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Estas son las razones de un juez para negarle a 'El Chapo' abrazar a su esposa

Desde hace casi dos años Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán ha permanecido en una celda de confinamiento y no le han permitido que lo visite su esposa, Emma Coronel Aispuro.
8 Nov 2018 – 07:35 PM EST
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Un juez federal negó este jueves al narcotraficante en el juicio en su contra por liderar una organización criminal que distribuyó droga a granel en las calles de Estados Unidos.

Ese “gesto de humanidad” -como lo considera la defensa del capo- le permitiría quienes testifiquen en su contra, concluyó el juez Brian Cogan en una carta. Tal restricción, precisó el magistrado, es la misma que se ha impuesto a otros detenidos de alta peligrosidad que enfrentan un proceso penal en una corte federal.

“Trataría al acusado de distinta manera que otras personas bajo la custodia de los US Marshals que están sujetas a tales medidas”, señaló Cogan en un documento de dos páginas publicado este jueves, en el cual indica que “simpatizaba con la solicitud”, pero agregó que estaba “obligado a negar”.

El juez indicó que conversó con los US Marshals antes de tomar su decisión.


La inflexibilidad del magistrado parece tener fundamento: Guzmán Loera escapó en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad en México. En enero de 2001 logró fugarse oculto en un carrito de lavandería y en 2015 a través de un túnel de casi una milla de largo que cavaron sus cómplices.

Mientras los fiscales, abogados y el juez entrevistaban el martes a los candidatos a integrar el de ciudadanos que lo juzgará, la defensa sometió la petición para que Guzmán Loera pudiera abrazar a su esposa, quien ha acudido a las vistas preliminares a veces acompañada de sus hijas gemelas de 7 años.

“No facilitaría ninguna actividad criminal”

Mariel Colón Miró, defensora legal del narcotraficante, argumentó que el o físico entre su cliente y su mujer mejoraría su “deteriorada salud mental y emocional”. Explicó que desde su extradición en enero de 2017, ‘El Chapo’ ha permanecido en confinamiento, en una pequeña celda sin ventanas, saliendo solo cinco horas cada semana al patio de una prisión federal en Nueva York. Solo le permiten que lo visiten sus abogados y sus hijas pequeñas, que lo ven a través de un cristal.

El único o físico es con los guardias que le ponen y le quitan las esposas, y el apretón de manos que recibe de sus abogados de vez en cuando.

Su defensa ha reclamado que ese trato tan estricto ha minado la salud del mafioso. “Está perdiendo la memoria y está poniéndose paranoico. Repite mucho las cosas y se le olvida todo enseguida. A veces hablamos algo y a los 15 minutos se le ha olvidado”, detallaba su abogado Eduardo Balarezo en enero.


‘El Chapo’ imploraba que le concedieran una muestra de afecto antes de sentarse en el banquillo de los acusados por 11 cargos de narcotráfico, crimen organizado, lavado de dinero y armas de fuego.

“Sería un abrazo en el tribunal teniendo la barandilla de la corte entre ellos. Este proceso no tomaría más que un par de segundos (…) No supondría una amenaza a la seguridad. No facilitaría ninguna actividad criminal. Se haría en presencia de los fiscales, la defensa y los US Marshals”, señala la carta que el pasado martes enviaron sus abogados, asegurando que entre ambos no habría ningún “mensaje”.

En respuesta a la decisión del juez, su defensa reclamó el jueves que se haya hecho público el pedido de su cliente. El abogado Balarezo lo calificó de “innecesariamente excesivo” y argumentó que tal solicitud trataba de “proteger al gobierno, en lugar de a los testigos, de la vergüenza”.

A pesar de los reproches, Guzmán Loera, como lo ha hecho en otras vistas judiciales, tendrá que conformarse con saludar a su esposa e hijas desde su silla en una sala de la corte de Brooklyn.

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