Cómo la cacería de 'Los Chapitos' incluyó la tortura de un miembro del Cartel de Sinaloa, según denuncia
Al filo de la 1:00 am del domingo 16 de noviembre de 2014, varios marinos mexicanos irrumpieron en una casa de Culiacán, en el estado de Sinaloa. Fueron hasta la recámara donde dormían Jesús Raúl Beltrán León, un miembro de alto perfil del Cartel del Pacífico, y su esposa. Los levantaron a gritos, golpes y apuntándoles con rifles de alto poder.
Los militares estaban interesados en interrogar a Beltrán León para que les revelara dónde se escondían los hijos mayores de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que nueve meses atrás había sido recapturado en Mazatlán y estaba detenido en una prisión de máxima seguridad en el centro de México.
Beltrán León estaba en la mirilla de la DEA y del gobierno de México porque era el jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quien a la postre se volvería el líder de la facción criminal que formó su padre. También estaba bajo las órdenes del hermano menor de este, Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
En una denuncia sometida en noviembre de 2017 en el Distrito Norte de Illinois, Beltrán León describe supuestas torturas implementadas por marinos y funcionarios mexicanos para sacarle esa información.
Ni el gobierno mexicano, ni la DEA se han pronunciado sobre estas acusaciones. Mientras que el juez que analizó su caso penal indicó que no había evidencia de que esos actos de tortura hayan ocurrido.
Los hermanos Guzmán Salazar siguen en la lista de los narcos más buscados de la DEA.
Hace una semana, militares mexicanos detuvieron en Culiacán a su medio hermano Ovidio Guzmán López, quien enfrenta una acusación por tráfico de drogas interpuesta en 2018 en una corte federal de Washington DC. Un juez mexicano le puso freno temporal a su extradición.
“Mis captores ordenaron que les dijera dónde vivían Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, y que los llevara allí o de inmediato masacrarían a mi familia”, asegura la declaración jurada de Beltrán León.
Las amenazas, señala, fueron escalando, al igual que los castigos. “A tu mamá la vamos a matar de un tiro en la cabeza o la vamos a colgar de un puente”, “Si no cooperas te vamos a matar”, “Depende de ti si quieres que los violemos”, “También podemos matar a tu hija”, le advirtieron.
“Les expliqué que, aunque había sido amigo de los hombres (los hijos de ‘El Chapo’) en la escuela primaria, ya no sabía dónde vivían… Rompí en llanto y les dije a mis secuestradores que no sabía dónde vivían Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán porque solo se reunían en restaurantes, discotecas o en eventos sociales”, agrega la denuncia.
Beltrán León, a quien apodan ‘Trévol’ y ‘Chuy Raúl’, señala que pasó un infierno por no tener la información que le pedían los marinos. Durante dos días, relata, lo golpearon repetidamente, lo asfixiaron con bolsas de plástico hasta hacerle perder el conocimiento, vertieron agua en su nariz y boca (una práctica que se conoce como waterboarding), le dieron descargas eléctricas, lo envolvieron en una tela para hundirlo un barril lleno de agua y hasta lo violaron.
Quien fue el guardaespaldas del hijo de ‘El Chapo’ dice que hubo una pausa en el terrible castigo, para hablar con un hombre de “acento chicano” que él cree era un agente de la DEA.
“El hombre quería saber detalles sobre Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán, como los vehículos que ellos conducían, dónde comían y cómo se comunicaban”.
Luego, agregó, le hizo leer “una confesión preparada” mientras lo grababa con un teléfono celular. Así itió que él y ‘Los Chapitos’ volaban de Culiacán a Chiapas para comprar cocaína. Cada uno hacía una tarea específica: Beltrán León cargaba el avión con la mercancía ilícita, Iván Archivaldo apilaba los paquetes y Jesús Alfredo piloteó la aeronave.
Sin “pruebas claras” de la tortura
Al caer la noche, ‘Trévol’ fue entregado a otro grupo de marinos y fue trasladado en un avión Hércules a las instalaciones de la SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) en la Ciudad de México, luego ingresó a un penal de esa localidad.
En julio de 2014, dos meses antes de estos supuestos hechos, ‘Los Chapitos’ fueron acusados por cargos de narcotráfico y lavado de dinero en el Distrito Sur de California.
“El señor Beltrán León fue torturado… física, brutal y repetidamente. Fue asfixiado hasta el punto de perder el conocimiento varias veces. Fue agredido sexualmente. La seguridad y la vida de su esposa, su hija pequeña y su madre estuvieron amenazadas. Le dijeron que ellas fueron violadas en grupo con la aprobación… del gobierno de Estados Unidos”, resumen sus abogados defensores Beau Brindley y Blair Westover en un memorando de sentencia sometido en junio de 2019 en una corte federal de Chicago.
Beltrán León fue extraditado a Chicago en enero de 2017 y le fincaron cargos por transportar grandes cantidades de narcóticos a EEUU durante al menos cinco años para la facción de ‘Los Chapitos’.
Sus abogados pidieron que le retiraran los cargos por la presunta tortura a la que fue sometido en México, con la alegada venia de la DEA, pero tal moción fue rechazada por un juez.
Más tarde solicitaron que al menos le redujeran el castigo considerando lo que presuntamente habían hecho los militares en Culiacán. Tampoco se lo concedieron.
En agosto de 2019 este narco fue sentenciado a 28 años de prisión. En su audiencia condenatoria testificó Dámaso López Serrano, alias ‘El Mini Lic’, cuyo padre fue el brazo derecho de ‘El Chapo’.
Inconforme con el veredicto, Beltrán León sometió una apelación en la corte del Séptimo Circuito, un proceso que concluyó en la ratificación de la pena. En la decisión de los jueces, emitida en agosto de 2021, se hizo hincapié en la opinión del magistrado que sentenció al traficante y que fue la siguiente:
El elefante en la habitación es esta acusación de tortura por parte de los marinos mexicanos y es difícil para mí entenderlo porque no hay pruebas claras. Ciertamente no hay prueba de ningún tipo de que la DEA estuviera involucrada o alguien de (el gobierno de) Estados Unidos. Hay una sospecha, pero como dije antes: no operamos nuestro sistema legal en Estados Unidos en base a la sospecha.
Según el Buró de Prisiones (BOP), Beltrán León purga su condena en el penal de mediana seguridad FCI Bennettsville de Carolina del Sur y su liberación está programada para el 5 de noviembre de 2038.
