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Los secretos detrás del supuesto vínculo de Donald Trump con los rusos

“¿Sabremos algún día si Christopher Steele y Oleg Erovinkin descubrieron a los reales compradores del 19,5% de la petrolera rusa Rosneft?”
Opinión
Escritor/editor del noticiero nacional de la cadena Univision.
2017-02-10T17:23:39-05:00
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Igor Sechin. Crédito: Getty Images

Existe un hecho pendiente sobre el presidente Donald Trump que si llegara a comprobarse podría costarle muy caro al mandatario republicano. Si, por el contrario, resultara mentira, sería entonces una información falsa y calumniosa en su contra, de las que tanto se queja.

¿Recuerda usted quién es Christopher Steele? Nadie sabe dónde se encuentra. Es un espía británico quien reveló la posible existencia de vínculos entre Donald Trump y el gobierno ruso. ¿Lo recuerda ahora? Pues resulta que a finales de enero de este año, la prensa internacional publicó rumores de que el exespía soviético Oleg Erovinkin habría sido mandado a matar por el Kremlin por haber ayudado a Steele a recopilar los secretos de Donald Trump con los rusos.

Lo que la prensa estadounidense dijo es que el expediente de 35 páginas de Steele contenía información que indicaba los pagos secretos de Donald Trump a prostitutas para participar en un juego sexual en una suite presidencial de un hotel en Moscú.

Pero preste atención. Existe otra versión según la cual el expediente no verificado de Steele supuestamente contenía sospechas acerca de la compleja venta a alguna o a algunas entidades privadas extranjeras de una participación del 19,5% del gobierno ruso en la empresa estatal petrolera rusa Rosneff.

Pues bien, la sospecha indica que una de esas entidades privadas que compró la participación habría sido nada más ni nada menos que una empresa del magnate estadounidense Donald Trump, quien de esa manera estaría violando sanciones estadounidenses contra Rusia, impuestas por el gobierno de Barack Obama.

El periodista Robert Fowler comenta en un artículo que la negociación habría sido manejada al más alto nivel, con intervención del presidente Vladimir Putin y el presidente de Rosneff, Igor Sechin. La junta de directores de la empresa no se enteró de la negociación hasta que fue anunciada públicamente el 7 de diciembre del 2016, pero seguía siendo un misterio el nombre del comprador o compradores reales pues nadie en Moscú creyó el cuento de que se trataba solamente de una empresa de Singapur, compartida por igual entre la firma suiza Glencore y Qatari Investment Authority (QIA).

Y es que los documentos de venta indicaron que esa empresa suiza tan solo aportó 320 millones de dólares de un total de 11,000 millones de dólares que costó la negociación. Tampoco cuadraron las cifras cuando se dijo que QIA habría obtenido un préstamo de 5,600 millones de dólares con el banco italiano SanPaolo. Esa cifra no cubriría el total de los 11,000 millones. ¿Quién compró entonces la otra parte?

En los documentos de venta, según lo investigado por Steele, se habría minimizado la otra empresa inversora que es de Islas Caimán. Dicha compañía continúa siendo un misterio.

Pero lo que si se desprende de esos documentos es que Carter Page, un exasesor de política exterior de Donald Trump, se habría reunido en julio del 2016 con Sechin, presidente de Rosneft, según Business Insider. Y curiosamente realizó un misterioso viaje a Moscú el 8 de diciembre, un día después de conocerse públicamente la negociación de Rosneff. Page dijo al FBI que fue un viaje de negocios, una reunión con líderes y nada más. Pero curiosamente Page concedió una entrevista a la agencia rusa de información RIA Novosti en la que dijo: “Las empresas estadounidenses y europeas están altamente interesadas en el regreso de Rusia a los mercados. Estoy trabajando en numerosos proyectos potenciales en apoyo de esa idea”.

También hizo mención en esa entrevista a los “intentos hostiles de castigar a Rosneft con la ayuda de Occidente”. Y comentó que Igor Sechin (presidente de Rosneft) y German Gref (presidente del mayor banco ruso) son líderes que tendrán un impacto positivo en las relaciones de Rusia y Estados Unidos con la nueva istración. Igualmente mencionó que tuvo o con representantes de Rosneft pero no dijo quiénes, ni para qué, ni dónde. Page conoce bien a los rusos pues trabajó en ese país por lo menos tres años como banquero inversionista hace más de una década.

LA TRAMA DE LA NEGOCIACIÓN

El expediente de Steele indicaría que Sechin habría ofrecido a Page y a sus asociados el corretaje de la mencionada participación en Rosneft. Eso convertiría a Page en un intermediario entre ambas partes. Page habría expresado interés y, según Fowler, habría confirmado además que era Trump el interesado en la compra. Nada de esto ha sido confirmado.

