Las habilidades que necesitan los estudiantes para ser exitosos en este siglo tienen que ser evaluadas constantemente

La mayoría de los estudiantes del país son evaluados con exámenes en los que basta rellenar la burbuja que está al lado de la opción que se considera correcta. Y, aunque con estos test estandarizados se busca que los conocimientos sean comunes entre todos los alumnos, especialistas señalan que cada día están más lejos de medir los conocimientos que necesitan los jóvenes para hacerle frente a las carreras y empleos del Siglo XXI.
Según Dion Burns, investigador senior en Learning Policy Institute, para que los alumnos aprendan cómo resolver problemas, comunicarse efectivamente y colaborar, éstas habilidades deben ser evaluadas frecuentementes, y los resultados deben usarse para mejorar las formas de enseñanza y aprendizaje, más que para penalizar a escuelas y estudiantes.
“Las evaluaciones que desarrollan y califican las habilidades de ‘ aprendizaje más profundo’ de los estudiantes necesitan incorporar cada vez más lo que se conoce como evaluación de desempeño, que son tareas que oscilan entre respuestas escritas y proyectos bien diseñados, carpetas de trabajo y presentaciones para defender las asignaciones. Este tipo de evaluación no sólo revela el conocimiento del estudiante, sino sus habilidades de pensamiento de alto nivel para el análisis y la síntesis, así como también su habilidad para aplicar el conocimiento de nuevas maneras”, explica Burns.
Estas evaluaciones son útiles para los estudiantes porque les permite tener una retroalimentación por parte de sus profesores; pero también es beneficiosa para los maestros porque les ayuda a saber de qué forma sus alumnos entienden los conceptos, cómo piensan, cómo se aproximan al conocimiento y qué cosas adicionales necesitan saber.
“Debido a que son muy informativas tanto para estudiantes como para maestros, estas evaluaciones deben hacerse durante todo el año escolar, para indicarle a los alumnos cómo pueden mejorar su trabajo y a los educadores qué tan bien están aprendiendo los estudiantes con su acompañamiento o si deben hacer un cambio en la enseñanza. Un sistema de evaluación bien diseñado también debe proveer información valiosa para apoyar el continuo mejoramiento de escuelas y distritos”,añade Burns.
Somos más complejos que un examen estandarizado
Como sostiene el doctor Elliot Washor, cofundador de la organización Big Pictures Learning, en su artículo: The Time Has Come for Assessment that Matter (Ha llegado el momento para unas evaluaciones que importen): “la educación es uno de los pocos campos, y quizá el único sistema, que ni cambia sus estándares ni la manera con la que mide esos estándares mientras la sociedad se transforma”.
Es por eso que la red de que incentiva el ‘aprendizaje más profundo’ está en constante búsqueda de un sistema de evaluación que apoye el logro de las metas educativas, en el que gane tanto el maestro como el estudiante.
Tim Presiado, director ejecutivo de New Tech Network, asegura que, debido a que el ser humano es mucho más complejo que un exámen, en la organización que trabaja han creado una sistema de evaluación en el que se califican múltiples habilidades del estudiante.
“En New Tech Network creemos que hay un lugar para los exámenes, pero estos son intencionalmente alineados a las habilidades que cada persona debe desarrollar para encontrar el éxito (...) Evaluamos a nuestro alumnos y les damos una calificación en cinco áreas: conocimiento y pensamiento, capacitación, comunicación oral, comunicación escrita y colaboración. ¿Qué trabajo del siglo XXI existe que no requiera de estas habilidades?”, se pregunta.
Y aunque el camino a un sistema de evaluación académica más acorde a las necesidades actuales del mercado es incierto, Burns asegura que muchas escuelas en Estados Unidos están usando las evaluaciones con presentaciones como parte de nuevas aproximaciones de evaluación.
Un ejemplo de ello, dice, son las escuelas del distrito de Oakland, en California, donde los alumnos del último año de secundaria realizan un trabajo final en el que escogen un tópico de su interés. Luego, conectan con una organización de la comunidad o hacen una pasantía como parte de su investigación, con lo que su conocimiento adquiere relevancia y ellos ganan experiencia. Se realiza durante todo el año y constantemente reciben de sus profesores hasta el día de la presentación final, que se hace frente a un , que puede hacer preguntas.
“Su trabajo es evaluado usando reglas estandarizadas que reflejan muchas direcciones de su investigación y presentación. Los alumnos que no alcanzan a pasar lo que estipula el estándar deben revisar su trabajo hasta que lo alcancen. Esta estructura da a los estudiantes la oportunidad de desarrollar su pensamiento crítico, sus habilidades de comunicación y los ayuda a prepararse para la universidad y su profesión”, explica Burns.
El especialista asegura que con frecuencia los estudiantes que han tenido esta experiencia dicen que este sistema de evaluación los preparó mejor para la universidad de lo que lo haría un examen estandarizado, y que aprendieron a hacer una investigación de las que importan en el mundo real.
Esta nota se realizó en colaboración con Hewlett Foundation.