Parlamento de Irán aprueba enriquecer uranio a niveles cercanos a los de armas nucleares, tras la muerte del 'cerebro' detrás de ese programa
El Parlamento iraní aprobó este miércoles enriquecer uranio a niveles cercanos a los que utilizan las armas nucleares, lo que violaría el acuerdo firmado por el país en 2015 y en una aparente respuesta al reciente ‘el cerebro detrás del proyecto nuclear iraní’.
“Irán parece estar avanzando en la dirección de dar una respuesta estratégica a Israel”, aseguró el diario Tehran Times en un artículo publicado este miércoles.
Teherán ha señalado a Israel como responsable de la muerte de Fakhrizadeh. Sin embargo, según el diario, desde principios del pasado mes de noviembre, los legisladores ya se habían movido para revisar una estrategia paso a paso para responder a las medidas que la istración de Donald Trump ha adoptado contra Irán en los últimos años respecto al tema nuclear.
De hecho, el Parlamento también aprobó este miércoles prohibir la entrada de inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares si, para inicios de febrero –cuando habrá asumido ya el mandatario electo, Joe Biden–, no se levantan las sanciones estadounidenses.
La respuesta del Congreso iraní dio luz verde a impulsar el programa nuclear del país que, entre otros artículos, estipula producir y almacenar cada año 120 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, muy por encima del 3.67% de pureza que permite el pacto nuclear.
Según el portal Iran News, el proyecto, que todavía debe superar otros pasos como ser aceptado por el Consejo de Guardianes para convertirse en ley, obligaría a la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) a producir cada mes 500 kilogramos de uranio enriquecido de bajo nivel.
El plan prevé, además, la puesta en marcha de una fabrica de producción de uranio metálico en Isfahán, la restauración del reactor de agua pesada de Arak y el diseño de otro reactor de agua pesada de 40 megavatios. La moción también implica realizar actividades de enriquecimiento de uranio con al menos 1,000 centrifugadoras avanzadas IR-2M en la instalación de Natanz dentro de los tres meses posteriores a la ratificación de la ley.
El pacto nuclear, conocido como JOA por sus siglas en inglés y que fue firmado por Irán y seis grandes potencias en 2015, solo permite el uso de centrifugadoras de primera generación.
El JOA se encuentra muy debilitado desde el retiro unilateral de Estados Unidos y la imposición de nuevas sanciones contra Irán que, en represalia, comenzó en 2019 a reducir el cumplimiento de sus compromisos.
Oposición del gobierno
La ofensiva del Parlamento iraní, dominado por los conservadores, no es vista con buenos ojos por el Gobierno, cuyo portavoz, Alí Rabií, subrayó que las decisiones respecto al JOA dependen del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y no del Parlamento.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Said Jatibzadeh, aseguró, por su parte, que el plan "no ha tomado en cuenta" las opiniones del Ejecutivo ni de su departamento. "El Gobierno ha declarado que actualmente este plan no es necesario ni útil", dijo en rueda de prensa Jatibzadeh, quien instó a los diputados a reconsiderar su opinión.
Tras la aprobación preliminar del proyecto, los diputados iraníes gritaron lemas como "Dios es grande", "muerte a Estados Unidos" y "muerte a Israel". Los ánimos están especialmente álgidos desde el viernes pasado con la muerte de Mohsen Fakhrizadeh, acto por el que Teherán ha acusado, además de a Israel, al grupo opositor en el exilio Muyahidin al Jalq.
Fakhrizadeh era jefe de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa y, según Occidente e Israel, dirigió el antiguo programa secreto iraní para desarrollar armas atómicas, del que Teherán siempre ha negado su existencia.
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