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    Inflación

    ¿Se sentirá el alivio en los precios con la emergencia que decretó Trump?

    Los precios de los combustibles aparecen como un pilar clave en la estrategia de Donald Trump para desacelerar la inflación. El nuevo presidente incluso declaró una "emergencia energética nacional". Pero el contexto actual en EEUU y el mundo podrían complicar su prometido esfuerzo.
    Publicado 27 Ene 2025 – 09:08 AM EST | Actualizado 28 Ene 2025 – 04:38 AM EST
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    Donald Trump buscará un alivio a los bolsillos de los consumidores, pero una pieza clave de su plan —aumentar la producción de petróleo para bajar así el costo de la gasolina— puede tardar y su impacto ser más tibio de lo que promete su decreto presidencial.

    Elevar la producción energética aparece hasta el momento como eje en cuatro órdenes ejecutivas, con nombres que llevan frases como ‘desatando la energía de Estados Unidos’ y ‘declaración de una emergencia energética nacional’.

    En su interior se enfocan en eliminar medidas del expresidente Joe Biden sobre energías más limpias, como por ejemplo el desarrollo de planes eólicos; y poner fin a regulaciones para impulsar los vehículos eléctricos. También buscan acelerar nuevos proyectos de producción y refinación de hidrocarburos, algo que podría ser desafiado por ambientalistas en las cortes.

    “Estados Unidos tiene la mayor cantidad de petróleo y gas, más que cualquier otro país en la Tierra, y la vamos a usar”, dijo la semana pasada un Trump reflejado en una pantalla gigantesca ante líderes del foro económico de Davos. “Esto no solo reducirá el costo de virtualmente todos los bienes y servicios, también hará de Estados Unidos una superpotencia manufacturera”, agregó.

    El problema es que desarrollar nuevos proyectos energéticos es algo costoso y que toma tiempo, sobre todo en zonas vírgenes y poco accesibles como las de Alaska en las que Trump permitirá explorar.

    Y, para que una empresa decida desarrollar un plan necesita tener certeza de que las reglas del juego no cambiarán y que no habrá posiblemente un eventual gobierno que pueda echar por tierra las órdenes ejecutivas de la istración previa. Es decir, que un eventual presidente deseche medidas como ha hecho Trump con las de Biden.

    La pared con la que se topará el "drill, baby, drill" de Trump

    El mantra “drill, baby, drill” de Trump también choca con la realidad actual: Estados Unidos ya produce petróleo y gas como nunca antes y las grandes empresas del sector no planifican en el corto plazo elevar su bombeo significativamente y generar una caída del precio del barril de crudo.

    “Si bien los ejecutivos corporativos de la industria pueden verse alentados por la retórica de apoyo de Donald Trump (...) un potencial exceso en el suministro de petróleo y un estancamiento en la productividad de los pozos (de los cuales se saca el crudo) significan que serán menos proclives a engordar sus presupuestos para extraer más”, consideró Matthew Bernstein, de la consultora Rystad Energy, en un análisis a mediados de enero.

    Este escenario supone que es improbable que las petroleras ajusten sus planes ante un decreto que declara una “emergencia energética” cuando expertos dudan que Estados Unidos atraviese una.

    La producción de petróleo de Estados Unidos creció a un ritmo anual de 8.4% en el último par de años, a casi 13.5 millones de barriles por día en octubre, de acuerdo con datos de la oficial istración de Información de Energía. El gráfico de abajo muestra cómo ha aumentado también la producción de gas natural, otro hidrocarburo.

    Los países petroleros se resistirían al pedido de Trump para que bajen los precios

    Cuando Trump habló de forma virtual con los líderes en Davos, dijo que pedirá a Arabia Saudita, un peso pesado en el sector petrolífero mundial, y a los países que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que “bajen el costo del crudo”.

    El grupo como un todo no ha respondido. Pero el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Faisal al-Ibrahim, dijo que la posición del reino y de la OPEP es mantener una “estabilidad a largo plazo en el mercado, para garantizar que haya los suministros suficientes para la creciente demanda”.

    Antes de los comentarios de Trump, la OPEP ya tenía previsto elevar su producción desde abril, tras haber demorado ese aumento por una floja demanda mundial.

    El grupo suele decir que no busca un precio específico para el petróleo en los mercados, pero el incremento que tiene planificado probablemente no significará una caída significativa en el costo del barril.

    Esto porque muchos de los países de la OPEP han delineado sus presupuestos nacionales tomando en cuenta que venderán cada barril de petróleo en torno a los $80 y, por lo tanto, es posible que eviten que los precios bajen muy por debajo de ese nivel. Para tener una referencia de cómo se mueven actualmente los precios del petróleo en los mercados: este lunes el barril del crudo Brent, el referencial en el mundo, era vendido en torno a los $78.

    Son los precios de la vivienda lo que más pesa sobre la inflación

    Varios decretos de Trump se enfocan en la energía, pero son los costos de la vivienda los que han impedido que la inflación se enfríe más en Estados Unidos. Los precios de los alquileres, o lo que se denomina en inglés como 'shelter', representan más del 30% de la cesta de precios que conforma el índice de precios al consumidor.

    Los precios de ese componente de la cesta subieron 4.6% en los últimos 12 meses hasta diciembre. Los de la gasolina, por el contrario, bajaron 3.4% en ese mismo período, según el más reciente reporte de inflación oficial. Los de los alimentos también han impedido que la inflación se enfríe más, pues subieron 2.9% en ese lapso, reflejan las cifras del gobierno.

    El vicepresidente JD Vance reconoció este domingo en una entrevista con CBS que los precios tardarán en bajar. La Reserva Federal (Fed) espera es que la inflación se desacelere un poco más y termine este año en 2.5%, lo que no implica que los precios bajarán desde sus niveles actuales, sino que continuarán subiendo pero a un ritmo más lento. Entonces, la premisa de Vance es técnicamente incorrecta.

    La inflación ya se ha enfriado bastante desde que se disparó a 9% en 2022. La más reciente lectura fue de 2.9% anual. El objetivo de la Fed es que sea de 2% anual y para tratar de lograrlo utiliza su principal herramienta: la tasa de interés.

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