Tampoco está claro si Trump y Putin se reunieron en el 2013, cuando el magnate estuvo en Moscú en el concurso Miss Universo, que era de su propiedad. Mucho se ha hablado al respecto y Trump lo ha desmentido.

Page, dando muy pocas explicaciones, abandonó la campaña de Donald Trump en septiembre del 2016 después de que públicamente se supo que agencias de inteligencia de Estados Unidos estaban investigando sus viajes a Rusia y su vínculo con los rusos.

Curiosamente, el 12 de enero de este año el ya nombrado jefe de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo, y cito textualmente: “Page es un individuo que el presidente electo no conoce y fue puesto en aviso hace meses por la campaña”. Pero el señor Spicer no calculó que la prensa haría investigaciones de inmediato e hicieron pública una entrevista del entonces candidato Donald Trump en marzo del 2016 en la que Trump menciona a Page como su asesor en política exterior. ¿Mintió Spicer por alguna razón?

Hay más en esta historia, pues el señor Page tuvo participación en la empresa rusa de energía llamada Gazprom, vinculada a su vez con otra relacionada con el financiamiento de la venta del 19,5% de Rosneff. Page dijo al FBI en septiembre que había vendido sus acciones en Gazprom.

Nadie ha sugerido ningún vínculo entre esta extraña supuesta negociación y el denunciado hackeo de la campaña demócrata por parte de los rusos. Pero si ha sido visto con curiosidad y desconfianza el hecho de que Trump ha sugerido repetidamente querer levantar las sanciones actuales de Estados Unidos sobre Rusia, a pesar de la oposición de legisladores de su partido. El líder de la mayoría del Senado, el senador republicano Mitch McConnell de Kentucky, ha advertido a Trump contra el levantamiento de las sanciones. “Si hay algún país en el mundo que no merece ningún tipo de alivio de sanciones, es Rusia”, dijo McConnell el 27 de enero.

Debo reiterar que hasta ahora nadie ha confirmado la supuesta conversación entre Page y Sechin, ni si el señor Trump es el dueño misterioso de una buena parte de la petrolera rusa, violando las sanciones estadounidenses a ese país. Nadie sabe quién ni de qué manera se está adelantando la investigación. En todo caso, la misma correspondería al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en manos actualmente de un amigo de Donald Trump, el exejecutivo de Goldman Sachs Steve Mnuchin. Y siendo así es muy posible que, si realmente hay “gato encerrado”, nunca lleguemos a saberlo o nos tardemos mucho en “sacar al gato de su encierro” y conocer la verdad.

HAY MÁS

Otro hecho curioso, que da lugar a suspicacias es que la publicación rusa Interfax (traducido del ruso al inglés) reveló que la amistad entre el actual Secretario de Estado, Rex Tillerson, expresidente de la petrolera Exxon, y el presidente Vladimir Putin fue reconocida el 20 de septiembre del 2012 con la Orden de la Amistad (decreto No. 1342 de la Federación Rusa) para Tillerson. Esa noche, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitriy Peskov, dijo a los periodistas que Putin y Tillerson tenían os previos. Tan solo tres meses antes, en junio, Putin, Tillerson y el presidente de Rosneff, Igor Sechin, se reunieron para celebrar un contrato de la petrolera rusa.

También menciona el mismo artículo que la empresa de Tillerson continuó colaborando con la empresa Rosneff después de que, tras las sanciones de Estados Unidos en el 2014, quedó prohibido vender combustible a Rusia. La Orden la Amistad es otorgada por el gobierno ruso a personas que contribuyen a las buenas relaciones con países extranjeros.

Y, curiosamente, el nuevo Fiscal General nombrado por el presidente Trump, Jeff Sessions, tras convertirse en asesor de la campaña de Trump, dijo en CNN el 31 de julio del año pasado en favor de Rusia: “Donald Trump tiene razón. Tenemos que encontrar una forma de poner fin a este ciclo de hostilidad que pone en riesgo a ese país, nos cuesta miles de millones de dólares en defensa y crea hostilidades”.

Y para terminar, me atrevo a pronosticar que el presidente chino Xi Jinping, invitará a Donald Trump a la reunión que Jinping sostendrá con Vladimir Putin en mayo próximo.

Son muchas coincidencias. ¿Sabremos algún día si Steele y Erovinkin descubrieron a los reales compradores del 19,5% de la petrolera rusa Rosneft? ¿Por qué los rusos guardan esa información con tanto secreto?

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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