Torturas, abortos forzados y violencia sexual: el devastador informe de la ONU sobre abusos del gobierno chino a la minoría uigur
En las detenciones e internamientos masivos en campos de “reeducación” de los uigur y otras minorías musulmanas en la región china de Xinjiang pudo haber torturas, abortos y esterilizaciones forzados, así como violencia sexual.
Esas y otras “serias violaciones de los derechos humanos” las califica como “creíbles” un devastador y esperado informe de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (ACNUDH), departamento de la ONU encabezado hasta este miércoles por la expresidenta chilena, Michelle Bachelet.
El reporte, difundido minutos antes de que expirara el mandato de Bachelet, critica que bajo la excusa de supuestas acciones contra el terrorismo y extremismo se privó de libertad a gran escala y se violó los derechos de minorías musulmanas, particularmente los uigures entre 2017 y 2019.
Las autoriades chinas arremetieron contra el informe, que tacharon de “lleno de falacias” y parte de un departamento que considera “una herramienta política de Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Detenciones ilegales, torturas, esterlizaciones forzosas, abusos sexuales…
A pesar de que Pekín nunca autorizó una misión de los expertos en derechos humanos de la ONU en el terreno, ACNUDH pudo entrevistar a algunos de los detenidos en los centros de internamiento masivos relacionados con los abusos.
El informe considera creíbles las denuncias de los detenidos que afirmaron, en consonancia con otras investigaciones de organizaciones de defensa de los derechos humanos, que eran arrestados sin derechos y padecían torturas en forma de duros interrogatorios que incluían golpizas.
“Algunas de las mujeres dijeron que fueron forzadas a tener abortos y se les implantaran dispositivos intrauterinos tras llegar al número permitido de hijos por la política de planificación familiar”, dice el informe.
“Otras hablaron de varias formas de violencia sexual, incluidas violaciones, principalmente de mujeres. También hay denuncias de sexo oral forzoso durante interrogatorios y varias formas de humillación sexual como los desnudos forzosos”.
Reconoce, sin embargo, que no puede determinar con exactitud la amplitud de estos abusos más extremos que dice denunciaron dos tercios de los 26 exdetenidos entrevistados.
Esperado y polémico reporte de Bachelet
El reporte repasa además la legislación antiterrorista china, con la que Pekín justifica los internamientos en lo que eufemísticamente llama “campos de educación vocacional” de quienes considera una amenaza, y critica la vaguedad de la normativa y cómo se vale de conceptos indeterminados para empoderar al funcionario de turno, a cuya discreción queda el destino de los indiviudos.
Muchos acababan detenidos por causas difusas y absurdas como tener demasiados hijos, haber nacido en determinado año, usar velo o llevar barba, tener Whatsapp, etc.
Según un informe de 2021 de la organización de derechos humanos Human Rights Watch citado por EFE, el 21 % de arrestos registrados en toda China ocurrían en Xinjiang, a pesar de tener menos del 2 % de la población nacional.
Xinjiang ha sido durante décadas una región de clara mayoría musulmana aunque el equilibro demográfico se ha modificado en los últimos tiempos con incentivos dados a chinos de la mayoritaria etnia han para que se trasladen a vivir allí.
El reporte del equipo de Bachelet es una histórica toma de posición de la agencia de la ONU encargada de velar por el respeto de los derechos humanos.
La semana pasada Bachelet denunció “enormes presiones”. De hecho, el documento llevaba tres años en preparación y acumulaba meses de un misterioso retraso que había alimentado críticas de parte de activistas y no pocas especulaciones sobre Bachelet.
En su comparecencia ante la prensa del 25 agosto, Bachelet atribuyó los retrasos a que requería tiempo para incorporar las observaciones que hizo en su visita de mayo.