“Si me deportan mi vida se acaba”, dice inmigrante con TPS que lleva más de 23 años en EEUU
La decisión (2-1) tomada el lunes por un de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 9º Circuito que le dio la razón al gobierno de Donald Trump para cancelar el Programa de Protección Temporal (TPS) de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán, sumió en la incertidumbre a unos 300,000 indocumentados, varios de los cuales llevan décadas en Estados Unidos.
“Si me deportan mi vida se acaba”, dice Reina, una inmigrante de origen salvadoreño que lleva más de 23 años viviendo en California. “Todo esto me ha tenido muy asustada, preocupada porque yo ya sufrí lo que es una deportación”, cuenta.
Durante el segundo gobierno de Barack Obama el padre de sus dos hijos, ahora de 9 y 14 años nacidos en Estados Unidos, fue arrestado por agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y deportado.
“Yo tenía suspendido el TPS; pero mi abogado me lo arregló. Pero el de mi esposo no se pudo. Eso fue devastador, yo pasé por ese momento y ahora, con esta decisión, es como si todo se repitiera”, señala.
“Si me quitan el TPS, yo tengo una orden de deportación suspendida. No quiero dejar a mis hijos solitos. Ellos son de aquí (...) En mi país no tienen futuro”, alega. “Claro que tengo miedo”.
“No quieren hablar”
Casi todos los beneficiarios del programa no quieren hablar con los medios. “Hay mucho miedo”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida). “Entraron en pánico. Desde ayer los teléfonos de la oficina no han dejado de sonar. La gente está muy asustada”.
“Algunos de los beneficiarios del programa tienen todavía opciones legales”, agrega. “Por eso es importante buscar consejo legal apropiado con un especialista con licencia del estado. Pero lo importante no es entrar en pánico”, indica.
Para Yael Schacher, abogado principal de Refugees International, la sentencia pronunciada por la Corte de Apelaciones del 9º Circuito el lunes “ha puesto en peligro la vida de cientos de miles de personas con Estatus de Protección Temporal (TPS), muchos de los cuales han vivido en los Estados Unidos durante más de dos décadas y se desempeñan como trabajadores esenciales en la primera línea de la respuesta a la pandemia”.
“El dolor y el miedo causados por esta decisión se sentirán profundamente en las comunidades, ya que los residentes de mucho tiempo que viven con TPS ahora se encuentran en el limbo y enfrentan el riesgo de ser separados de sus hijos nacidos en Estados Unidos”, indicó.
Schacher dijo además que “cuando el Congreso creó el TPS, su objetivo era garantizar que las personas no fueran deportadas al peligro. Debido a que la istración Trump ha trabajado para cancelar este importante programa, el Congreso debe actuar nuevamente para garantizar que las personas reciban esta protección en los próximos meses", apuntó.
Sindicalistas critican fallo
La American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales -AFL-CIO-), la mayor organización sindical de Estados Unidos criticó la decisión del de la corte de apelaciones sobre el TPS.
“Como resultado de este fallo, cientos de miles de trabajadores y trabajadoras, muchos de los cuales se encuentran en la línea del frente luchando contra la pandemia del coronavirus, encuentran sus vidas y sus medios de subsistencia en un riesgo inaceptable”, dijo Richard Trumka, presidente del sindicato.
“Toda nuestra fuerza laboral se ha beneficiado del TPS, y todos seremos perjudicados si estos trabajadores vitales son despojados innecesariamente de su estatus”, agregó.
Trumka dijo además que la decisión del presidente Trump “de poner fin al TPS fue cruel e incorrecta, y su impacto dañino será aún mayor en medio de esta pandemia. Estamos decepcionados de que el tribunal haya permitido la terminación de las protecciones que han ayudado a aumentar los salarios, mantener una fuerza laboral estable y reducir la explotación en nuestro país”, indicó.
“Desmantelar TPS es un ataque directo a los del sindicato y los valores sindicales que solo fortalece nuestra determinación de superar las divisiones raciales y exigir cambios en un sistema manipulado para beneficiar a los más ricos y a las corporaciones”, apuntó el líder sindical.
Separaciones forzadas
La decisión también amenaza con separar a familias mixtas con hijos estadounidenses. “El fallo judicial coloca a 300,000 beneficiarios de TPS, incluidos más de 130,000 que se desempeñan como trabajadores de infraestructura crítica esencial, en riesgo de ser separados de sus familias y deportados a condiciones peligrosas en sus países de origen”, dijo Tom Jawetz, vicepresidente de Política de Inmigración del Center for American Progress Action Fund.
“Poner fin al TPS se convertirá en la forma más nueva de separación familiar por parte de las autoridades federales de inmigración”, precisó. “Al igual que los ataques que hemos visto contra los dreamers, el gobierno de Trump está tratando de deportar a cientos de miles de inmigrantes trabajadores de sus comunidades, separándolos de sus familias y de las vidas que han construido aquí en los Estados Unidos”.
A su vez, Beth Werlin, directora ejecutiva del American Immigration Council (AIC), “los beneficiarios del TPS han permanecido en Estados Unidos durante años, a menudo décadas, y tienen vínculos excepcionales con nuestras comunidades. Son padres de miles de niños ciudadanos estadounidenses y muchos de ellos trabajan en campos críticos”.
“La decisión sumirá sus vidas en una mayor confusión en un momento en el que todos necesitamos una mayor certeza. Los beneficiarios de TPS necesitan una solución permanente que les permita vivir y trabajar en los Estados Unidos sin la constante amenaza de deportación”, señaló.
Werlin dijo además que “en su esfuerzo continuo por expulsar a los inmigrantes de Estados Unidos, el gobierno de Trump ignoró descaradamente las condiciones actuales en los países designados por TPS para justificar sus decisiones de terminar estas protecciones. Estamos decepcionados de que la corte se haya negado a reconocer los orígenes racistas de los comentarios del mandatario y la conexión directa con las eliminaciones de TPS de la istración. La animadversión racial que llevó a estas decisiones es real y no se puede ignorar”, concluyó.