Científica rusa de Harvard no declaró en aduanas pruebas de laboratorio y ahora la quieren deportar
La científica de Harvard Kseniia Petrova fue acusada por el gobierno de Trump de contrabando meses después de haber sido detenida en el Aeropuerto Logan de Boston tras entrar a EEUU con muestras de embriones de rana no declaradas.
La científica rusa ahora enfrenta cargos federales de contrabando mientras trata de recuperar su libertad tras haber sido recluida en un centro de detención migratorio en el estado de Louisiana donde ha permanecido desde febrero.
“Ni peligrosas ni biológicamente riesgosas”
Los cargos federales por contrabando presentados por el Departamento de Justicia en una corte federal de Massachusetts fueron hechos del conocimiento público el miércoles, el mismo día en que se celebró una audiencia ante la jueza federal de Vermont, Christina Reiss, para escuchar los argumentos de una demanda presentada por Petrova contra el gobierno alegando detención injusta.
Petrova fue detenida cuando regresaba de vacacionar en Francia, donde se detuvo en un laboratorio especializado en la unión de secciones superfinas de embriones de rana y obtuvo un paquete de muestras para sus investigaciones.
Al pasar por un control aduanero en el Aeropuerto Logan de Boston, la científica fue interrogada sobre las muestras. Petrova declaró a la agencia The Associated Press que no sabía que los artículos debían declararse y que no intentaba introducir nada ilegalmente. Tras el interrogatorio, le informaron que le habían cancelado la visa.
El Departamento de Seguridad Nacional declaró en un comunicado en X que Petrova fue detenida tras "mentir a agentes federales sobre la introducción de sustancias en el país". Alegan que los mensajes en su teléfono "revelaron que planeaba contrabandear los materiales sin declararlos".
El jefe y mentor de Petrova, Leon Peshkin, afirmó que las muestras no eran en absoluto peligrosas ni biológicamente riesgosas.
"No creo que haya hecho nada malo", declaró Peshkin a AP. Pero incluso si lo hubiera hecho, como mucho debería haber recibido una advertencia o quizás una multa de hasta 500 dólares.
En vez de la multa sugerida por Peshkin, Petrova enfrenta cargos federales criminales por contrabando.
En su respuesta a la demanda presentada por Petrova, el gobierno pidió a Reiss que desestimará el caso presentado Petrova y la deportara a su Rusia natal.
Petrova huyó de Rusia tras recibir amenazas después de protestar abiertamente contra la invasión ordenada por Vladimir Putin a Ucrania. Al momento de su detención llevaba dos años trabajando en un laboratorio de la Facultad de Medicina de Harvard.
Mientras Petrova espera por meses en un dormitorio abarrotado esperando que se decida su destino, sus colegas dicen que sus investigaciones, incluido el uso de un microscopio único en su tipo para detectar el cáncer, se retrasará o será inútil, sin la científica que, según ellos, desempeña un papel fundamental.
“Materiales biológicos desconocidos”
La jueza Reiss, sin embargo, cuestionó el trato recibido por Petrova de parte de los agentes del gobierno.
En la audiencia, Reiss también cuestionó la autoridad del gobierno para despojar a Petrova de su visa y lamentó que el encuentro de la científica con los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) en el aeropuerto haya sido "angustiosa".
"¿Dónde tiene un agente la autoridad, por sí solo, para revocar una visa?", preguntó la jueza.
El abogado del gobierno, Jeffrey Hartman, alegó que el agente de la CBP actuó correctamente después de que Petrova no declarara las muestras.
"Los agentes de la CBP son nuestra primera línea de defensa contra materiales biológicos desconocidos provenientes de un ciudadano extranjero", declaró Hartman.
Reiss dijo que estudiará la moción de desestimación del Departamento de Justicia y programó una audiencia de fianza para el 28 de mayo para anunciar su decisión.
Con información de The Associated Press.
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