Este agente de la DEA se volvió un dolor de cabeza para 'El Mencho', jefe del Cartel de Jalisco
El agente de la DEA Kyle Mori observa a menudo qué autos están estacionados afuera de su casa y al manejar no aparta la vista de los retrovisores. Dice que así se asegura que nadie lo esté siguiendo. Lleva más de veinte años siendo policía en California, pero su actual trabajo amerita tomar todas las preocupaciones: tiene la peligrosa misión de atrapar al narcotraficante más poderoso del mundo.
Desde hace nueve años persigue a Nemesio Oseguera Cervantes, el capo mejor conocido como ‘El Mencho’ y quien es el jefe del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Al civil que ofrezca información que lleve a su captura le pagarían una recompensa de $10 millones, una de las más altas que ofrece el sistema judicial de Estados Unidos. Para Mori significaría cumplir la única tarea que le encomendó la DEA.
Dice que este trabajo llega a ser “frustrante” por el ejército de sicarios que lo protegen en México. Lo es, además, porque persigue a un delincuente al que no le interesa pasearse en un Ferrari para exhibir su enorme riqueza, ni busca emociones fuertes en las ciudades. Su único enfoque es seguir expandiendo su imperio criminal desde un lugar apartado en las montañas.
“‘El Mencho’ es inteligente, sino lo fuera no habría construido todo lo que tiene. Trabajamos cada día con nuestros socios mexicanos para tratar de atraparlo y él trabaja cada día para alejarse de nosotros. Es como el juego del gato y el ratón. Es muy difícil predecir su captura, es algo que puede pasar en los siguientes días o que tomaría unos años”, dice Mori en una entrevista con Univision Noticias.
Todo comenzó en 2011, cuando Mori era un policía local californiano que realizaba una investigación en Guadalajara, México, como parte de un equipo especial de la DEA. En ese entonces Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien era el narcotraficante más buscado del planeta, tenía todos los reflectores.
Ese año ‘El Mencho’ era un jefe de sicarios del Cartel de Sinaloa a quien le habían encargado asesinar a los pistoleros de Los Zetas que controlaban Veracruz. Aunque para muchos era un completo desconocido, ya tenía cierta reputación en el mundo del hampa. En la oficina de la DEA en México ya advertían que un día sería ‘el nuevo Chapo’ y le recomendaron al agente Mori seguir sus pasos. Ese día tomó el reto.
“Me amenazaron con dispararme”
A lo largo de los años este oficial fue recopilando tanta información sobre el Cartel de Jalisco, que le pidieron liderar el caso desde su escritorio en Los Ángeles. Ahora está a cargo de un equipo integrado por varios oficiales cuyo único objetivo es derribar el reino de drogas de Oseguera Cervantes.
No ha sido una tarea sencilla. A finales de 2019, dos mensajes de voz que alguien le dejó a Mori en la grabadora del teléfono de su oficina le recordaron que está siguiendo a un hombre extremadamente peligroso. “Me amenazaron con dispararme si continuaba buscando a ‘El Mencho’”, describe.
La DEA activó de inmediato su protocolo de seguridad y agentes del Sheriff del condado de Los Ángeles le brindaron protección las 24 horas del día durante un tiempo. Lo seguían a todas partes. “Cada vez que salía de mi casa o alguien llegaba tenía que describir qué vestía yo o esa persona para que ellos pudieran monitorear quién debía estar ahí”, describió el oficial antinarcóticos.
Quien hizo las amenazas de muerte contra Mori habla inglés con un fuerte acento y llamó desde fuera de California, dijo. No está claro si realmente era un sicario del CJNG con las peores intenciones. Este incidente sigue bajo investigación por las autoridades federales.
Una de las tácticas del cartel es precisamente atemorizar a sus adversarios y a funcionarios de gobierno por medio de videos de torturas y asesinatos que publica en la internet. En una de las grabaciones aparece un hombre al que hacen estallar vivo pegándole al pecho un cartucho de dinamita. Otra muestra cómo matan a una persona dándole un tiro en la cabeza. También exhiben su arsenal.
“Es un fuerte recordatorio de la amenaza constante por la violencia de este cartel y de toda la violencia asociada al narcotráfico”, dice Mori sobre los mensajes que recibió. Subraya que estos no lo intimidaron, ni cambiaron su estilo de vida. Aunque reconoce que le agregó “otra capa” a sus medidas de seguridad.
