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Crimen Organizado

Amigos de todos los narcos: así opera la sigilosa mafia china en México y EEUU

La DEA advierte que las organizaciones criminales chinas ya están blanqueando la mayoría del dinero que los carteles obtienen por la venta de droga en Estados Unidos. En México, hay operadores chinos en ciudades estratégicas del narcotráfico, como Culiacán y Guadalajara, bastiones de los carteles de Sinaloa y Jalisco.
Publicado 28 Mar 2021 – 02:29 PM EDT | Actualizado 22 May 2021 – 08:49 PM EDT
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Seok Pheng Lim, una inmigrante de Singapur, contó en una corte federal de Chicago el que parecía era el guion de una película policiaca. Relató cómo recibía de “mexicanos” desconocidos bolsas llenas de dinero en cafeterías y otros negocios de Nueva York. Era el primer paso para lavar millones de dólares de los carteles del narcotráfico a través de importadoras de Chinatown.

Lim describió que llegaba al lugar acordado con el número de teléfono del traficante y un billete de un dólar. El acercamiento inicial era un mensaje de texto preguntando qué traía puesto para identificarlo. “Hola, yo soy ‘Karen’”, lo saludaba en clave y le entregaba el billete.

Usaban el número de serie del dólar para registrar la transacción. Lim recibía la bolsa y la llevaba a un importador de suplementos alimenticios de Chinatown y este hacía un depósito electrónico a una cuenta en un banco chino a nombre de Pan Haiping, dueño de marisquerías en Guadalajara, México.

Haiping, a su vez, hacía transacciones en dicho país asiático en beneficio de empresarios chinos que vivían en México y estos le entregaban allá la suma en dólares o pesos. Finalmente, Haiping les daba el dinero a del Cartel de Sinaloa y de otras organizaciones criminales que lo contrataban.

En este complejo esquema de lavado de dinero todos se llevaban una tajada. A Lim le tocaba la más chica: 0.5% o 500 dólares por cada $100,000 que recogía en Nueva York. Los tomaba de la bolsa.

Esta mujer afirmó que descubrió varios meses después que movía dinero de “gente que vende droga”. Ató cabos cuando notó que recibía billetes “que olían a marihuana” y con mensajes con letras pequeñas. Quienes hacían las entregas siempre actuaban muy nerviosos y se cuidaban las espaldas, notó.

¿Qué tan seguido hacía estas colectas de dinero?, le preguntó el fiscal Sena Franzblau en una audiencia el 21 de febrero de 2020.

“Dos veces a la semana”, respondió ella.

¿Cuál era la cantidad en esas colectas?, cuestionó Franzblau.

“Entre 100,000 dólares y un millón de dólares”, contestó la mujer.

En su acuerdo de culpabilidad, Lim itió que lavó 48 millones de dólares de los carteles desde 2016 y hasta septiembre de 2017. Ella ganó $240,000 haciendo colectas en Nueva York y Chicago. Mientras que sus socios en México se beneficiaron con una comisión de hasta 6%, que equivale a $2.8 millones.

“Más cercanos que nunca”

La istración para el Control de Drogas (DEA) les tiene un ojo puesto a mafiosos chinos en ambos lados de la frontera pues alega que ahora están blanqueando la mayor parte de las ganancias ilícitas que obtienen los carteles mexicanos en EEUU.

La agencia antinarcóticos señala que lo hacen a través de depósitos bancarios, pagando con mercancía importada que se vende en México y haciendo inversiones en el mercado inmobiliario.

“Hemos visto una relación muy cercana, más que nunca, entre los grupos criminales chinos y los carteles mexicanos”, dijo Ray Donovan, director de la DEA en Nueva York, a Univision Noticias.

“Ahora, en Nueva York, los grupos chinos lavan la mayoría del dinero de los carteles”, afirmó.

El caso del empresario chino Zhenli Ye Gon, en cuya mansión en la Ciudad de México encontraron 205 millones de dólares en efectivo, no es el último de esta prolífica sociedad criminal, advierte Donovan.

“Ese es un ejemplo, pero la manera como pasa ahora es que hay muchos grupos chinos en zonas estratégicas: en Culiacán, Tijuana, Guadalajara y la Ciudad de México”, especificó el funcionario.

“En esos lugares tienen compañías de importación, de ventas y casas de cambio, cuyos dueños son chinos y están haciendo negocios ilegales con los carteles”, agregó.

El gobierno estadounidense afirma que células como la de Seok Pheng Lim y Pan Haiping trabajan para varios traficantes, sin importarles que están en disputa territorial.

No solo lavan su dinero, sino que les proveen barriles con precursores químicos con los que elaboran metanfetamina y les venden cargas de fentanilo, la peligrosa droga que está de moda en EEUU.

