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Asilo Político

Por qué la crisis migratoria que viven Nueva York y Chicago no se siente (todavía) en California

Activistas y organizaciones señalan que el principal factor que permite a California evitar crisis como las que se viven en ciudades como Chicago y Nueva York es la existencia de redes de ayuda creadas por familiares y amigos que brindan refugio, comida, asistencia humanitaria y apoyo necesario para que los nuevos inmigrantes puedan insertarse en el nuevo país donde llegan en busca de asilo.
Publicado 30 Nov 2023 – 06:03 AM EST | Actualizado 30 Nov 2023 – 06:08 AM EST
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De los 52 inmigrantes que el martes llegaron a Los Ángeles enviados en un autobús procedente de Brownsville, Texas, por el gobernador Greg Abbott (republicano), solo dos necesitaron ayuda para encontrar habitación en un albergue, 17 recibieron asistencia para movilizarse a otras ciudades y estados, y el resto se quedó con familiares que viven en California.

A pesar de los envíos, que para Texas son un castigo por presencia ilegal en Estados Unidos, para las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes se trata de una oportunidad para seguir ayudando y ofreciendo un trato humano.

Jorge Mari Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA) que forma parte de la organización LA Welcomes Collective, dice que Texas ha enviado más de mil inmigrantes "de distintas nacionalidades en autobuses ordenados por el gobernador Abbott" y que a todos ellos se les ha brindado asistencia.

“Hacemos todo esto porque creemos y apoyamos causas caritativas”, afirma el activista.

Lejos de Los Ángeles, en Chicago, Illinois, y la ciudad de Nueva York, el escenario es diferente.

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Crisis migratoria podría 'destruir' NY asegura alcalde Eric Adams

En la denominada ‘Ciudad de los vientos’, los entre 2,500 y 3,000 extranjeros enviados por Texas en los últimos meses viven en condiciones de alta vulnerabilidad, la mayoría en estaciones de policía y bomberos soportando la crudeza del frío del otoño.

En Nueva York, por su parte, son más de 130,000 los extranjeros en similares condiciones en una ciudad que desesperadamente ha solicitado la ayuda del gobierno federal para enfrentar una crisis que no tiene precedentes.

El balance del bus con 52 inmigrantes

Cabrera explica que el autobús que llegó el martes en la tarde a la Union Station estaba integrado por 9 familias, 19 hombres y 15 mujeres originarios de Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Venezuela.

Indicó que el mayor número de solicitantes de asilo provino de México (27), seguido de Venezuela (10), “lo que refleja condiciones sociales, políticas y climáticas que hacen la vida insoportable para las personas en esas regiones”.

Y la mayoría, menos de 24 horas después, o bien fue asistido para llegar junto a familiares o se encaminaron hacia otras ciudades e incluso a Phoenix, Arizona.

“Aproximadamente el 70% del total se queda en Los Ángeles y el resto se une a familiares y patrocinadores en otros lugares”, sostuvo el activista, quien resaltó que el principal trabajo que hace la organización de ayuda es “contrarrestar el enfoque cruel e inhumano de las expulsiones de Texas con una bienvenida y el apoyo en Los Ángeles, donde las familias disfrutan de una comida caliente, reciben bolsas con artículos de primera necesidad, ropa y juguetes para los niños y reciben valioso asesoramiento legal y ayuda para llegar a sus hogares”.

Por qué Los Ángeles no está en crisis (todavía)

Cabrera explica que una de las causas de la crisis que se está viendo en Nueva York y Chicago se debe a “la llegada de extranjeros de nacionalidades que no tienen familiares establecidos en esos destinos y por tanto no existen redes de apoyo”.

En el caso de los inmigrantes que llegaron el martes, la mayoría tenía algún familiar o amigo con quien establecerse. "Los únicos que no tenían seres queridos o familiares aquí eran venezolanos”, agregó.

El director de comunicaciones de CHIRLA dijo además que “la comunidad venezolana en California no tiene el mismo sistema y redes de apoyo que mexicanos o salvadoreños, que llevan décadas establecidos en California, lo que marca una gran diferencia con lo que sucede en otros estados del norte”.

Pero también advirtió que, si bien por ahora han logrado responder al reto de ayudar y ubicar a 1,045 inmigrantes expulsados por el gobernador de Texas, “no se sabe cuánto tiempo más se podrá sostener este tipo de apoyo".

"Esperamos que lleguen más inmigrantes y si contamos con fondos podremos seguir ayudando. Pero también es importante que el gobierno agilice el proceso de los permisos de trabajo y se proteja el derecho de asilo que por ahora está bajo ataque”.

