Criticar a Pence por "honesto" y otras cosas asombrosas que hizo Trump para subvertir las elecciones
El expresidente Donald Trump fue acusado el martes de cuatro delitos graves por sus intentos de cambiar los resultados de las elecciones de 2020, en las semanas previas que condujeron al asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Los cargos en su contra incluyen conspiración para defraudar al gobierno que él mismo había liderado, y buscan demostrar que el exmandatario atacó de forma deliberada los cimientos de la democracia para aferrarse al poder.
Esta acusación penal de 45 páginas, la tercera contra Trump este año, describe cómo Trump aseguró públicamente a sus seguidores que había ganado las elecciones y se las querían robar, a pesar de ser consciente de que eso era falso, y cómo trató de persuadir a funcionarios estatales y federales, a su propio vicepresidente y hasta al Congreso de EEUU, para que anularan los resultados electorales, que favorecieron al demócrata Joe Biden.
Según la acusación, la “deshonestidad, el fraude y el engaño” de Trump y algunos de sus aliados más cercanos, hizo que los seguidores del expresidente "atacaran violentamente el Capitolio y detuvieran el proceso” por unas horas, en un hecho inimaginable en el que una turba no solo irrumpió de forma bandálica en la sede del Congreso, sino que golpeó e hirió a policías e hizo que los legisladores tuvieran que huir y esconderse para salvar sus vidas.
Estas son los elementos más impactantes de las acusaciones del fiscal Jack Smith contra el expresidente Donald Trump:
1. Trump sabía que perdió, pero siguió mintiendo
Mientras Trump y Rudy Giuliani seguían maniobrando para anular los resultados alegando fraude electoral en varias cortes, sus ayudantes y aliados no estaban convencidos de que él realmente hubiera sido el ganador. Y algunos se lo hicieron saber sin tapujos.
“No hay mundo, no hay opción en la que no tenga que dejar la Casa Blanca el 20 de enero”, le habría dicho a Trump uno de los abogados adjuntos de la Casa Blanca, que no fue identificado en la acusación. Otro escribió en un correo electrónico: “Obviamente, me apresuraré a ayudar en todos los frentes, pero es difícil controlar algo de esto cuando todo es solo una conspiración de m.... transmitida desde la nave nodriza”.
Sin embargo, Trump continuó diciendo "prolíficas mentiras" sobre las elecciones, incluso después de que altos funcionarios del gobierno le advirtieran sobre sus declaraciones falsas sobre el tema. Teorías como la de que muchas personas que ya habían fallecido habían aparecido como votantes en Georgia, o que en Pennsylvania hubo un conteo excesivo, o que decenas de miles de 'no ciudadanos' votaron en Arizona, habían sido cuestionadas por funcionarios estatales, muchos de ellos republicanos, así como por funcionarios federales y hasta de su propio equipo.
“Estas afirmaciones eran falsas y el acusado sabía que eran falsas”, afirma la acusación del fiscal Jack Smith.
Mientras decía esto públicamente, en privado, Trump habría reconocido su derrota. Según la acusación, después de que el presidente del Estado Mayor Conjunto instara a Trump a no tomar medidas sobre un tema de seguridad nacional, Trump accedió, alegando: “Sí, tienes razón, es demasiado tarde para nosotros. Dejémosle eso al siguiente”, habría dicho Trump en una reunión el 3 de enero de 2021, apenas tres días antes del asalto al Capitolio, tres días en los que estuvo tuiteando y animando a sus seguidores a ir a Washington el día 6.
2. "Eres demasiado honesto": las presiones de Trump a Mike Pence
En la acusación se incluyen las presiones que recibió el entonces vicepresidente, Mike Pence, de parte de Trump. En esta parte se ilustran algunos detalles que hasta entonces se desconocían.
El texto cita un memorándum de notas de Mike Pence sobre sus interacciones con Trump, desde que el expresidente empezó a presionarlo, incluso públicamente, para que retrasara o rechazara la certificación de los resultados electorales el 6 de enero en el Congreso.
En esas semanas entre las elecciones y el asalto al Capitolio, Trump y Pence tuvieron varias conversaciones. El 25 de diciembre, Pence llamó al mandatario para desearle feliz navidad, pero Trump “rápidamente cambió la conversación al 6 de enero y su solicitud de que el vicepresidente rechazara los votos electorales ese día”, a lo que Pence respondió que no tenía la autoridad para hacerlo.
En otra de las llamadas, el 1 de enero, Trump le dijo a Pence: “Eres demasiado honesto”, por la posición de su segundo quien se negaba a ayudarlo en la maniobra que le planteaba.
Inicialmente, Pence trató de esquivar la citación del Departamento de Justicia para responder preguntas en este caso, pero luego colaboró con la investigación.
3. La "jugada loca" de los falsos electores
Al principio, el equipo de Trump orquestó un plan para reclutar funcionarios en siete estados que el expresidente había perdido (Arizona, Georgia, Michigan, Pennsylvania, Nevada, Nuevo México, Wisconsin) para que presentaran certificados electorales alternativos, diciendo que en realidad había ganado Trump cuando el Congreso se reuniera para certificar la votación del Colegio Electoral el 6 de enero.
Trump y sus co-conspiradores (seis personas que no aparecen mencionadas por sus nombres en la acusación, pero que en su mayoría pueden ser identificadas a partir de la información que se aporta sobre ellas) dijeron a la mayoría de los funcionarios locales que los certificados que estaban firmando -diciendo que Trump ganó las elecciones en sus estados- solo se usarían si los casos judiciales que se estaban librando sobre los resultados de las elecciones confirmaban ese resultado.
Pero los fiscales alegan que eso no es cierto y que lo que comenzó como una estrategia legal se convirtió rápidamente en un plan corrupto para intentar detener la certificación del 6 de enero que daba la victoria a Biden.
Según la acusación, cuando un colega le contó lo que estaba pasando, el segundo jefe de campaña de Trump lo calificó como una “jugada loca”. Se negaron a poner sus nombres en una declaración al respecto, porque ninguno de ellos podía “sostenerlo”.
4. Trump no paró tras el asalto al Capitolio,
"redobló" sus esfuerzos
La acusación dice que tras el impensable asalto de una turba de seguidores del expresidente al Capitolio de la nación, Trump no solo no se detuvo, sino que “redobló” sus esfuerzos ese mismo día, incluso a altas horas de la noche.
En el documento se mencionan varios intentos de Trump, a través de sus ayudantes y co-conspiradores, de ar a varios senadores y al menos a un miembro de la Cámara de Representantes justo antes de que ambas cámaras del Congreso volvieran a reunirse tras el asalto para retomar la ceremonia de certificación de la victoria de Biden.
Según la acusación, a las 7:01 pm de ese día, mientras los aliados de Trump hacían llamadas, el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, llamó al mandatario para pedirle que retirara cualquier objeción y permitiera la certificación, pero Trump se negó.
“Una vez que se produjo la violencia, el acusado y los co-conspiradores explotaron la interrupción y redoblaron los esfuerzos para presentar afirmaciones falsas de fraude electoral y convencer a los del Congreso de retrasar aún más la certificación basándose en esas afirmaciones”, alega la acusación formal.