‘Nunca dejes de preguntar por qué’: lo que esta maestra hispana aprendió de enseñarle a los más pequeños

Para sus colegas y mentores, lo que hace a Nancy Macias una maestra excepcional es su habilidad para aprender y crecer junto con sus estudiantes, aunque tengan menos de 5 años.
Macias ha enseñado en la escuela preescolar Kidz World Child Care & Learning Center, en Mesa, Arizona, por casi 7 años. La mayoría de niños en este centro vienen de hogares de bajos ingresos y más de un tercio de ellos son hispanos. Antes de mudarse a Arizona, Macias vivió en México por 14 años. Ahora ella enseña a su clase en inglés y en español.
El compromiso de Macias de 'hacer la milla extra' no solo se aplica al lenguaje, también lo vive en su desarrollo profesional. Además de participar en el programa Quality First (Calidad Primero) y recibir la beca Stranahan para maestros, la profesora recientemente completó el programa de Jumpstart Workforce Pathways, o Caminos Laborales.
El programa de Jumpstart Workforce Pathways aborda la necesidad por un mayor apoyo y desarrollo profesional que tienen los maestros de la educación temprana en Arizona. El panorama para la educación temprana en este estado fronterizo no es muy alentador. Según el Centro Nacional de Niños en la Pobreza, del Departamento de Salud y Servicios Humanos, de los más de 550,000 niños pequeños de edades entre 0 y 5 que viven en Arizona, más de la mitad vive en hogares de bajos ingresos (un ingreso anual de 44,700 dólares o menos para una familia de cuatro), y apróximadamente 1 de cada 4 niños vive bajo el nivel de pobreza (23,050 dólares o menos).
“Para los niños que están en programas de educación temprana, el éxito está mayormente determinado por los conocimientos y las habilidades de sus maestros y por la calidad de sus interacciones con esos educadores”, dicen los colegas de Macias en Jumpstart. “La buena voluntad de Nancy por aprender y crecer es un gran beneficio para los niños de Kidz World”.
Hablamos con esta maestra y nos contó cómo llegó hasta donde está y qué la llevó a enseñar.
-¿Cuándo y por qué decidiste ser maestra? ¿Quién te inspiró, tus padres?
Hace aproximadamente 7 u 8 años, cuando trabajaba en el mundo corporativo, me preguntaba, ¿qué propósito tengo en este mundo? Un día, mientras mis niños jugaban afuera, otros niños se acercaron a jugar básquetbol porque mi casa era la única que tenía una cesta. El vecindario donde vivíamos no era el más adecuado para criar niños. Ver drogadictos y rateros no era fuera de lo común. Dejé el mundo corporativo para trabajar donde trabajo hoy en Kidz World, como maestra de preescolar, y así poder ayudar a niños como ellos y plantar semillitas de amor por al aprendizaje.
Mis hijos han sido mi inspiración. Quiero ser mejor cada día por ellos. Verlos crecer y esforzarse en sus estudios me inspira a ser mejor maestro para mis alumnos.
-¿Qué camino tomaste para convertirte en maestra? ¿Seguiste la ruta tradicional?
Para ser maestra no tomé la ruta tradicional. En el centro de aprendizaje de Kidz World fui afortunada de participar en el programa de First Things First (Primero lo Primero) de Arizona, y allí fue donde todo cambió. Por medio de ellos se ofrecen becas, en el college comunitario de Mesa (MCC) donde he tomado algunos cursos sobre Educación Temprana y Desarrollo ( Early Childhood Education and Development). Y también tomé el curso por medio de ASU Southwest Human Development, que trató sobre enseñar intencionalmente, y Jump Start, un programa de lectura temprana.
-¿Por qué crees que es importante tener maestros latinos, como tú, en las aulas?
Creo que como maestros latinos podemos traer un interés diferente a las aulas. Especialmente en las escuelas donde la mayoría de los estudiantes vienen de un hogar donde no se habla inglés, podemos hacer a los niños sentirse más cómodos. Creo que la riqueza de nuestra cultura latina puede ayudar a nuestros niños a ser más tolerantes hacia personas de diferentes raíces.
-¿Qué has aprendido sobre ser profesor? ¿Qué has aprendido de tus estudiantes?
Ser profesora es uno de los trabajos más satisfactorios que alguien puede tener. Antes de ser maestra no sabía lo que era la paciencia. He descubierto que tengo muchísima, y encuentro mucha satisfacción en los logros de mis estudiantes, no importa cuán pequeños sean.
Mis estudiantes me han enseñado que nunca es demasiado temprano para enseñarles algo nuevo, y los temas que pensamos que son muy difíciles para su corta edad, en realidad no lo son. El cerebro de los niños todavía no se terminado de desarrollar: a la edad de 2 años su cerebro solo se ha desarrollado al 50%, y a los 5 años hasta un 95%, así que son unas esponjitas con mucha sed de aprender.