“Hay importadores chinos llevando toneladas de fentanilo a México, que se distribuirán en Estados Unidos. También lavan cientos de millones de dólares desde Estados Unidos y que llegan a México”, dijo Donovan. “Sin ellos, el negocio del narcotráfico no sería lo que es”, advirtió.

Dinero sucio por zapatos y celulares

Las organizaciones criminales asiáticas en EEUU son grupos pequeños e independientes. La DEA señala que algunos operan gracias a la inversión de mafiosos de Hong Kong, Macao y Taiwán. La mayoría de las empresas que usan para blanquear capitales están en California y Nueva York.

Su cartera de clientes incluye a carteles de Colombia y contrabandistas de República Dominicana. Aunque sus tentáculos llegan a Centro y Sudamérica, así como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, el Lejano Oriente y el sudeste asiático, según un informe reciente de la agencia antinarcóticos.

“Se adaptan fácilmente a los cambios que los rodean, tienen habilidades multilingües, pueden ser altamente sofisticados en sus operaciones delictivas y tienen amplias capacidades financieras”, advierte un reporte sobre el crimen organizado internacional elaborado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

“Algunas empresas han comercializado sus actividades delictivas y pueden considerarse empresas de diversos tamaños, desde pequeñas compañías familiares hasta grandes corporaciones”, agrega el FBI.

El sistema de blanqueo que han establecido logró reducir considerablemente la cantidad de dinero en efectivo del narco decomisado en años recientes en territorio estadounidense.

En 2019 el gobierno incautó $368 millones, que es la mitad de lo confiscado en 2012. Eso demuestra que cada vez es menos popular la vieja práctica de viajar a México con fajos de billetes ocultos en autos.

Y en México le han sacado provecho a la enorme demanda de productos asiáticos. Por ejemplo, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) reveló en julio pasado que ciudadanos chinos que lavaron dinero para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ordenaron pedidos mayoristas de zapatos hechos en China que luego vendieron en México. Así maximizaron las ganancias.

Una estrategia similar se realiza en las calles de Nueva York. “Si un cartel obtiene 100,000 dólares por la venta de fentanilo, se los llevan a un exportador chino en Queens o en Brooklyn, y éste compra 100,000 dólares en teléfonos y los manda a China para obtener 200% o 300% más de ganancia allá”, explicó Ray Donovan, el director de la DEA en esa metrópoli.

‘El Chapo’ chino

Las autoridades mexicanas también detectaron siete empresas fantasmas en la costa del Pacífico que fueron creadas por la organización criminal china Zheng, dedicada al blanqueo de capitales y a la distribución de fentanilo y drogas sintéticas. Se trata de una comercializadora de prendas de vestir, laboratorios clínicos, una veterinaria y una a de inmuebles en alquiler.

Al seguir el rastro de los negocios de los Zheng dieron con transacciones sospechosas por 50 millones de pesos (unos 2.5 millones de dólares) y un cargamento de 23 toneladas de fentanilo que llegó al puerto de Lázaro Cárdenas, en el estado de Michoacán, que está bajo el control de CJNG.

El jefe de esta red criminal es Fujing Zheng, un chino de 37 años que en 2019 fue catalogado como un narco internacional de alto calibre. Se alega que ha enviado “cientos de paquetes de opioides sintéticos” a EEUU, drogas que vende a través de varias páginas de internet traducidas en múltiples idiomas.


Una acusación presentada en una corte federal de Ohio en 2018 indica que Zheng y su padre Guanghua Zheng conspiraron para manufacturar y distribuir fentanilo, estimulantes químicos conocidos como ‘sales de baño’ y marihuana sintética en al menos 37 estados de EEUU y otros 25 países.

Tanto ha crecido la mafia china que allá se formó un capo que -según expertos- igualó a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, y a Pablo Escobar, el traficante colombiano.

Tse Chi Lop, quien tiene las nacionalidades china y canadiense, es jefe del grupo delictivo conocido como Sam Gor, que estaría detrás de la mayor operación de contrabando de drogas en la historia de Asia. Se cree que su transnacional del crimen domina la multimillonaria producción de drogas sintéticas.

Se alega que Tse, de 57 años, dirige un imperio dedicado a la fabricación de narcóticos en la selva de Myanmar, bajo el amparo de milicias que controlan esa región. Sus productos son comercializados a través de sus operadores en EEUU, Canadá, Inglaterra y Corea del Sur, según las autoridades.

Como le sucedió a ‘El Chapo’ Guzmán y a Escobar, Tse también cayó. Lo arrestaron en enero en el aeropuerto Schipol de Amsterdan, en Holanda.

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