien también vivía, había cooperado y estaba sorprendida, diciendo que nunca fue violento, pero que sufría de trastorno de estrés postraumático y se había vuelto cada vez más errático.

    Ella dijo que había pasado la semana anterior en una misión de Dios almacenando suministros para las víctimas del huracán Ida. “Antes de esta mañana, este tipo era un héroe de guerra. Luchó por su país en Afganistán e Irak ”, dijo Judd. "Y esta mañana es un asesino a sangre fría", matizó.

    Riley, que no tenía antecedentes penales, también dijo a las autoridades que estaba tomando metanfetaminas. Su vehículo también había sido abastecido con suministros para un tiroteo, dijeron las autoridades, incluidos kits de control de hemorragias.

    Mientras recibía tratamiento en el hospital, Riley en un momento se levantó saltando y trató de agarrar el arma de un oficial. “Tuvieron que pelear con él nuevamente en la sala de emergencias”, dijo Grady, antes de que finalmente lo amarraran y lo medicaran.

    En una actualización del tema, el alguacil del condado Polk anunció que Riley había sido dado de alta en la prisión del condado y que hará su primera aparición frente a la corte este mismo lunes.


    El hombre está acusado de cargos por tiroteo en un edificio, intento de asesinato en primer grado con arma, incendio premeditado de segundo grado, intento de asesinato en primero grado de agentes del orden, asesinato en primer grado y agresión a mano armada.

    "La gran pregunta que todos tenemos es, '¿Por qué?'", comentó el fiscal estatal Brian Haas. "No lo sabremos hoy o tal vez nunca", acotó.

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