En coreano y sin estrellas: cómo 'Squid Game' se convirtió en el gran fenómeno de Netflix
Está grabada en coreano, no tiene estrellas internacionales y tampoco ningún alarde visual, pero "El juego del calamar" (Squid Game) y a es el mejor estreno de la plataforma Netflix y va camino de convertirse en su "contenido más importante".
Así lo dijo recientemente el jefe de contenidos de Netflix, Ted Sarandos. Todos en la compañía aseguran que este fenómeno mundial les ha tomado por sorpresa: esperaban que fuera una serie importante en Corea del Sur, pero no el contenido más visto en 90 países.
La premisa de la serie, que por el momento solo tiene una temporada de nueve capítulos, tampoco es novedosa: un hombre endeudado, Seong Gi-hun, entra en una competición que podría suponer la solución a todos sus problemas pero que acaba siendo un juego macabro contra otras 455 personas desesperadas.
La serie surcoreana, convertida en un fenómeno mundial de masas, supera ya en Netflix a otros formatos de éxito como "Bridgerton", que hasta ahora tenía el récord con 82 millones de espectadores, "The Queen's Gambit", "Stranger Things", "Tiger King" o "Money Heist" ("La Casa de Papel").
Todo esto según las métricas de Netflix, porque no tiene auditoría externa de sus audiencias. Su método es controvertido: basta con que un abonado vea un contenido concreto durante dos minutos para que se contabilice como espectador.
Ese sistema favorece a la plataforma cuando se trata de fenómenos virales como este: miles de personas hablan de la serie, para bien y para mal, entonces otras miles de personas sienten curiosidad por algo de lo que todos comentan.
Pero el fenómeno es indiscutible: según las métricas de Google, las búsquedas relacionadas con la serie eclipsan a las de cualquier otro título; las deportivas Vans que visten sus protagonistas han aumentado sus ventas en un 7,800% y una operadora de internet surcoreana ha pedido a Netflix una indemnización por el incremento en el uso de banda tras el estreno.
La temática de la oscarizada "Parásitos"
"Squid Game" recuerda tanto en el tema como en el tono a la oscarizada "Parasites" , que en 2020 pasó a la historia como la primera película extranjera en ganar el gran galardón de Hollywood como mejor filme.
Las dos historias hablan de temas muy presentea en la ficción surcoreana contemporánea: la desigualdad, el éxito material como objetivo, la frustración de una clase media asolada por varias crisis económicas.
"Las historias y los problemas de los personajes son extremadamente personalizados, pero también reflejan los problemas y las realidades de la sociedad coreana", ha explicado el creador de "Squid Game", Hwang Dong-hyuk.
Ambos productos también se inscriben en el Hallyu , literalmente la "ola coreana", que describe el fenómeno cultural que ha situado las creaciones de Corea del Sur en lo alto del panorama internacional en las últimas décadas.