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El cambio climático amenaza al mayor grupo indígena de Colombia

Colombia es uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático. En el norte seco, la crisis ya está obligando a la gente a abandonar sus hogares.
14 Oct 2016 – 01:32 PM EDT
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Un comunidad Wayúu se sienta en el horizonte del desierto en expansión de La Guajira. Crédito: Lindsay Fendt

Por Lindsay Fendt

WUINKUARU, WURU, COLOMBIA - Cada mañana a las 3:00 am Carlos Jusayu, de solo 11 años de edad, sale de su comunidad indígena en la península de La Guajira de Colombia (en el norte del país) y pedalea en su bicicleta por el desierto en busca de agua. A medida que se aleja de su casa hecha con barro, el pasa el hueco cavado por su familia hace años para recoger el agua de lluvia. Estos agujeros o jagüeys, se han utilizado durante siglos por los indígenas wayuu para ahorrar agua durante los períodos secos. El niño no puede recordar la última vez que ese cráter estuvo lleno.

Después de tres años de sequía, todos los pozos ubicados en los alrededores de la hacienda de la familia Jusayu, conocida como la ranchería, se han secado. Los cultivos ya no crecen y las cabezas de ganado han muerto. A lo largo de la Alta Guajira, en el extremo norte de la región, los Wayúu están viendo con impotencia cómo sus hijos y comunidades languidecen de malnutrición y enfermedades debido a los pozos contaminados.

Expuesto a los elementos en el árido desierto de la Guajira, Jusayu y sus compañeros wayúu han vivido siempre al borde de la supervivencia. El grupo se resistió a los conquistadores españoles aprendiendo a disparar armas de fuego y esa habilidad les ha permitido sobrevivir en el desierto durante tanto tiempo y les ha ayudado a superar siglos de cambio. Con más de 140,000 en la Guajira, los Wayuú son ahora el mayor grupo étnico indígena en Colombia.

Pero una sequía extrema está empujando a las comunidades a el punto sin retorno. Incapaces de cultivar alimentos y mantener a sus animales vivos, los Wayuú de la Guajira ya no pueden contar con su tierra para sobrevivir. Los científicos dicen que el cambio climático es el culpable y que los efectos sólo seguirán empeorando en los próximos años.

Cada día, Jusayu regresa a casa después del amanecer con cubos llenos de un líquido marrón. El agua está probablemente contaminada, dice su padre mientras sumerge su taza en el agua turbia. No hay nada más para beber.

"Los ancianos dicen que esto es un castigo de Dios", confiesa Verónica Joseyu, prima de Carlos. "Ellos dicen que es debido a las cosas malas que suceden en el resto del mundo".

Los científicos de la Universidad de La Guajira atribuyen la gravedad de la actual sequía a repetidos ciclos del fenómeno El Niño, que normalmente causa mayores temperaturas y menores precipitaciones en el Caribe. Aunque El Niño siempre ha ocurrido como un fenómeno natural, los estudios muestran que el aumento de la frecuencia de los ciclos 'es probablemente inducida por el cambio climático.

“Pueden decir que la sequía está relacionada con el cambio climático pero no tenemos registro histórico para llegar allá pero sí se ha encontrado que ha habido una alteración en la dinámica de lluvias y el ascenso del mar que son relacionados también a cambio climático”, dijo Martha Ligia Castellanos, profesora de la Universidad de La Guajira que trabaja con los problemas del cambio climático en toda la región. "Ambos de estos problemas suelen estar relacionados con el cambio climático".

Mientras que el huracán Matthew trajo recientemente cierto alivio a la región en forma de lluvia, sus efectos fueron de muy corta duración. No se espera que las condiciones en La Guajira mejoren en el corto plazo y los modelos climáticos predicen que la sequía en el Caribe se intensificará en los próximos años.

En el pasado, el ingenioso Wayúu se movería durante largas sequías a otros puntos dentro de su territorio, que también se extiende en Venezuela. Pero en los últimos años, muchas familias han dejado de migrar debido al colapso económico de Venezuela.

Con la escasez en Venezuela, el contrabando barato de comida en el cual muchas comunidades pobres de La Guajira se habían basado también se ha detenido, dejando a muchos Wayúu sin una forma asequible de comer.

Muchas comunidades ahora se basan en la comida y el agua que reciben del gobierno o de las ONG. En las zonas más remotas de la Alta Guajira, esta ayuda es inconsistente, si es que llega. La escasez ha provocado una creciente crisis de desnutrición entre los niños Wayúu con 58 muertes solo este año.

En Aporta tu granito, una fundación dedicada a la lucha contra la desnutrición fuera de Riohacha, la capital de La Guajira, todos los pacientes actuales provienen de familias Wayuú. Las hamacas tradicionales Wayuú se cuelgan junto a la cuna de cada niño para que las madres duerman mientras sus hijos reciben tratamiento. La fundación se abrió hace ocho años, pero con la sequía se ha registrado un aumento importante en la cantidad de pacientes.

"Siempre hemos tenido los Wayuú aquí, pero hace tres años ellos llegaban diciendo que de la nada aparecieron los animales muertos. La sequía ha empeorado más el caso”, explica Luz Angela Sierra, doctora principal en Aporta tu granito.

En una hamaca en el patio de la fundación, de 23 años de edad, Ana María Pushaina mece a su hijo Diego, de 10 meses de edad, quien dos semanas antes fue diagnosticado con malnutrición por un trabajador de campo. Aunque Diego está ganando peso de nuevo en su pequeña comunidad fuera de Riohacha, los padres de Pushaina son incapaces de encontrar suficiente comida para sus otros dos hijos.

"Antes teníamos yuca, frijoles y maíz. Durante las sequías podíamos beber del jagüey (depósitos superficiales de agua)", dijo. "Pero la sequía mató a todas nuestras cabras y cultivos. Fui a trabajar en la ciudad, pero tuve que dejar mi trabajo para traer a Diego aquí".

La crisis está causando que muchos jóvenes Wayuú deban salir del desierto aún más reseco a probar suerte en la ciudad. A pesar de la sequía en La Guajira es uno de los principales retos, otros efectos climáticos están fomentando el aumento de la migración a lo largo de toda Colombia, que según múltiples estudios es uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático.

De acuerdo con Elsa García, especialista en cambio climático de la Organización Internacional para las Migraciones en Bogotá, se prevé que el cambio climático pueda convertirse en el principal impulsor de desplazamiento en Colombia, superando a quienes huyen de los conflictos armados que suman unos siete millones de colombianos en las últimas cinco décadas.

Con el detrimento de las condiciones climáticas, García y otros creen que la tecnología puede ser la única cosa que podría salvar el estilo de vida de los Wayuú. Otras comunidades ya utilizan purificadores de agua y molinos de viento para extraer agua subterránea, pero el desafío está en extenderlo a lo largo de estos de manera que beneficie a más familias en La Guajira.

“Lo qué hay qué hacer es escucharlos a ellos desde su punto de vista. Ellos dicen qué fueron autosuficientes toda la vida qué la tierra les permitía cultivar y tener las cosas qué necesitaban para vivir y vivir de una forma cómoda agradable. Tenemos que trabajar para asegurar eso en el futuro", concluyó.


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