Esta joven gimnasta compite (y gana) sin parte de su brazo y sueña con unas Olimpiadas
Pese a nacer sin la parte inferior de su brazo izquierdo, Sara Becarevic nunca consideró esto como una limitante en su sueño de convertirse en una gimnasta rítmica reconocida internacionalmente.
Originaria de Bosnia y Herzegovina, un país en el este de Europa donde la exclusión social y económica suele marcar a las personas con alguna discapacidad, esta joven de casi 14 años que veía los campeonatos mundiales de gimnasia desde pequeña por televisión, sabe que nada es imposible.
“Algunas personas dijeron que era imposible, que no podía hacerlo, pero puedo”, dijo Sara a Associated Press (AP).
Becarevic, quien es parte del club Visoko de la ciudad del mismo nombre donde nació, está ganando medallas en las competencias que participa pese a la desventaja que podría significar el no tener la mitad de uno de sus brazos.
" No me importa lo que digan los demás, mi propio sentido de lo que puedo lograr es lo único que importa", expresa Becarevic, quien cumplirá 14 años este 6 de diciembre.
El doble reto de Sara Becarevic
que la impulsa cada día
Debido a que la gimnasia rítmica ni la artística están representadas en los Juegos Paralímpicos, Sara no tiene más opción que competir contra atletas sin condicionantes físicas en estos deportes.
Para lograr hacer los complejos movimientos que requiere la gimnasia, Sara ha encontrado la manera de aprovechar al máximo su brazo derecho, que es con el que sujeta los aros con los que hace sus rutinas.
Su madre, Sanela Becarevic, reconoce que al inscribir a su hija a los 9 años en el club de gimnasia rítmica de Visoko estaba "preocupada por cómo la aceptarían", pero agradece haber encontrado a Amina Lepic-Mlivic como entrenadora de Sara, pues esta la acogió en el equipo como una más.
La madre de Sara asegura que esto fue “suerte”, en un país donde la UNICEF señala que "los niños con discapacidades y sus familias aún enfrentan discriminación, sus derechos a menudo no se cumplen plenamente y aún enfrentan un limitado a los servicios básicos".
Lepic-Mlivic: su entrenadora y motivadora
A Amina Lepic-Mlivic no le tomó mucho tiempo darse cuenta que Sara era diferente, pero no por su condición física que podría limitarla, sino por la personalidad y el carácter que siempre ha tenido.
“Lo que la hizo diferente fue su determinación única, su dedicación a la práctica" y su talento, expresa Lepic-Milvic a AP.
“Al principio, fue inusual, no diré difícil, simplemente inusual, porque también fue una experiencia nueva para mí. A medida que nos conocíamos, estábamos aprendiendo unos de otros”, recordó la entrenadora del equipo Visoko.
Por su parte, su alumna, quien ha traído a casa medallas de varios torneos de gimnasia rítmica nacionales e internacionales, considera que esto es solo el comienzo.
"Pensé que sería difícil, pero cuando practicas mucho y te esfuerzas aún más, se vuelve fácil", dijo Becarevic, quien tiene como objetivo competir en los Campeonatos del Mundo y los Juegos Olímpicos contra las mejores gimnastas del mundo.
En este sentido, su entrenadora dijo que tiene fe en su joven discípula que ya ha demostrado ser capaz de hacer realidad sus sueños.
“Realmente tengo fe en esta chica, en Sara, y estoy orgullosa de que me haya elegido para ser su entrenadora. Creo que ella es capaz de participar algún día en los Campeonatos de Europa o del Mundo”, dijo Lepic-Milavic.
Aunque el club Visoko fue fundado por la ciudad y compite internacionalmente bajo la bandera de Bosnia, su aparato, uniformes y gastos de viaje suelen ser financiados por sus , o más bien por sus padres.
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