Está detenido en Adelanto y su vida depende de una cirugía de corazón, pero no es prioridad para ICE

LOS ÁNGELES, California.– Rosi García ya no sabe a quién más pedirle ayuda. Con la voz entrecortada lamenta que todas las puertas se le han cerrado tratando de salvar a su esposo, José Contreras, un guatemalteco de 60 años que lleva nueve meses en el centro de detención para migrantes en Adelanto, California, y a quien le urge una operación de corazón, según su denuncia.
"No lo quieren operar, ni le dan el medicamento que necesita. Migración no nos hace caso. Todos estamos angustiados", dijo García, originaria de México, en una entrevista con Univision Noticias.
José Contreras tiene un soplo cardíaco porque se le obstruyó una válvula del corazón y los funcionarios del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) no le brindan la atención médica que su familia dice que él necesita diciéndole que otros detenidos deben recibir cirugías primero.
"Necesita una operación ya", insiste desesperada esta madre de tres hijos estadounidenses, de entre 18 y 21 años. "Todo nos han negado; la preocupación es que algo le pase", advierte.
Ella dice que la recomendación de un médico que ya examinó a Contreras en Adelanto es que le deben practicar una cirugía de emergencia para evitar una tragedia. "Su vida corre peligro", advierte García.
Citando políticas de privacidad, la oficina de ICE en Los Ángeles se negó a comentar sobre las quejas relacionadas con la salud de este migrante. Aunque en términos generales, la dependencia insiste que "se brinda atención médica integral desde el momento en que los detenidos llegan y hasta que salen de la custodia de ICE".
La agencia federal de inmigración dice que gasta 250 millones de dólares anuales para brindar atención médica de calidad y que ese presupuesto le permite estar pendiente de más de 50,000 migrantes que cada día están en sus centros.
Sin embargo, reportes recientes, incluyendo uno de la Fiscalía general de California, alegan que quienes llegan al centro de detención de Adelanto reciben servicios médicos "inadecuados" y con retrasos.
"Dice que si muere ahí, que lo entierren en Guatemala"
A Contreras lo arrestaron agentes de ICE la madrugada del 12 de junio de 2018 afuera de su casa en Pomona, en el este del condado de Los Ángeles, donde ha vivido desde hace 20 años. La dependencia indicó que cumplía con una orden de deportación emitida por un juez de inmigración.
Su familia afirma que el centroamericano no tiene antecedentes penales, algo que no desmintió ICE. Dicen que hace varios años terminó bajo custodia federal presuntamente por un problema familiar en el que estuvo involucrado su hermano, a quien ya deportaron.
Es el único lío legal en el que ha estado, asegura su esposa. "No se mete con nadie, siempre dedicado a sus hijos, a su familia", describe García.
Durante dos décadas él trabajó en construcción y era el principal proveedor de su hogar. Por esa razón, su esposa ahora tiene que vender comida los fines de semana. En total, Contreras tiene seis hijos, cuatro en EEUU y dos en Guatemala.
"Él no es un delincuente, ha reportado sus impuestos cada año, tiene tres hijos ciudadanos", explicó su hermana, Maria Luisa Contreras, quien lo visita en Adelanto cada fin de semana.
Esta mujer alega que ha visto cómo la salud de su hermano ha ido empeorando en los nueve meses que ha estado detenido. Temiendo lo peor, él ya ni quiere salir de su celda y cada vez habla menos por teléfono con sus seres queridos, según ella.
"Ya no lo veo bien, ya no quiere hablar con nosotros. Él dice que si muere ahí que lo entierren en Guatemala", comentó con un nudo en la garganta.
"Me dijo que se siente cansado. Está pálido, delgado. Físicamente está delicado, no es el mismo que cuando entró a ese lugar", mencionó. "Torturan a la gente en ese lugar".
"Se oye en su voz, está muy triste"
Según Maria Luisa, la vida de su hermano corre peligro en Guatemala, donde asesinaron a su padre en 1993 y a un hermano. "Lo mataron a los seis meses de que llegó allá", aseguró.
Ella lamenta que ha sido una tragedia familiar tras otra. Entre lágrimas cuenta que el sobrino que la llevaba cada fin de semana a que visitara a su hermano en Adelanto murió tras un accidente automovilístico en la carretera 60 el pasado 28 de noviembre. Ahora la lleva la hija del fallecido.
Estela Contreras, una de las hija del migrante detenido, señaló que a sus tres medios hermanos menores les haya impactado negativamente la ausencia de su padre. "La están pasando mal, porque les afecta en la escuela. No se pueden concentrar, sus calificaciones han estado bajando", aseguró.
Este domingo, la última vez que habló por teléfono con su padre, él le pidió que viera por ellos. "Él trata de ponerse fuerte para que uno no esté preocupado. Me dijo que me quería mucho, que cuide de mis hermanos, que cuide de mi familia", mencionó.
Ella dice que cada vez duran menos esas charlas telefónicas y lo atribuye a que está profundamente deprimido, no solo por no poder hacerse la operación del corazón, sino por estar en ese centro de detención. "Se oye en su voz, está triste. De momento prefiere cortar la llamada porque empieza a llorar", confesó.
Los Contreras abrieron una cuenta en GoFundMe para recibir donaciones que les ayuden a pagar los gastos legales del caso y para cubrir la manutención de sus hijos menores.