Las iglesias se unen en Chicago

Al menos 17 iglesias de distintas denominaciones en Chicago se unieron para atender la crisis que afecta a cerca de 3,000 inmigrantes y preocupa toda la ciudad, donde el frío del otoño anuncia la llegada de un crudo invierno.

“Las iglesias de fe nos estamos reuniendo con el alcalde para ver cómo ellos pueden aceptar a los inmigrantes una vez que salgan de las estaciones de policía donde se encuentran, plazo que finaliza el 1 de diciembre”, dice Emma Lozano, Emma Lozano, pastora de la Iglesia Adalberto Metodista Unida de Chicago.

“El clima se está poniendo frío y casi es imposible por ahora mantener a la gente en las estaciones de policía, donde viven amontonados esperando la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos”, agrega.

La ley del estado de Illinois permite que las personas vulnerables que no tienen un lugar donde dormir pernocten en las estaciones de policía o bomberos, pero la ciudad ha dado un plazo para desalojarlos. Iglesias y organizaciones realizan esfuerzos de última hora para relocalizarlos en lugares seguros donde puedan resguardarse del duro clima invernal.

Lozano dice que la mayoría de los inmigrantes que se encuentran en Chicago busca asilo y que “los expulsaron desde Texas como parte de una declaración política del gobernador Abbott siendo que se trataba de personas que estaban huyendo de sus países en busca de asilo en Estados Unidos para salvar sus vidas”.

“Nadie deja su país de origen porque le gusta el clima de Chicago”, precisó. “Esta gente viene por necesidad. Muchos son venezolanos que no tienen a nadie aquí que los reciba”.

Lozano dijo además que muchos de los refugiados ya tramitaron sus permisos de trabajo cuando calificaron para el TPS otorgado por el gobierno, pero que las autorizaciones de empleo “se están demorando en ser entregadas”.

Diversas organizaciones y la municipalidad de Chicago estiman que la cantidad total de inmigrantes refugiados en la ciudad oscila entre 17,000 y 20,000, la mayoría de ellos centroamericanos y sudamericanos.

Nueva York no escapa a la crisis ni al frío

En la ciudad de Nueva York es donde más se siente y se mira la crisis de los inmigrantes. Son más de 130,000 los que han llegado a la Gran Manzana y un elevado porcentaje fue enviado en autobuses desde Texas por orden del gobernador Abbott.

El alcalde Eric Adams ha dicho que los fondos de la ciudad para el manejo de la crisis se están “agotando” y en varias ocasiones ha pedido al gobierno federal que le brinde fondos para dar refugio, alimento y ayuda legal a los inmigrantes y que estos puedan enderezar sus procesos de asilo.

Los inmigrantes enviados por Texas, tanto a Los Ángeles como Chicago o Nueva York, han tenido que recibir asesoramiento legal para solicitar el traslado de sus casos de asilo a nuevos domicilios y con ello evitar no presentarse a las audiencias judiciales en los tribunales de inmigración y perder sus derechos de permanencia en Estados Unidos.

Pero también deben enfrentar un grave atasco en la Corte de Inmigración (EOIR) que tiene entre 2.3 y 2.5 millones de casos acumulados y en promedio cada expediente demora entre 3 y 4 años en ser resuelto.

Por su parte, la oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) tiene acumulados más de 500,000 peticiones de permisos de empleo y más de 920,000 peticiones de asilo afirmativo.

Este miércoles, el Diario de Nueva York reportó que unos 3,000 inmigrantes que se encuentran en esa ciudad y que calificaron para un programa legal tal como asilo o Estatus de Protección Temporal (TPS) ya recibieron sus autorizaciones de empleo, pero que todavía miles aguardan el preciado documento que los alejará de la pobreza extrema.

Lozano dijo que, a pesar de que muchos inmigrantes que han llegado en los últimos meses a Chicago y otras partes del país como Nueva York y Los Ángeles, los seguirán ayudando a conseguir beneficios como el permiso de trabajo: "Porque se lo merecen, aunque en ese esfuerzo y ayuda participan inmigrantes indocumentados que llevan años en este país y no pueden conseguir los mismos beneficios”.

“Todo esto está causando divisiones”, aseguró. “Pero como Iglesia seguiremos ayudar y esperamos que el gobierno y el Congreso hagan lo que tienen que hacer para poner fin a estas desigualdades”.

De acuerdo con la página digital de Abbott, Texas ha enviado:


  • 12,500 inmigrantes a Washington;
  • 23,800 inmigrantes a la Ciudad de Nueva York;
  • 19,100 inmigrantes a Chicago;
  • 3,200 inmigrantes a Philadelphia;
  • 6,500 inmigrantes a Denver; y
  • 1,100 inmigrantes a Los Ángeles
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