Tras críticas de republicanos, Trump amenaza con represalias a Turquía si ataca a fuerzas kurdas en Siria
El sorpresivo anuncio que hizo este domingo el presidente grupo yihadista Estado Islámico.
La decisión de retirar entre 50 y 100 "operadores especiales" de la frontera norte de Siria parecía haber dado luz verde a una incursión turca. En efecto, este mismo lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que la operación podría "llegar cualquier noche sin previo aviso".
Pero luego de críticas de sus aliados internos, Trump ha matizado el anuncio al advertir a Ankara que "destruiría" la economía del país si lanzan el ataque contra las fuerzas kurdas en Siria, que ya han perdido a 11,000 combatientes en la batalla contra el ISIS.
"Como ya he dicho antes, y sólo para reiterar, si Turquía hace algo que yo, en mi gran e incomparable sabiduría, considero que está fuera de los límites, destruiré y arrasaré totalmente la economía de Turquía (¡ya lo he hecho antes!)", dijo Trump en un tuit.
Sin embargo, Trump dejó en claro que quiere terminar con la presencia de militares de Estados Unidos en la región.
"Queremos traer a nuestras tropas de vuelta a casa de estas guerras interminables y somos como una fuerza policial. No estamos peleando. Estamos vigilando".
Pero la "gran e incomparable sabiduría" de Trump en este caso levantó fuertes críticas del lado republicano. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, los senadores Lindsay Graham y Mitt Romney, así como la exembajadora ante la ONU Nikki Haley hicieron férreas críticas al retiro de tropas en la conflictiva e inestable zona.
Graham, un firme partidario de Trump, dijo en una entrevista con Fox News que que el Senado trabaja una resolución bipartidista, junto con el demócrata Chris Van Hollen para pedir que Turquía sea suspendida de la OTAN si ataca a las fuerzas kurdas.
Intentando matizar lo que dijo su jefe, un alto funcionario del gobierno citado por AFP negó que Trump hubiera dado "luz verde" a una invasión turca en Siria. "Parece que los turcos están decididos a llevar a cabo algún tipo de operación militar", dijo el funcionario en condición de anonimato, y añadió: "No habrá participación de las fuerzas armadas estadounidenses".
En esa línea el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, dijo: "El Departamento de Defensa dejó claro a Turquía, al igual que el presidente, que no apoyamos una operación turca en el norte de Siria".
Turquía tiene todo listo para el ataque
A pesar de las advertencias de último momento de Trump a Ankara, los preparativos para una incursión armada turca en el norte de Siria han seguido avanzando.
"Todos los preparativos para una operación han sido completados", dijo el Ministerio de Defensa turco en Twitter, horas después de que las fuerzas estadounidenses se retiraran de la zona fronteriza.
Turquía considera una amenaza terrorista a las FDS porque mantiene vínculos con militantes kurdos en su país y prometió aplastarlos. Dice que quiere establecer una "zona segura" del lado sirio, a donde podría regresar a algunos de los 3.6 millones de refugiados de la guerra civil de ocho años.
Los kurdos sostienen que el objetivo de Ankara es diluir su dominio en la región con una afluencia de refugiados mayoritariamente árabes sunitas.
El portavoz de las FDS, Mustefa Bali, dijo que la decisión de Washington "está a punto de arruinar la confianza y la cooperación entre las FDS y Estados Unidos".
"Como Fuerzas Democráticas Sirias, estamos decididos a defender nuestra tierra a toda costa", dijo el grupo.
La amenaza de un ataque turco revivió el temor de que unos 10,000 combatientes de ISIS, retenidos actualmente por las FDS, sean liberados si los soldados kurdos tuvieran que luchar contra las tropas turcas.
El domingo, Trump declaró que sería responsabilidad de Turquía y de otros países tratar con los prisioneros del ISIS.
"Turquía, Europa, Siria, Irán, Irak, Rusia y los kurdos tendrán que resolver la situación y lo que quieren hacer con los combatientes de ISIS capturados en su 'vecindario'", dijo, usando otro acrónimo para los yihadistas.
La ONU dijo por su parte estaba "preparándose para lo peor", mientras que la Unión Europea advirtió que los civiles serían los más afectados.