Trump sugiere que frenará deportaciones de trabajadores agrícolas indocumentados
El presidente Donald Trump sugirió este jueves sin dar detalles que frenaría las deportaciones de trabajadores indocumentados en el sector agrícola.
El mandatario dijo que permitirá que los encargados de las empresas del campo "recomienden" qué trabajadores con estatus migratorio irregular deberían permanecer en Estados Unidos, lo que supondría un giro en su dura retórica de expulsar a todos los inmigrantes indocumentados porque su gobierno los considera "criminales".
"El (empresario) agrícola viene con una carta relacionada con ciertas personas diciendo que 'son fenomenales, que están trabajando de forma grandiosa'. Vamos a frenarnos un poco con ellos", dijo el presidente.
Los comentarios de Trump fueron hechos durante una sesión de gabinete, en la que no quedó del todo claro qué proceso seguiría el gobierno.
En otro momento, el presidente dijo que estaban evaluando permitir que trabajadores indocumentados en la agricultura y también en el sector clave de la hotelería salgan del país y vuelvan a entrar de forma legal, de acuerdo con un reporte de la agencia Bloomberg.
"Vamos a trabajar con las personas para que, si salen (del país) de buena manera, a sus países, trabajemos con ellos para tratar de que vuelvan legalmente", dijo el mandatario citado por esa agencia.
De acuerdo con Bloomberg, esos trabajadores indocumentados tendrían que estar en sus países unos dos meses antes de poder ingresar otra vez a Estados Unidos. "Eso ofrece un incentivo real. De otra manera no regresarían (...) No se les permitiría regresar pasado cierto período de tiempo, que probablemente será 60 días", dijo Trump.
Los trabajadores agrícolas indocumentados en Estados Unidos
Los inmigrantes indocumentados constituyen una parte significativa de la fuerza laboral agrícola de Estados Unidos, estimada en cerca del 40%, pero en su punto más alto, entre 1999 y 2001, alcanzó el 55%, según datos del Departamento de Agricultura (USDA en inglés).
La mayoría de estos trabajadores agrícolas sin autorización para trabajar legalmente en Estados Unidos provienen de México. Otra gran cantidad de ellos vienen de países de Centroamérica.
Estos inmigrantes trabajan en todos los aspectos de la agricultura estadounidense y su contribución a la producción de alimentos y al crecimiento económico es significativa a pesar de los retos que enfrentan por su situación legal irregular, entre ellos la constante amenaza de deportación la cual se ha visto exacerbada desde el regreso de Trump al poder.
En Florida, por ejemplo, donde el gobernador, Ron DeSantis, firmó en febrero un amplio paquete de leyes migratorias alineadas con la agenda de deportaciones masivas de Trump, estos trabajadores están expuestos a ser arrestados e incluso a sentencias de cárcel de hasta nueve meses por el solo hecho de haber entrado a ese estado.
Esto a pesar de que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBP en inglés), una entidad no partidista, determinó que legalizar a los trabajadores indocumentados tendría un efecto positivo neto en el presupuesto federal, aumentando la recaudación fiscal. La CBO también determinó que legalizar a la población indocumentada impulsaría la producción económica y aumentaría el empleo para los trabajadores nacidos en Estados Unidos.
“El Congreso debería permitir que los trabajadores agrícolas indocumentados que han estado en Estados Unidos se regularicen. Esto permitiría a los agricultores mantener su fuerza laboral actual legalmente, a la vez que permitiría a los inmigrantes indocumentados salir de la sombra, ganar un salario justo, estar mejor protegidos contra la explotación y el abuso, y participar plenamente en las comunidades que han considerado su hogar durante años”, dijo la organización de defensa de la reforma migratoria y de la justicia penal FWD.US en un comunicado publicado en su blog en línea.
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