Unos cambian su destino final, otros se arriesgan y son devueltos a México: el impacto del permiso de EEUU a los venezolanos
El impacto de la nueva política migratoria del presidente Joe Biden para los venezolanos ya comienza a sentirse. Organizaciones humanitarias en la frontera advierten que decenas de migrantes del país sudamericano están siendo devueltos con un permiso temporal para permanecer en México, aunque con poca información sobre qué pasará con ellos.
"La gente está muy enojada, muy molesta. Ellos están sorprendidos, quieren respuestas y no sabemos qué informarles", dijo a la agencia The Associated Press (AP) el padre Francisco Gallardo, director de la Casa del Migrante en la fronteriza ciudad mexicana de Matamoros, que apenas acaba de superar la última crisis fronteriza, con el desmantelamiento del mayor campamento improvisado de migrantes tras el fin del programa Quédate en México (MPP).
Otros albergues gerenciados por organizaciones católicas en Ciudad Juárez y Piedras Negras también han reportado la llegada de venezolanos devueltos.
El programa humanitario anunciado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) beneficiará apenas a 24,000 venezolanos que demuestren que alguien puede mantenerlos en Estados Unidos.
Con el permiso recibirán una autorización para viajar a Estados Unidos solo por vía aérea —algo que no todos pueden costear dada la crisis económica en Venezuela y la precariedad con que viaja la mayoría— y una vez en el país serán elegibles para solicitar una autorización de trabajo. El secretario de la agencia, Alejandro Mayorkas, dijo en un comunicado que esa medida "deja en claro que existe una forma legal y ordenada para que los venezolanos ingresen".
Quienes no sigan el proceso, explicó el DHS, serán devueltos a México como parte de la política sanitaria instaurada por el gobierno de Donald Trump como consecuencia de la pandemia, Título 42 —que les impide solicitar asilo— y no podrán optar por algún beneficio migratorio en el futuro.
Según la cifra anunciada en el plan, la cuota de personas que podrá ingresar anualmente representa apenas 15% del total de los venezolanos arrestados por la Patrulla Fronteriza en el año fiscal 2022.
Unos avanzan, otros cambian el rumbo
El anuncio de Estados Unidos ha generado distintas reacciones entre los venezolanos que ya habían dejado su país. Gilbert Fernández contó a la agencia AP que seguiría avanzando por la difícil y peligrosa selva del Darién. A él, como a muchos, la noticia le cayó "como un balde de agua fría". Pero si él hubiera querido seguir los pasos anunciados por el DHS para poder migrar no hubiera podido: no tenía el dinero para pagar un pasaje avión para él y su hijo de 18 años.
Otros como Jeremy Villegas, de 25 años, contó a la agencia que llegó con unas 30 personas a las playas de Necoclí, un pueblo costero en Colombia donde toman un bote que los lleva hasta la entrada del Darién. Justo ahí se enteraron del cambio en la política para los venezolanos y la mayoría decidió cambiar de rumbo.
Lo mismo le pasó a Cristian Casamayor, de 27 años. Su familia lo llamó cuando estaba a punto de entrar en la selva y decidió parar su avance.
"Me frené por conciencia y ser inteligente... luego nos tachan en el pasaporte y ya no podemos entrar a Estados Unidos", dijo a AP luego de bajarse del bote. No sabe a dónde irá, pero no será a Venezuela.
En los últimos años, el número de venezolanos que cruzan la selva del Darién ha ido en aumento. Según cifras de las autoridades panameñas, citadas por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), en los primeros dos meses de 2022 unos 2,500 venezolanos atravesaron esta vía, un número que casi supera al total de 2021 (2,819). La OIM asegura que muchos de ellos provienen de otros países de América del Sur, pero que cada vez más los venezolanos toman este camino tras salir de su país.
El tapón del Darién, que marca el límite entre Colombia y Panamá, es considerado una de las rutas más peligrosas para los migrantes. Cruzarlo puede tomar unos 10 días o más, mientras se está expuesto a los peligros de la naturaleza pero también al de las bandas criminales que cometen robos y abusos sexuales. Solo en 2021, al menos 51 personas fueron reportadas como desaparecidas o muertas mientras hacían esta travesía.
"Es inhumana"
Distintas organizaciones humanitarias han condenado la medida de Biden. La catalogan como una extensión de las que implementó el gobierno del exmandatario Donald Trump. También aseguran que es una respuesta a las presiones de los republicanos, que aseguran que el demócrata mantiene una política de fronteras abiertas.
"Esta nueva política no ayuda a las personas que necesitan mayor protección ni las frenará en su camino", critica la organización Families Belong Together, para quien el permiso "es inhumano" y expone a migrantes que vienen huyendo de su país a los peligros ya demostrados de permanecer en México.
El National Immigration Law Center también criticó que se amplíe Título 42 para incluir a los venezolanos: "Expandir el de un permiso humanitario no debe incluir el precio de causar un daño adicional a los solicitantes de asilo".
Un reporte reciente de la OIM advirtió que unos 4.3 millones de refugiados y migrantes de Venezuela enfrentan retos para acceder a comida, un techo y un empleo estable después de salir de su país. "El costo de vida, las consecuencias de la emergencia del covid-19 y las altas tasas de desempleo han aumentado la vulnerabilidad de los refugiados y migrantes venezolanos y han dificultado que muchos puedan reconstruir sus vidas e integrarse a las sociedades de acogida en toda la región", se lee en el informe.
El documento explica que, por ejemplo, 86% de los venezolanos que se fueron a Ecuador no tienen ingresos suficientes en ese país para cubrir sus necesidades básicas; 13% de los que están en Chile viven por debajo de la línea de pobreza; y 29% de los niños (de seis a 17 años) en Colombia no van a la escuela porque sus padres no pueden cubrir las matrículas ni los materiales.
Este reporte salió el mismo día en que el DHS anunció las nuevas medidas. Para entonces, la OIM pedía que los migrantes venezolanos "no fueran olvidados".
Eduardo Stein, representante conjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la OIM para atender la crisis de los migrantes venezolanos, insistió ese día en la necesidad de brindar políticas de integración efectivas para los nacionales de ese país, que están abandonando su tierra en cifras nunca antes vistas.
"Los países anfitriones han mostrado un liderazgo continuo en la respuesta a la crisis mediante el establecimiento de iniciativas de regularización y la facilitación del a la salud, la educación y otros servicios sociales. Sin embargo, la regularización es solo un primer paso hacia la integración y debe ir seguida de políticas que permitan a las personas refugiadas y migrantes ser autosuficientes. Se requiere apoyo internacional con urgencia”, pidió.
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