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México

El muro de Trump comienza a levantarse en zonas protegidas amenazando especies animales y fuentes de agua de Arizona

Alrededor de 44 millas (70 kilómetros) de construcción de nuevas barreras pasarán por tres áreas protegidas por el gobierno federal. "El muro en estos lugares sería un error colosal y una tragedia nacional", indican expertos.
15 Sep 2019 – 05:50 AM EDT
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Trabajadores colocan una sección del muro fronterizo a lo alrgo del Río Colorado, en Yuma, Arizona. Crédito: Matt York/AP

Las autoridades de Estados Unidos iniciaron la construcción de un muro fronterizo con México, de 30 pies de altura, en el área del Monumento Nacional de Organ Pipe Cactus, al sur de Arizona, un área silvestre protegida y que forma parte de la reserva de la biósfera internacional reconocida por la UNESCO.

La istración de Donald Trump, citando que hay una crisis de migrantes indocumentados, ha podido redirigir un presupuesto de 3,600 millones de dólares que era para construcción de proyectos militares. Por ello, la barrera fronteriza tendrá una expansión de 174 millas en el área, por lo que tocará territorios de Texas, Nuevo México y Arizona.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) dijo a un tribunal federal a principios de agosto que planea reemplazar eventualmente casi 44 millas de cercas existentes con placas de acero de 30 pies, creando una barrera que abarca la mayor parte de Organ Pipe, algo que afectará a la fauna que vive en ambos lados de la frontera.

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Donald Trump reiteró en Arizona que construirá el muro fronterizo


Unas 44 millas (70 kilómetros) de construcción de nuevas barreras pasarán por tres áreas protegidas por el gobierno federal. Estos son el desierto Organ Pipe, el refugio nacional de vida silvestre Cabeza Prieta y el área de conservación ribereña de San Pedro.

La istración Trump ha considerado necesarias las nuevas estructuras debido a una "emergencia nacional" de inmigración no autorizada que llega a Estados Unidos. Según CBP, en el año fiscal 2019 ha habido 14,265 detenciones en el sector de Tucson, donde se construirá el muro de Organ Pipe, en comparación con 51,411 en el cercano sector de Yuma de Arizona y más de 205,000 en el Valle del Río Grande de Texas.

Sin embargo, Organ Pipe es un escenario polémico debido a que, de acuerdo con Amanda Munro, del Southwest Environmental Center, una organización de defensa del medio ambiente. Consultada por el diario The Guardian, Munro señaló que esto compromete a una de las regiones con mayor diversidad biológica de todo Estados Unidos.


"El muro en estos lugares sería un error colosal y una tragedia nacional", agregó.

De acuerdo con el Servicio de Parques Nacionales de EEUU, Organ Pipe, que se encuentra en el suroeste de Tucson, Arizona, es un área silvestre de 330,000 acres donde viven decenas de especies en peligro de extinción y otros animales como leones de montaña y javelinas.

También es un área profundamente significativa para la nación de Tohono O’odham, que se ha opuesto durante mucho tiempo al muro fronterizo de Trump en sus tierras, habitadas desde tiempos ancestrales.

Se teme que la nueva construcción dificultará la migración de animales, les cortará el suministro de agua y aumentará las inundaciones.


También hay planes para bombear agua de acuíferos subterráneos para el concreto que se usará, por lo que el impacto podría ser más grave en los manantiales de Quitobaquito, que es el hogar de las únicas poblaciones de la tortuga Sonoyta de Quitobaquito, especie en peligro de extinción en Estados Unidos.

Lucha en las cortes

"Hemos escuchado de numerosas fuentes, incluido el Departamento de Seguridad Nacional, que planean perforar pozos para absorber el agua subterránea con el fin de mezclar concreto para el muro fronterizo", dijo Laiken Jordahl del Centro para la Diversidad Biológica en Arizona.

“Para una milla de muro fronterizo estamos hablando de casi medio millón de galones de agua. Y aquí DHS propone construir 68 millas de muro en Arizona. Y cuando sumas eso, ese no es un número insignificante”, dijo Jordahl.

En ese estado los ambientalistas han entablado demandas contra algunos contratos de construcción con el argumento de que el gobierno impuls´ó normas de dudosa legalidad para hacer construcciones en tierras protegidas. Dos casos continúan pendientes en una corte federal, y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo esta semana que presentará una demanda para impedir la canalización de más recursos del Pentágono a estas obras.

En los últimos años, Trump ha revertido numerosas leyes que abogan por la protección del medioambiente, del agua y las que protegen a especies en peligro de extinción por motivos políticos o para construir barreras en las áreas protegidas en estados fronterizos.

El inicio de la construcción del muro coincidió la semana pasada con el anuncio del Departamento de Defensa sobre la cancelación de proyectos por 3,600 millones de dólares que se destinarían a bases militares, y ahora se ocuparían para financiar el muro.

Trump declaró en febrero una emergencia nacional para disponer de miles de millones de dólares del Pentágono para financiar el muro, además de los 1,400 millones asignados por el Congreso. Las victorias del mandatario en tribunales contra oponentes y ambientalistas permitieron el inicio de las obras del muro en las últimas semanas en Arizona y Nuevo México.

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