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Política de Educación

Estudiantes felices, buenos estudiantes: un buen ambiente en la escuela mejora el desempeño académico

Los estudiantes más pobres florecen en escuelas felices, sin violencia y con maestros preocupados, confirman varios estudios llevados a cabo durante los pasados 15 años.
2 Nov 2016 – 01:14 PM EDT
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. Crédito: The Associated Press

La conclusión no es una sorpresa, pero ahora queda confirmado cientificamente.

Un ambiente positivo en la escuela que haga sentir seguros a sus estudiantes y en donde las relaciones entre estos sean fluidas es suficiente en sí mismo como para que los alumnos de niveles socioeconómicos más bajos prosperen y obtengan el mismo nivel de logros que sus compañeros, según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses e israelíes.

El estudio, publicado en la revista científica Review of Educational Research , es un análisis sobre los hallazgos de más de 78 investigaciones llevadas a cabo durante los pasados 15 años sobre el ambiente en las escuelas, los logros académicos de los estudiantes y su estatus socioeconómico.

Por ejemplo, uno de los estudios concluyó que no había ninguna relación entre el ‘clima positivo’ de una escuela y las calificaciones de matemáticas de sus alumnos de décimo grado.

Otros estudios hallaron que mientras más conflictividad había entre maestros y estudiantes de primer grado, peor era el desempeño en matemáticas en los primeros tres años de primaria, que el desempeño de los alumnos mejoraba a medida que tenían relaciones más cercanas con sus maestros o que las niñas hispanas obtenían mejores calificaciones cuanto mejor eran vistas por sus maestros.

“Nuestros hallazgos sugieren que al promover un clima positivo las escuelas permiten más igualdad en oportunidades educativas, disminuyen las desigualdades socioeconómicas y hay más movilidad social”, dijo uno de los coautores del estudio, Ron Avi Astor, profesor de Trabajo Social y Educacion de la Universidad del Sur de California (USC).

“Las escuelas importan y pueden hacer mucho para mejorar los resultados académicos”, agregó.

Para los investigadores un ‘clima positivo’ en la escuela implica la presencia de maestros comprensivos y preocupados por sus alumnos, la ausencia de violencia y acoso escolar (‘bullying’), la relación fluida entre estudiantes y la participación de los padres en la educación de sus hijos.

El análisis también halló que no existe una correlación entre el estatus socioeconómico de una escuela y una percepción negativa sobre el clima en esa escuela, lo que sugiere que es posible fomentar un ambiente positivo incluso en los planteles más pobres y con menos recursos.

“Un clima escolar positivo tiene el potencial de romper las influencias negativas que surgen de los orígenes socioeconómicos más pobres y mitigar los factores de riesgo que amenazan los logros académicos”, explicó la coautora del análisis y profesora de Trabajo Social de la Universidad de Haifa (Israel), Ruth Berkowitz.

Los autores aclaran que no existe una definición sobre lo que implica un ‘clima positivo’ en la escuela y que urge elaborar unos indicadores para poder medirlos y fomentarlos.

También pidieron involucrar a padres y a es escolares en investigaciones sobre las percepciones que tienen de sus escuelas, así como el efecto que pueden tener sobre el clima escolar los programas de arte, educación física, cívica, vocacional y otros más allá de lo puramente académico.

“Esto es muy importante con la nueva Ley Every Student Succeeds (Que cada estudiante tenga éxito), que se enfoca mucho en el clima y tono social y emotional de las escuelas”, explicó Astor.

“Hay una necesidad tangible, immediata, de construir una definición común y medidas confiables que puedan traducirse en normas prácticas y de política pública” sobre el ambiente en las escuelas, dijo el académico.


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