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Esto es lo que enfrenta la nueva caravana de migrantes si llega a la frontera de EEUU

Hasta ahora las únicas razones expuestas por algunos migrantes y dirigentes de la caminata que justifiquen el éxodo, son la pobreza, la falta de empleos y la violencia en Honduras. Ninguna de estas causas garantizan el éxito, advierten abogados.
16 Oct 2018 – 03:04 PM EDT
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Por ahora nadie asume la responsabilidad en la organización de la llamada 'Caminata del Migrante' que el sábado salió desde San Pedro Sula, Honduras, con destino a Estados Unidos para pedir asilo.

“Esto surgió de manera espontánea, a fines de la semana pasada”, aseguró el lunes a Univision Noticias Bartolo Fuentes, un exdiputado del opositor Partido Liberal que se identifica como periodista independiente, pero de acuerdo con informes confidenciales de los gobiernos centroamericanos y de Estados Unidos, se trata de uno de los organizadores de esta nueva marcha.

La espontaneidad mencionada por Fuentes se desvirtúa en su propia página de la red social Facebook. A las 02:53 del pasado 5 de octubre, ocho días antes del inicio de la caminata, publicó un anuncio convocándola bajo el lema “No nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza”.

El riesgo de ser detenidos y encarcelados indefinidamente en la frontera estadounidense es una amenaza cierta. El sábado, el propio presidente Donald Trump confirmó que su gobierno estaba considerando, nuevamente, separar forzosamente familias migrantes en la frontera como parte de un plan para detener la inmigración indocumentada.

Lamentablemente, eso es lo que dice la ley”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego. “Las personas que piden asilo en la frontera pueden quedar detenidas de manera indefinida por un largo período de tiempo”.

“No sé si las personas que integran esta caravana son ignorantes de esta situación o piensan que, de milagro, a ellos no los van a arrestar, ni a separar y tampoco tendrán consecuencias en la frontera. Miden el miedo de acuerdo a sus precarias condiciones en sus países de origen, y toman decisiones sin tener en claro y en cuenta lo que les pueda ocurrir en el futuro”, indica.

“La situación con los migrantes que cruzan Centroamérica y México poniendo en peligro sus vidas, dicen que en sus países se están muriendo de hambre y no arriesgan mucho. Son muy tristes Las circunstancias que obligan a estas personas a abandonar sus países y sus hogares. Ellos desconocen la verdad, lamentablemente. Son vulnerables a que cualquiera les diga que un viaje les va a costar tanto y la persona, en su desesperación, lo paga y se arriesga. No me extraña que esto esté sucediendo ahora”, teme Velásquez.

“El punto es que se trata de personas muy pobres que pagan miles de dólares a los coyotes y quedan endeudados de por vida. Es u a situación terrible lo que estamos viendo”, puntualiza.

Camino al rechazo

Hasta ahora las únicas razones expuestas por algunos migrantes y dirigentes de la caminata que justifiquen el éxodo, son la pobreza, la falta de empleos y la violencia en Honduras.

“El problema es que no lo tienen claro”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami y ha seguido el curso de la caravana por los medios de comunicación. “Todo indica que les han vendido una idea, quizás una esperanza, pero me temo que esto lo va a utilizar el gobierno de Trump para seguir endureciendo su política migratoria en la frontera”.

“Las autoridades estadounidenses pueden ver todo esto de tal manera, que lleguen a la conclusión, estando lejos la caravana, que vienen inmigrantes que no califican para silo y poner medidas mas duras”, añade.

“El gobierno hará todo lo posible por hacer que se respeten las leyes. Y los argumentos que estamos viendo, que huyen para encontrar una mejor vida, que quieren salir de la pobreza, que buscan un trabajo y solo unos pocos han mencionado que están huyendo del crimen”. Pero el fiscal general Sessions ha sido muy enfático en decir que la violencia doméstica y de pandillas, o los actos criminales cometidos por este grupo, en general no son bases para pedir y obtener asilo político en Estados Unidos”, dice Guerrero.

“Así es que, estas personas están en una situación difícil, cuesta arriba. Y muy pocos, dependiendo de la versión de su historia que cuenten en la entrevista de miedo creíble, si la tienen, van a calificar para un asilo. Pero si expresan deseo de un mejor futuro, estas personas no van a calificar”.

