"Que sepan que estoy vivo": gracias a un video encuentran a la familia de este mexicano que vive en las calles de EEUU hace 40 años
I
José Ruiz Zavala le habla a la cámara. Tiene una servilleta blanca en la mano, con la que se limpia el rostro. Levanta el trozo de papel blanco con pequeños gestos nerviosos y lo frota contra las arrugas alrededor de los ojos. Se está secando las lágrimas.
Zavala —pelo canoso, pocos dientes en la mandíbula de arriba, camisa azul a rayas— llora porque lo que está diciendo no es completamente motivo de alegría.
“Que sepan que estoy vivo”, es su mensaje.
Lo único bueno de su historia —lo principal, dirán algunos— es esa oración tan simple. Lograr sobrevivir, tan sencillo como suena, no es un hito menor para alguien que lleva viviendo unos 40 años en las calles de Estados Unidos.
Pero la historia de este mexicano que vive como indigente en Texas es más compleja que no haber muerto.
Zavala quedó huérfano cuando tenía un año de edad en su natal Zacatecas, perdió un hermano gemelo, vino a este país buscando algo que obviamente no encontró y no sabe, desde hace cuatro décadas, qué familia le queda en el mundo ni cómo localizarla.
II
Por eso está frente a la cámara del celular de un par de desconocidos este miércoles 13 de noviembre. El mexicano ha llegado a la organización religiosa Corpus Cristi Metro Ministries —en el sureste de Texas—, como otras decenas de homeless que reciben allí comida y refugio.
Por pura causalidad se enteró de que estaba en el lugar un grupo de voluntarios de una ONG que desde 2014 se dedica a ayudar a gente como él a localizar familiares y amigos que no ven hace años y no saben cómo encontrar.
Miracle Messages, como se llama la organización, ha logrado reunificar a más de 200 personas sin hogar con sus seres queridos, dice a Univision Noticias su director Kevin Adler.
El joven cuenta que Zavala le pidió grabar uno de los mensajes por los que esta ONG es conocida.
Así funciona: una red de voluntarios en varios estados del país filma (y luego difunde en redes sociales) un video de la persona que necesita ayuda, con datos como su nombre y el de los parientes que quiere localizar. A partir de ahí comienzan a recibir pistas. La organización envía cartas, hace llamadas y utiliza recursos que los indigentes no tienen a su alcance.
En su video Zavala no dice mucho: que tiene ascendencia india y que especula que dos de sus cinco hermanos todavía siguen vivos: Amado y Estevan. También asegura que no sabe leer ni escribir. El resto lo cuenta Adler, quien conversó un poco más con él.
“Nos dijo que creció en Zacatecas, que no fue a la escuela. Que de alguna manera se fue de allí y terminó en EEUU, donde ha vivido casi todo el tiempo como homeless. A veces visita bancos de comida y refugios. Trabaja ocasionalmente en ranchos. También nos dijo que extraña mucho a su familia y que solo recuerda sus nombres, porque no los ha visto en mucho tiempo”, dice.
Según el joven, en algún punto uno de sus empleadores lo ayudó a conseguir documentación en el país.
“A pesar de todo, dice que está agradecido por cómo la gente lo ha tratado”, agrega.
Zavala también le contó que la última vez que supo de su familia en México, vivían en un rancho de la comunidad llamada La Purísima de Arriba.
III
Le preguntamos a Adler cómo es posible que alguien pierda o con su familia por tanto tiempo, basado en su experiencia reunificando personas que, asegura, no han sabido de su gente en un promedio de 15 años.
“A veces se desconectan por vergüenza, miedo o autodesprecio, por sentir que si no les ha ido bien en la vida son un fracaso para su familia. Esto también se relaciona con adicciones y enfermedades mentales”, responde.
“Además, hay barreras tecnológicas: cuando vives en la calle no tienes a un teléfono ni a una computadora con internet. Algunos no sabrían usar esos recursos si los tuvieran”.
