Mintió sobre su nacionalidad y ahora le niegan la ‘green card’. Respondemos tus preguntas de inmigración
Miguel (cuyo nombre es otro y pidió mantener su verdadera identidad en reserva porque tiene activo un delicado caso de inmigración) viajó en diciembre a su país de origen, en Sudamérica, para una entrevista en el Consulado de Estados Unidos, donde le esperaba una visa de inmigrante autorizada por el Departamento de Estado.
Pero cuando estuvo frente al cónsul, el funcionario le dijo que no calificaba para recibir la visa, poque había cometido dos graves errores en el pasado: se hizo pasar por ciudadano mexicano para que lo deportaran al otro lado de la frontera y luego regresó sin permiso a Estados Unidos, una falta que en algunos casos se castiga de por vida.
Cada día llegan preguntas a la redacción de Univision Noticias.
Esta es una de las últimas que han respondido los abogados especializados que nos asesoran. Puedes mandarnos la tuya a: [email protected].
La historia de Miguel
El caso de Miguel no es único. Activistas y abogados consultados por Univision Noticias cuentan que, cuando un extranjero es hallado en la frontera por agentes de la Patrulla Fronteriza sin papeles o documentos que prueben su identidad, muchos se hacen pasar por ciudadanos mexicanos para que sean deportados “al otro lado” y, de esa manera, no tengan que hacer un nuevo viaje para intentar otra vez el cruce en busca del sueño americano.
“Como el interés de las autoridades federales es deportar a la mayor cantidad posible, ellos no se toman la molestia de investigar a fondo si la nacionalidad es correcta o no”, dice Juan José Gutiérrez, director de la organización Derechos Plenos para los Inmigrantes en Los Ángeles, California.
“Si tienen la apariencia de que se trata de ciudadanos mexicanos, asumen que lo son y los expulsan a México, desde donde dan la vuelta e intentan nuevamente ingresar a los Estados Unidos de manera indocumentada”, agrega.
Eso fue lo que hizo Miguel. Y tras ser expulsado, al poco tiempo regresó de manera exitosa para construir una nueva vida.
“Viví en Estados Unidos por 23 años y hace cinco años me hice de compromiso con mi esposa”, cuenta. “Ella es ciudadana americana, por lo que empezamos hacer mis trámites migratorios para legalizarme”.
El comienzo de la odisea
Una vez casado, su esposa ciudadana hizo la petición por medio de un formulario I-130 ante el servicio de inmigración (USCIS) para recibir la residencia legal permanente ( green card o tarjeta verde). Y cuando el Departamento de Estado les notificó que tenían un cupo de visa disponible, tramitaron un Perdón 601-A para poder salir de Estados Unidos en busca de la visa de inmigrante en su país de origen.
El Perdón 601-A sirve para dejar suspendido temporalmente los efectos de la Ley del Castigo por permanencia ilegal en el país a extranjeros que contraen matrimonio con residentes legales permanentes o ciudadanos. La Ley del Castigo, aprobada en 1996, sanciona con hasta 10 años fuera del país si la presencia indocumentada supera los 365 días.
“Pero cuando me entrevistaron, me hicieron varias preguntas y una de ella fue cuántas veces entré a Estados Unidos. Y les dije la verdad, que hacía 23 años yo pasé una vez y migración me detuvo y, por recomendación del coyote y por mis nervios, les dije que era mexicano”, explica.
Miguel cuenta además que, en ese momento (cuando les dijo que era mexicano), “me detuvieron unas horas, me tomaron las huellas dactilares y luego me llevaron al puente internacional y me soltaron, pero más tarde intenté nuevamente y logré cruzar la frontera”.
Antes de pedir permiso, revise el expediente
Abogados consultados por Univision Noticias recomiendan “decir la verdad” en todo trámite migratorio para evitar problemas en el futuro de un trámite. Pero también aconsejan que “si la persona tiene antecedentes migratorios previos y sabe que pueden causarle inconvenientes cuando solicite algún tipo de beneficio, busque consejo legal para revisar el expediente y definir una estrategia adecuada”.
“Si existe un historial de arrestos y regresos o deportaciones o expulsiones o salidas, hay que revisar el o los expedientes por medio de las FOIA, estudiar el caso y averiguar qué tipo de perdones son necesarios antes de pedir un beneficio y avanzar en un trámite”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California.
Gálvez detalla que hay cuatro maneras de sacar a un extranjero de Estados Unidos, siendo ellas deportación, deportación expedita, deportación voluntaria y regreso o retorno voluntario. “Y para cada uno de estos procesos existe un perdón que puede ser gestionado previamente”.
“En ciertos casos la falta no tiene graves consecuencias migratorias si se hacen las gestiones como se debe, dentro de la ley”, indica.
El comienzo de la pesadilla
Pero en el caso de Miguel la historia es otra. “Cuando le dije todo al cónsul que me entrevistó, me dijo que yo mentí a Estados Unidos al decir que era mexicano en vez de decirle que era de otro país. Y por más que le expliqué que el coyote me recomendó que dijera eso, él respondió que fue mi decisión y que nadie me presionó a decirlo”.
Miguel agrega que en ese momento “pedí disculpas” pero que el funcionario diplomático “preguntó si yo había sido detenido alguna vez en estos 23 años. Yo le dije que no, yo siempre fui una persona correcta y trabajador, pero a él no le importo nada de eso, por lo que me negaron la visa”.
José Guerrero, un abogado que ejerce en Miami, considera que mentir respecto a la nacionalidad se trata de un “fraude” y que el regreso a Estados Unidos de manera indocumentada después de una deportación o expulsión, “se tipifica como un re-entry” y se castiga con la deportación y 10 años sin poder entrar a Estados.
“Una vez cumplido el castigo, la persona debe tramitar un perdón consular”, indica. “Pero primero deben pasar los 10 años de la sentencia y esperar que el trámite sea aprobado para entonces recibir un perdón y autorización para entrar legalmente a Estados Unidos”.
El estado del caso de Miguel
Miguel cuenta que “después que me negaron la visa (de inmigrante), mi esposa ha tratado de hablar con el cónsul, pero ha sido imposible”. Y señala que ella padece problemas médicos “y no puede valerse por sí sola.
El inmigrante también cuenta que, después de que le negaron la visa, su abogada “envió todas las pruebas” de la enfermedad de su esposa a la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), “pero ellos nunca han considerado esta parte para mi proceso de legalización”.
El perdón 601-A
Se trata de una regla migratoria vigente desde julio de 2016. Permite que ciertos extranjeros indocumentados pueden recibir la Green Card (tarjeta verde) y no son sancionados con la Ley del Castigo.
El beneficio faculta que indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes, salgan de Estados Unidos y regresen con una visa de inmigrante, pero deben pedir perdón antes viajar para hacer el trámite consular.
“Todos los indocumentados, menos los esposos, hijos menores de 21 años y padres de ciudadanos estadounidenses que entraron legalmente al país, necesitan hacer este trámite en caso de solicitar un ajuste de estado por medio del Formulario I-130 y tener un cupo de visa disponible”, explica Guerrero.
“Este proceso los obliga a salir del país para un trámite en el consulado estadounidense, donde deben pedir una visa de inmigrante para regresar y luego obtener la codiciada tarjeta verde”, agregó.
En cuando a los indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses que entraron legalmente al país, no requieren salir y llevar a cabo el trámite consular. “Esperan la green card dentro de Estados Unidos”, precisó Guerrero.