Más de 400 inmigrantes están en huelga de hambre en un centro de detención del ICE, según activistas

El Centro de Detención del Noroeste situado en Tacoma, en el estado de Washington (oeste), que recluye a inmigrantes en proceso de deportación, vuelve a ser el centro de una huelga de hambre a la que ya se han sumado más de 400 persona para pedir mejores condiciones, informó el grupo NWDC Resistance, que difundió una carta manuscrita con las demandas de los huelguistas.
La huelga de hambre comenzó a medio día en el que es considerado el mayor centro de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) la costa oeste, con 1,500 internos que se enfrentan a procesos civiles de deportación, según la organización que lucha contra las expulsiones de inmigrantes y por la mejora de las condiciones de detención.
El grupo, que en un principio había reportado que un centenar de personas estaba apoyando la huelga de hambre, señaló durante la noche que ya había 415 reclusos que habían decidido seguirla.
A través de sus redes sociales han comenzado a difundir mensajes y fotografías de algunos de los reclusos en huelga de hambre, como Alejandro Macias que señala: "No nos rendiemos, ¿qué más nos pueden hacer? Estos abusos tienen que acabar" o el de otra persona identificada como Israel que dice estar haciendo la huelga de hambre y destaca la unidad de quienes se han sumado.
Higiene y comida
Sus demandas incluyen que haya más higiene en la ropa que reciben, que mejoren la calidad y la variedad de la comida – ya que dicen que todos los días les sirven arroz con frijoles –, así como el al servicio médico y se aceleren los procesos judiciales.
Además, también piden que se les incremente el pago de 1 dólar que reciben por trabajar en el centro. “A algunos incluso se les ha denegado pago del dólar diario y se les ha dado una bolsa de papas fritas a cambio de varias horas de trabajo encerando el suelo de la prisión”, denuncia la organización en un comunicado.
Los inmigrantes dicen que quieren dar a conocer a los ciudadanos las condiciones en las que viven.
El centro fue objeto de atención pública cuando en mayo de 2014 otra huelga de hambre logró sumar el apoyo de 1,200 detenidos.
A las afueras del recinto un grupo de activistas mantienen una vigilia en apoyo de los inmigrantes. Maru Mora Villalpando advirtió de que “es muy posible” que los huelguistas sean reprimidos, cambiados de celda o aislados del resto, un extremo que fue rechazado por ICE.
72 horas
“ICE respeta totalmente los derechos de todas las personas de expresar su opinión sin interferencia y sin represalia alguna en contra quienes mantienen una huelga de hambre”, señaló Rose Richeson, portavoz del ICE en un comunicado.
La institución no considera que se trata de una huelga de hambre hasta pasadas 72 horas, hasta entonces se servirán las tres comidas diarias que ofrece el centro, según explicó.
“Si detectamos que hay personas que no comen en 72 horas, serán activados los protocolos para gestionar huelgas de hambre”, señaló.
Pasado ese periodo, los huelguistas pueden ser trasladado al departamento médico en aislamiento para recibir atención sanitaria y el ICE podría solicitar a los tribunales autorización para realizar procedimientos de alimentación involuntaria si los detenidos se niegan a comer.
“ICE se toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de aquellos en nuestro cuidado”, agregó Richeson.