El presidente de Sudáfrica Jacob Zuma anuncia su renuncia "inmediata", acosado por escándalos de corrupción

El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunció este miércoles su "renuncia inmediata" luego de que su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC) presionara con para que dimitiera tras nueve años de gobierno cargados de escándalos por corrupción.
"Tomé la decisión de dimitir como presidente de la república a efectos inmediatos", dijo Zuma en un discurso televisado en el que anunció su "despedida" a la nación, y agregó: "He servido al pueblo de Sudáfrica lo mejor que he podido".
Zuma, de 75 años, dijo no estar de acuerdo con la forma en que el ANC lo presionó para una salida anticipada después de la elección de Cyril Ramaphosa, el vicepresidente de la nación, como jefe del partido en diciembre.
Días atrás, el ANC había dicho al presidente que dimitiera o se enfrentaría a un voto de confianza ante el Parlamento el próximo jueves.
"¿Qué hice? Nadie me puede dar razones", agregó en referencia a la presión de su partido.
El líder había mantenido una postura de 'no renuncia' hasta el lunes cuando, según reportes de agencias, el mismo Cyril Ramaphosa fue personalmente a su residencia en Pretoria para rogarle que renunciara.
Tras la renuncia, el ANC emitió un comunicado diciendo que la renuncia de Zuma brindó "certeza al pueblo de Sudáfrica".
Un pasado de héroe
Si bien Sudáfrica es la economía más industrializada del continente, es un país marcado por enormes desigualdades arraigadas desde los años de gobierno racista de minoría blanca que terminaron en 1994, con la llegada del primer presidente negro, el fallecido Nelson Mandela.
El ANC es precisamente el partido de Mandela y muchos veían los escándalos y la mala istración de Zuma como una amenaza de destrucción para el partido del héroe del apartheid.
Zuma es un exmiembro del ala militar del partido ANC cuando el país estaba en pleno apartheid, el sistema de segregación nacional impuesto por la minoría blanca.
Zuma también fue tratado como un héroe de ese movimiento, ya que estuvo como preso político en la misma cárcel que Mandela, en Robben Island, durante cerca de una década.
Fue una figura ascendente dentro de la organización hasta llegar a la presidencia de Sudáfrica en 2009.
Pero desde entonces, su poder se ha visto debilitado año tras año por numerosos casos de desvíos de fondos públicos y corrupción.
Ahora Zuma deja su cargo con en medio de escándalos y con una economía en situación crítica.
La dimisión de Zuma deja a Cyril Ramaphosa, como el líder de la nación al menos de modo interino. También será quien encabece el intento por 'limpiar' el legado del movimiento y del partido.
Además, 24 años después de la promesa de unificación racial con la que Mandela llegó al poder, esa "nación arcoíris" de la que hablaba el líder aún no se ha concretado ya que Sudáfrica sigue siendo un país sumido en las desigualdades, en especial raciales, en que muchos negros siguen viviendo en críticas condiciones.