Trump sin fronteras

Los países del cono norte de Centroamérica, cuya dinámica histórica ha respondido más a Washington que a su propia dinámica interna, por la violencia exponencial y su subordinación al narcotráfico y la impunidad, han sido forzados por Trump a transformarse en “terceros países seguros”. Es decir, supuestos “campos de concentración” de migrantes provenientes de Centroamérica.
Sobre todo, y paradójicamente, de Guatemala, El Salvador y Honduras. Pero también del Caribe, América del Sur, el Lejano Oriente y África, a pesar de que el norte de la región de Centroamérica es incapaz de responder a la exclusión, el hambre y los déficits sociales de las grandes mayorías de su población, que se debate entre la miseria, la marginación, la conflictividad y la violencia.
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Esa es la “novedosa” normalidad que en la era de Trump sin fronteras se ha implantado para obstaculizar con fines eminentemente electorales la frontera sur de Estados Unidos. Y para ello utiliza países débiles, fallidos, “narcocleptocracias”, que someten su soberanía a la intervención de EEUU en sus asuntos internos y ejecutan las instrucciones de la istración Trump sin hacer preguntas; a cambio de un trato implícito de impunidad, fundamentalmente de garantías de que jamás serán extraditados a los Estados Unidos en el futuro.
Pero olvidan que el presidente Trump solo es leal consigo mismo. El caso de los kurdos es un testimonio que se explica por sí solo.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.