El pueblo estadounidense merece algo mejor para la Corte Suprema

Esta semana, el Senado de Estados Unidos está considerando la nominación del juez Neil Gorsuch a la Suprema Corte. Esto es preocupante para los nevadenses y para millones de familias por todo el país, porque el próximo magistrado tomará decisiones que afectarán por generaciones todos los aspectos de vida de los estadounidenses –desde los derechos de los trabajadores para crear sindicatos al derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones de salud–.
No hay posición más importante en nuestro sistema legal que el escaño en la Suprema Corte, un puesto de por vida en una institución que interpreta la constitucionalidad de nuestras leyes, determina los derechos de los más vulnerables entre nosotros y sirve como control a órdenes ejecutivas y leyes inconstitucionales. Esta es precisamente la razón por la cual la corte más importante de nuestro país necesita una mente legal independiente que proteja nuestra constitución y la separación de poderes. Desafortunadamente, el juez Gorsuch no es esa persona.
El juez Gorsuch no será una voz independiente ante el ejecutivo, en momentos en que la istración Trump ha demostrado poco interés por la ley y menosprecia el papel de un sistema judicial independiente. Gorsuch no es un juez para el pueblo; es un juez escogido por los grupos de intereses especiales de Washington y por organizaciones conservadoras influyentes como Heritage Foundation y Federalist Society para que valide la agenda extrema del presidente Trump.
Apoyé una consideración cabal de la nominación del juez Gorsuch para que el pueblo estadounidense pudiera evaluar su historial – cumpliendo con mis deberes senatoriales de ‘consejo y consentimiento’–. Leí sus opiniones y disensos en el Décimo Circuito, estudié su historial como abogado en la práctica privada y el de su tiempo en el Departamento de Justicia, seguí de cerca su audiencia de confirmación y pedí una reunión con él –que se rehusó a otorgarme–. Después de estudiar su historial, me quedó muy claro: el juez Gorsuch no es un árbitro independiente; de hecho, su historial demuestra lo contrario: quiere llevar los casos más allá de los precedentes e interpretar la ley de manera estricta para que confirme sus puntos de vista.
Gorsuch ha fallado consistentemente a favor de los más poderosos y les ha dado la espalda a los trabajadores que han sufrido de discriminación laboral, han sufrido accidentes laborales o han sido diagnosticados con enfermedades que no les permiten continuar trabajando.
Gorsuch falló en contra de personas como el señor Alphonse Maddin, quien fue despedido después de rehusarse a permanecer en un trailer descompuesto de su empleador, bajo temperaturas extremadamente frías, y salir en busca de ayuda. Y falló en contra de Grace Hwang, un profesor diagnosticado con cáncer que demandó a su empleador por rehusarse a darle licencia por enfermedad después de que lo recomendara su doctor. Gorsuch dijo que la decisión del empleador fue ‘razonable’ e ignoró la demanda.
Gorsuch también ha fallado en contra de los derechos de la mujer, particularmente en contra de sus derechos reproductivos y de salud. En el caso Hobby Lobby votó por otorgarles creencias religiosas a las corporaciones y poner sus derechos por encima de los derechos de a anticonceptivos de las trabajadoras. No hay duda alguna que la confirmación de Gorsuch será un paso atrás para las mujeres, las minorías, los estadounidenses LGBTQ, las personas con discapacidades y los que no tienen poder ni voz en nuestra sociedad.
Se espera que la Suprema Corte decida casos que afectarán las vidas de millones de estadounidenses en temas como la inmigración, los derechos laborales, los derechos de la mujer, los derechos LGBTQ, la protección ambiental, los derechos de los discapacitados, entre otros. La Corte necesita un juez que entienda cómo sus decisiones impactarán a los nevadenses por quienes lucho todos los días.
La importancia de este escaño es la razón por cual hay una larga tradición de exigir 60 votos para confirmar a los nominados a la Suprema Corte. Los jueces de la corte más alta del país deben ser confirmados con un voto bipartidista, para evitar confirmar a jueces con una agenda política. Desafortunadamente, mis colegas republicanos están amenazando con cambiar las reglas para confirmar a Neil Gorsuch con un voto de simple mayoría en vez de con 60 votos, eliminando el papel del partido de la minoría en el proceso de confirmación. Este cambio amenaza con politizar nuestras cortes, cambiar la manera en que opera el Senado de Estados Unidos y dividir aún más a nuestro país. Este no es momento para la politiquería y la división. En vez de eso, el Senado de Estados Unidos debería de trabajar para unir a nuestro país y encontrar a un nominado a la Suprema Corte que todos puedan apoyar.
Mis colegas demócratas y yo estamos más que listos para trabajar con los republicanos para confirmar a un nominado cualificado e independiente, pero no vamos a dejar que la política tome control de nuestras cortes y deshaga el progreso de los últimos 100 años. Espero que mis colegas republicanos reconozcan las serias consecuencias que sus acciones sin precedentes tendrán en la Corte, el Senado y nuestro país. Si el juez Gorsuch no recibe los 60 votos que necesita para ser confirmado, les pido a los republicanos que retiren su nominación y nominen a alguien que cuente con apoyo bipartidista.
El pueblo estadounidense merece algo mejor.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.