Su curiosidad, y la razón por la que hacen muchas preguntas, es solo su sed por aprender, y está en nosotros adultos y maestros en decirles, "Nunca dejes de preguntar por qué".
Los niños me han enseñado a no subestimar su capacidad de todo lo que pueden aprender, y que todos aprenden de diferentes maneras. Y como maestros tenemos que tomarnos el tiempo para conocer a nuestros estudiantes individualmente para poder ayudarlos lo más que podamos dentro de nuestras capacidades.
-¿Qué ha sido lo más satisfactorio de trabajar en educación?
Lo más satisfactorio de trabajar en la educación es que puedo ver, día a día, la diferencia que puedo hacer en construir una situación estable para algunos de mis alumnos, para quienes la única estabilidad es nuestro centro de aprendizaje.
Cuando llegan, corren, me abrazan y me dicen " I missed you" (“te extrañé) y " I love you" (“te quiero”) y todos los días les digo lo feliz que me hacen cuando los veo. Y les dejo saber cuánto los quiere Dios y cuánto los quiero yo también.
Hoy en día vemos tanta negatividad y mis niños me dan esperanza por un mejor futuro. Ellos son el futuro y no los quiero defraudar. Me llena de felicidad su entusiasmo por aprender y aceptación en la diversidad de lenguajes, colores de piel, textura de pelo… ellos no ven diferencia en sentarse al lado de alguien diferente a ellos. Es muy importante para mí inculcarles a nuestros niños la aceptación y tolerancia hacia la diversidad.
-Cuéntanos una anécdota sobre algún estudiante con quien conectaste o un estudiante en el que sentiste que tuviste un impacto positivo.
He sido muy afortunada de que todos los años he tenido una conexión especial con uno o más alumnos, aunque todos tienen un lugar especial en mi corazón. A veces es difícil, ya que muchos de ellos están en el sistema de cuidado temporal del estado ( foster care), y cuando por fin creamos una conexión son removidos de nuestro centro, hacia otro hogar, y por supuesto otro centro, y así muchos van y vienen.
Pero hace 2 años tuve una conexión muy especial con una niña, Presley Tosko. Ella tenía una curiosidad por aprender muy especial, ella quería saber todo, sobre todo. Al empezar el año escolar yo siempre les digo que su herramienta número uno es hacer preguntas, todas las preguntas que puedan, y si no sé la respuesta la buscamos juntos hasta encontrarla. Esta niña me hacía caso y nunca dejó de preguntar, y todos los días en las mañanas su mamá llegaba con orgullo a decirme como Presley les contaba todo lo que aprendió. No dejaba que su mamá la peinara porque quería que yo lo hiciera (una sonrisa se dibija en su cara).
Ella me hacía sentir que estaba haciendo mi trabajo bien. El día de la graduación llegó y fue un día muy triste para las dos, nos abrazamos y lloramos. Le dejé saber que yo siempre iba a estar allí para ella cuando tuviera preguntas.
El año escolar de kindergarten le pidió a Santa Claus un kit de maestra. Pues lo recibió, y ella jugaba a ser Ms. Nancy, me contaba su mamá. En la escuela comparaba a sus otras maestras con Ms. Nancy, y les decía que Ms. Nancy no enseñaba así. Su mamá tuvo que traerla para que yo hablara con ella y dejarle saber que todos sus maestros enseñarán diferente el resto de sus años escolares y tenía que respetar su manera de enseñar.
Hasta el día de hoy esa niña me viene a visitar, y coincidencialmente siempre me visita en esos días en los que siento ganas de tirar la toalla.
Es una semilla plantada… Todo el tiempo rezo que les toquen maestros en sus años escolares restantes que rieguen esa semillita que espero haber plantado. Con lágrimas en los ojos me enorgullece decir, ¡un niño a la vez, pero nunca dejo uno atrás!
-¿Qué estás haciendo fuera de la escuela para ayudar a tus estudiantes?
Fuera del salón siempre estoy buscando clases, seminarios o cursos que pueda tomar para poder ayudar más a mis alumnos, sus familias, y sus necesidades. Entre más temprano podamos ayudar a nuestros niños e identificar sus necesidades sus futuros años escolares serán mas fáciles, porque les podrán dar la ayuda que necesitan, si la necesitan. Especialmente para esos niños que tienen necesidades más allá de mis capacidades.
Siempre estoy buscando formas creativas de enseñar: son niños y me quiero asegurar de que estén enfocados en aprender. Me aseguro de no tener vergüenza de ser lo más payasa posible, ya sea que me tenga que vestir de personajes, para hacer todo más grande, creativo y divertido. Amo lo que hago y cuando amas lo que haces no es trabajo, se vuelve una actividad.
Para aprender más sobre la importante labor de los profesores latinos en nuestras comunidades, visita nuestro proyecto en conjunto con Pearson, Nuestros Maestros.