La autora mexicana que pasó de no saber inglés a las listas de libros más vendidos en EEUU

Cuando llegó a EEUU hace 22 años, la mexicana Yuyi Morales no sabía inglés, pero hoy sus cuentos infantiles en este idioma están en la lista de los más vendidos del New York Times y optan a algunos de los premios más prestigiosos del país. La autora de libros como 'Viva Frida', 'Niño Wrestles the World' o 'Thunder Boy Jr.' vino en 1994 para una visita y se quedó aquí desde entonces. Salió de Veracruz para presentar a su hijo de dos meses a la familia californiana de su marido y cuando estaba ya en EEUU supo que si salía posiblemente no podría regresar en siete años. De pronto, se vio atrapada en casa de su suegra, sin tener ni idea del idioma y teniéndose que dedicarse por entero al cuidado de un bebé. No lo estaba pasando nada bien, cuando ocurrió algo que ella describe como "maravilloso".
"Mi suegra que me vio que estaba yo muy deprimida, estaba intentando hacer lo que podía para darme una chispita de felicidad, ella no hablaba español..., pero entonces es cuando me trae a la biblioteca pública y ahí es donde cambia todo", relata la mexicana.
Como cuenta la autora, las bibliotecas públicas estadounidenses son unos verdaderos oasis de conocimiento en donde, además de libros, un tiene a libros electrónicos, a Internet, herramientas para buscar empleo u orientarse sobre profesiones, entre otros servicios. Allí Morales descubrió los cuentos infantiles. "Me parecieron la maravilla del mundo, me dejaron con la boca abierta, no podía creer que aquí en Estados Unidos se podían hacer esas obras de arte, con unas ilustraciones bellísimas, con unos textos que con un poquito de inglés yo podía ir entendiendo".
Poquito a poco, con esos libritos infantiles, y también viendo Sesame Street, Morales fue aprendiendo inglés, tal como lo hacen los niños. La escritora cuenta que la biblioteca de Walnut Creek se convirtió de inmediato en un "lugar esencial" para ella, adonde iba frecuentemente con su niño, hasta que este comenzaba a llorar. Luego se mudó con su esposo a San Francisco y allí encontró otra biblioteca a sólo cuatro cuadras de su hogar. Iba con su hijo casi todos los días.
"Era donde yo pasaba mis horas más felices, más tranquilas. Además no tenía que responder a nadie, no tenía que contestar al teléfono en un lenguaje que yo no entendía", dice.
Su hijo se convirtió en un ávido consumidor de libros, "cualquier cosa que él necesitara o le interesara, lo único que tenía que hacer era preguntar a la bibliotecaria dónde están los libros" sobre medios de transporte, dinosaurios, la llegada a la Luna, todo cabía en la biblioteca.
Durante sus constantes visitas a la biblioteca Morales comenzó a inspirarse y a escribir algunas historias, y también a copiar algunos de los dibujos que veía en sus libros favoritos. "Yo soy una copiona, una de las cosas que más practico es copiar aquello que me gusta", cuenta. Sus historias estaban llenas de nostalgia, por ejemplo "imaginar cómo una noche mágica podría yo viajar hacia mi país".
Con esas primeras historias comenzó a hacer sus libros a mano, con hojas ilustradas que engrapaba y encuadernaba.
"Me di cuenta de que me gustaba tanto este proceso que comencé a tomarlo más en serio, entonces busqué clases...yo no escribía en inglés y una de las cosas que tuve que hacer fue aprender cómo escribir en este idioma", dice Morales.
Su esfuerzo y creatividad rindió frutos y en 2001 ilustró el libro titulado ' Todas las buenas manos', de la escritora hispano-estadounidense Isabel Campoy.
Dos años después, publicó su primer libro como autora e ilustradora, 'Just a Minute', y fue seleccionada para ilustrar la historia 'Harvesting Hope, The Story of César Chávez', escrita por Kathleen Krull.
Con 'Just a Minute' obtuvo el primero de sus cuatros premios, el Pura Belpré de la Asociacion Americana de Bibliotecas, entregado a trabajos que celebran la identidad cultural latina en Estados Unidos. Desde entonces más de una docena de libros llevan sus créditos, como autora, ilustradora o ambas.
En 2015 su libro ' Viva Frida' fue finalista al premio literario infantil más prestigioso de EEUU, la Medalla Caldecott.
Recientemente, su último libro como ilustradora y escrito por Sherman Alexie, ' Thunder Boy Jr.', estuvo tres semanas en la lista de más vendidos del New York Times.
Morales aborda temas variados en sus historias, desde la nostalgia por México, su familia y tradiciones, y, sobre todo, las celebraciones y como "terminamos jugando con aquello que nos da miedo", explica la autora.
Los espantos, las apariciones, la historia de la Llorona, los extraterrestres y las Momias de Guanajuato son todos temas que se abordan en sus libros. "Miedos infantiles, aquellas cosas que yo recuerdo que me atraían mucho pero me daban mucho miedo", agrega Morales.
Aquel bebé con quien Morales llegó en 1994 a EEUU ya es un hombre, estudia en la universidad y ella regresó a México, como siempre lo quiso desde que salió de allá. Actualmente se encuentra en EEUU promocionando 'Thunder Boy Jr.', y llevando el mensaje a padres y madres latinos sobre la importancia de los libros y de las bibliotecas públicas. A ellos les aconsejó "que los lleven (a la biblioteca), que se den cuenta de que allá los libros son gratis y que son tuyos, por ese momento en que te los prestan esos libros son tuyos. Que lean estos libros con sus hijos, que los lean desde pequeñitos, que nunca sientan que es demasiado temprano ni tampoco demasiado tarde para hacer el hábito de la lectura parte de la vida" , incide Morales.
Sobre todo "se van a dar cuenta de que los libros son una manera de conectarnos con nuestros niños, de tener cosas de que hablar, temas que compartir".