Guerrero advierte además que “si las personas de la caravana no traen consigo documentos de identificación válidos y evidencias para justificar los motivos de asilo, pruebas de que son perseguidos o que sus vidas corren peligro en caso de ser deportados, no van a pasar la entrevista de miedo creíble”.

“Demasiado peligroso”

En Dallas, Texas, el abogado de inmigración Jaime Barrón dice que “desgraciadamente todo esto que estamos viendo no es algo bueno para el proceso migratorio, ya que algunos le están diciendo al gobierno que lo van a retar, a forzar y con ello lo ponen a la defensiva”.

“Algunos activistas se han vuelto agresivos al estilo Trump y eso no es bueno. No solo porque daña el camino al asilo, sino porque sabiendo que no todas las causas con válidas para reclamar un asilo, las siguen utilizando y exponen a las familias a ser separadas forzosamente en la frontera. Todo esto es un acto inhumano y también las separaciones”.

Barrón también advirtió que “el asilo en Estados Unidos es muy difícil. Si la persona no tiene argumentos sólidos, no tiene chances. Y el uso de malos argumentos para pedirlo solo le da herramientas a los antinmigrantes para que sigan apoyando al gobierno con la amenaza de construir un muro a todo lo largo e la frontera con México para detener este tipo de caravanas integradas por gentes que huyen de la pobreza, la miseria y la violencia en sus países de origen, indicó”.

“La gente, la gran mayoría de la caravana, primero quiere llegar a un lugar seguro. La mayoría tenemos miedo que los separen si llegan a Estados Unidos, pero por ahora están mas preocupados de llegar a México. La visión que tienen en sus mentes es México, Estados Unidos, por el momento, está demasiado lejos y demasiado peligroso”, dijo Mujica.

Apoyo desde México

Cuatro días después de iniciada la caminata, Pueblo Sin Fronteras, un grupo defensor de los derechos de los inmigrantes basado en Tapachula, México, emitió un comunicado en apoyo a los cerca de 2,000 hondureños que se dirigen rumbo al norte.

“Como organización de defensores de derechos humanos nos solidarizamos con las mujeres, los niños, los hombres y las familias que participan en la llamada ‘Caminata del Migrante’ que salió de San Pedro Sula, Honduras, el día 13 de octubre hacia la frontera con México. Exigimos un alto a la criminalización en contra de los integrantes de este éxodo masivo”, se lee en un comunicado.

Y agrega “exigimos respeto al derecho internacional a migrar y solicitar asilo y refugio bajo leyes nacionales e internacionales”.

La organización también pide a los gobiernos de la región (Guatemala y México) “no reprimir, violentar ni usar la fuerza en contra de las personas que huyen de la violencia”, principalmente en Honduras.

“Nosotros no la organizamos”

Pueblo Sin Fronteras niega estar detrás de la organización de la caravana. “Nosotros lo la organizamos”, asegura a Univision Irineo Mujica, coordinador de la organización vía telefónica desde Tapachula, fronterizo con Guatemala. “Nosotros viajamos aquí, no sabemos cómo se armó la caminata, definitivamente nos agarró por sorpresa. Nosotros no queremos que la gente salga de la manera en que lo hace, pero si sale por causa de la violencia, que es lo que está pasando, ellos tienen derecho a buscar un lugar donde proteger sus vidas”.

“Aquí vamos a esperar. Si llegan a México, entonces vamos a reaccionar. Ellos tienen derechos a que se les trate de una manera digna y se les de la oportunidad de pedir asilo. No queremos que los golpeen, pero tememos que la Policía Federal mexicana no los trate como debe hacerlo”, agrega el activista.

Tras una pausa, Mujica denuncia: “Mire, aquí en Tapachula están vendiendo los papeles. Si quieren visa, les cobran 500 dólares y se las entregan en tres o cuatro días. Todo esto nos preocupa, porque se trata de gente pobre cuyo único objetivo por ahora es huir y encontrar un lugar seguro para vivir. Nosotros los vamos a ayudar para que se queden en México y les explicaremos que si sieguen viaje a Estados Unidos, allá los pueden separar de sus hijos y enviarlos a la cárcel”, indicó.

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