“Ciertamente es algo que nos preocupa”, señala este agente. “Pero en la DEA no vamos a dejar de hacer nuestro trabajo, las cosas que nos asignaron, por amenazas”, recalcó.
Debilitando la cúpula del cartel
La estrategia para localizar a Oseguera Cervantes incluye divulgar la recompensa de $10 millones que se pide por su cabeza en carteles en carreteras de Los Ángeles, así como habilitar un correo electrónico y una línea telefónica exclusiva para recibir información.
En los últimos dos años han escuchado y leído todo tipo de mensajes, desde datos que resultan ser verídicos hasta bromas de quienes no se toman el caso tan en serio. Cada uno pasa por un filtro.
“Hemos recibido datos sobresalientes que nos ha llevado a tener un buen intercambio de información con nuestros socios mexicanos y bromistas que dejan información que no es la más creíble”, lamenta Mori.
“Pero lo importante es que alentamos a la gente que tenga cualquier información legítima. Si ven a ‘El Mencho’, a sus asociados o a otra persona que sea buscada, que llamen”, pidió.
Si bien este mafioso también conocido como ‘El Señor de los Gallos’ es el objetivo principal, la DEA tiene en la mira a sus cómplices y familiares. Sus cuñados son considerados los dirigentes de ‘Los Cuinis’, el brazo financiero del CJNG que le ha permitido lavar millones de dólares operando hoteles, restaurantes, bares, tiendas, centros comerciales, inmobiliarias y hasta periódicos.
Allí le han dado golpes importantes. Mori y otros funcionarios engrosaron la acusación federal por la cual el hijo de este capo, Rubén Oseguera Cervantes, apodado ‘El Menchito’, fue extraditado en febrero. Se le considera un revés que llegó a tambalear la cúpula del Cartel de Jalisco.
“Cada vez que capturamos y traemos ante la justicia a alguien que tiene un rol de liderazgo hay un efecto en la organización”, afirmó el agente de la DEA.
“Eventualmente lo atraparemos”
Según este oficial antinarcóticos, el intercambio de información no ha cambiado con militares ni con la Fiscalía General de la República (FGR) de México, con quienes comparte esta misión. Hubo versiones de que esa relación se resquebrajó por el sorpresivo retiro de cargos en una corte neoyorquina y el retorno de Salvador Cienfuegos, el extitular de la Secretaría de la Defesa que fue acusado de narcotráfico.
El diario The New York Times y otros medios afirmaron que el gobierno de México amenazó incluso con expulsar a los elementos de la DEA si Estados Unidos continuaba el proceso contra el general en Brooklyn.
“La cooperación, al nivel en el que yo trabajo, siempre ha sido fantástica. (Sigue) el nivel de intercambio, de cooperación y, lo más importante, el respeto mutuo”, afirmó Mori. “Han sido socios fenomenales”.
La vida de ‘El Mencho’ parece ahora un guión cinematográfico en el que no se puede identificar qué es verdadero o ficción. En junio corrió como pólvora el falso rumor de que había muerto en una balacera. A finales de julio el diario El Universal informó que ese capo construyó su propio hospital en el municipio de Villa Purificación, en Jalisco, para atenderse una insuficiencia renal que habría puesto en jaque su libertad. Mori afirma que no sabe nada sobre este centro médico.
Lo que sí tiene claro es que perseguir a un narcotraficante que cada día se vuelve más poderoso es tan complicado que su misión ya se alargó nueve años.
“Es muy difícil, particularmente con ‘El Mencho’, quien tiene una fuente ilimitada de soldados, armas y dinero para tratar de evadir la captura. En ocasiones es frustrante pensar que estás cerca o no. Si crees que tienes información buena y no funciona. Es como perseguir a estos grandes fugitivos, como ‘El Chapo’, Osama bin Laden, que usan a toda su organización para escapar”, compara.
Hay un caso en México que tumba cualquier expectativa de la DEA: Ismael ‘El Mayo’ Zambada, actual jefe de una facción del Cartel de Sinaloa, tiene 72 años y jamás ha pisado una cárcel.
Mori dice que hace varios años dejó de ponerle un plazo a la captura de ‘El Mencho’. “No es algo que pasará de la noche a la mañana. Tengo confianza de que eventualmente lo atraparemos”.
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