El estadounidense comenzó este emprendimiento inspirado en un tío ya fallecido que vivió en las calles por 30 años. El proyecto tiene como fin “terminar con la pobreza relacional en las calles”.
Un reporte de 2018 del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano reportó que ese año unas 553,000 vivían en las calles.
“En el país hay un déficit masivo de viviendas a precios asequibles”, dice Adler. “ Para suplir la demanda actual se necesitaría habilitar 7.5 millones de viviendas de este tipo”.
A esto se suma la enorme desigualdad de ingresos, “especialmente en determinadas ciudades donde el costo de la vida es exhorbitante”.
De todos los casos que han llegado a Miracle Messages, el joven dice que un 15% de las veces las reunificaciones han llevado a que la persona recupere una vivienda estable con su familia de nuevo.
El día que conoció a José Ruiz Zavala, otros como él pidieron ayuda.
"La gente regó la voz en el refugio y otros empezaron a pedir que grabaran sus mensajes. Algunos querían localizar a sus hijos ahora adultos, de los que habían perdido la custodia. Algunos querían reconectarse con hermanos y hermanas, con sus padres, con sus mejores amigos", cuenta.
IV
Menos de 48 horas después de grabar su mensaje, Amado Ruiz Zavala responde el teléfono desde su rancho en La Purísima de Arriba, Zacatecas. Amado, de 73 años, es el hermano mayor de José.
Después de preguntar por la familia Ruiz en algunos kilómetros a la redonda, un equipo de Primer Impacto localizó la casa de esta humilde familia zacatecana.
“Él se fue a buscarse la vida para allá, para aquella patria americana. Nosotros aquí nos quedamos”, recuerda Amado en una llamada con Univision Noticias.
" Yo le dije que no se fuera, que se estuviera aquí”, recuerda que conversaron hace unos 40 años. “Pero él respondió que quería ser alguien en la vida, quitarse necesidades. No sucedió así. Su destino fue muy diferente".
A él, a su hija y al resto de la familia les ha tomado por sorpresa la repentina aparición de un familiar al que por muchos años trataron de hallar sin éxito.
“Lo buscamos en Facebook, pero no encontramos nada”, nos dice Eriselda Ruiz, hija de Amado, quien también cuenta que su padre siempre le habló de su tío José.
Amado, el mayor de los cinco hermanos, dice que la historia de su familia "es larga y triste".
"Quedamos huérfanos cuando José y mis otros hermanos tenían alrededor de un año. A mí me tocó cuidarlos, dormirlos en su cuna, darles de comer, enseñarles a dar sus primeros pasos. Yo sufrí mucho con ellos y por falta de alimentos algunos se tuvieron que recoger con sus padrinos de bautismo mientras otros nos quedamos aquí con mis abuelitos. Por eso nos separamos", recuerda.
Saber que su hermano está vivo lo pone contento y triste: “Me da gusto la noticia, pero me duele imaginar cómo la debe haber pasado, sin tener donde vivir".
Eriselda dice que, a pesar de que son una familia de pocos recursos —"puros agricultiores", explica— tienen intenciones de que su tío pueda viajar de Texas a Zacatecas y establecerse con ellos si así lo desea.
"Queremos que se recoja aquí con nosotros, con la familia, que muchos no lo conocen".
Ahora el problema es que ninguno de los dos tiene los recursos para el viaje. "Veo difícil el reencuentro", comenta un poco desalentada.
El director de Miracle Messages no ha dicho cómo su organización podría ayudar en este caso concreto, pero en el pasado han ofrecido pagar los gastos de transporte de otras personas sin recursos con donaciones.
V
Es problable que José Ruiz Zavala todavía no sepa que su video funcionó.
Hasta el cierre de esta nota, nadie había podido localizarlo para decirle que al menos su hermano Amado también está vivo y que lo quiere acoger en su casa de Zacatecas.
Luego de localizar a su familia, ahora es a él a quien hay que encontrar.
Adler nos dice que se espera que el mexicano asista a la cena de Navidad que cada año Corpus Cristi organiza para los indigentes. Si no lo encuentran antes, ahí le darán la noticia.
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