Más de un 20% de la costas de EEUU podrían estar siendo contaminadas por aguas subterráneas

Un nuevo estudio revela fuentes subterráneas de contaminación marina que han permanecido ocultas hasta ahora y que probablemente estén afectando la vida en el litoral estadounidense. Estas redes subterráneas también son culpables de la intrusión de agua salada a acuíferos de agua potable en el interior, según los investigadores.
A diferencia de los ríos, las aguas subterráneas se distribuyen ampliamente y son muy difíciles de medir, sobre todo a escala continental.
Una gran parte de la población estadounidense vive cerca del mar y depende de sus recursos, pero el origen de la contaminación que lo afecta es algo que todavía no se conoce bien.
Este mapa muestra que el 12% de las costas del país, como la costa del sur de EEUU, la costa del Atlántico norte y el noroeste del Pacífico son las más vulnerables a la contaminación marina por aguas subterráneas.
Los resultados también demuestran que hay sitios donde el agua potable está siendo afectada por la intrusión de agua salada. Estas regiones representan el 9% de la costa e incluyen lugares como Long Island (Nueva York ), San Francisco y Los Ángeles (California).
Andrey Sawyer de la Universidad Estatal de Ohio e investigadores del Laboratorio a Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) combinaron modelos climatológicos y topográficos para identificar las regiones del interior que descargaban una mayor cantidad de aguas subterráneas al océano.
Para ello, examinaron las precipitaciones, las tasas de evaporación y la cantidad de escorrentía superficial para calcular el agua que se está escapando por debajo del suelo. Para validar su análisis, se evaluaron 18 sitios de varios lugares a lo largo del Pacífico, del Golfo de México y el Atlántico.
- Flujo subterráneo del interior al mar
Más de 15 millones de toneladas de agua dulce fluye a través de redes subterráneas ‘invisibles’ desde el interior del país hacia el océano a lo largo de la costa de EEUU cada año, según los expertos.
David Cédric del laboratorio de NASA afirmó que aunque esta cantidad sea menos del 1% de toda el agua que se vierte al océano en Estados Unidos, sigue una fuente rica en nutrientes y otros contaminantes. “El otro 99% proviene de los ríos y la escorrentía superficial”, agregó
"Estamos todos muy familiarizados con la idea de que la lluvia cae sobre la tierra y fluye hacia el océano en los ríos, pero parte de la lluvia se infiltra en el suelo y se vierte en el océano por debajo del nivel del mar", declaró Andrey, el autor principal del estudio. "Si alguna vez has estado nadando en el océano y has sentido un punto frío, hay una buena probabilidad de que ese punto frío sea agua subterránea que se está filtrando."
El exceso de nutrientes en el agua pueden causar la proliferación de algas dañinas para formar y eliminar el oxígeno vital del agua. Esta contaminación pone en peligro a la vida silvestre en el mar, así como el turismo.
- Flujo subterráneo del mar al interior
Parte del agua potable bajo tierra también está siendo afectada por la intrusión del océano hacia el interior, según los investigadores.
"Sólo se necesita una pequeña cantidad de agua salada para hacer que el agua subterránea no sea potable. La invasión de agua salada es una gran preocupación para la gestión de los recursos hídricos en las zonas costeras" agregó Sawyer.
Entre los sitios con los peores impactos de este tipo de contaminación se encuentran Los Ángeles y San Francisco, que el estudio encontró que ser vulnerable a la vez la contaminación del océano y la intrusión de agua salada al mismo tiempo.
Los investigadores comentaron que el aumento de la urbanización también disminuirá el drenaje de las aguas subterráneas submarinas en las regiones costeras, donde la población está creciendo, lo que aumentará la probabilidad de intrusión de agua salada.
"Es por eso que esperamos que los demás puedan utilizar nuestro análisis para planificar cómo desarrollar las tierras costeras y gestionar las aguas subterráneas para preservar la calidad del agua", concluyó el científico.