"Descubrirán que no hay nada": Biden sobre los documentos clasificados hallados en sus oficinas y vivienda
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que fiscal especial para investigar el asunto.
"Como descubrimos que un puñado de documentos estaban archivados en el lugar equivocado, los entregamos inmediatamente a los archivos y al Departamento de Justicia", dijo Biden, refiriéndose a la istración Nacional de Archivos y Registros.
"Estamos cooperando plenamente, deseando que esto se resuelva rápidamente. Creo que descubrirán que no hay nada. No me arrepiento de nada. Estoy siguiendo lo que los abogados me han dicho que quieren que haga. Es exactamente lo que estamos haciendo. No hay nada de nada".
Biden y sus asesores se han mostrado reacios a declarar sobre la polémica de los documentos clasificados hallados el 2 de noviembre, seis días antes de las elecciones de mitad de mandato en una de sus oficinas del Penn Biden Center en Washington.
El pasado sábado, la Casa Blanca confirmó que encontró un tercer lote de documentos en la casa familiar del presidente en Delaware en una búsqueda que hizo en su abogado, Richard Sauber.
El descubrimiento puede complicar una investigación federal sobre el expresidente Donald Trump, quien, según el Departamento de Justicia, se llevó a su residencia de Mar-a-Lago en Florida cientos de registros marcados como clasificados al abandonar la Casa Blanca a principios de 2021 y se resistió durante meses a las peticiones de devolverlos al gobierno.
Los dos casos son diferentes: Biden, al contrario que Trump, entregó voluntariamente los documentos una vez encontrados. Pero el asunto está desgastando al presidente y a sus ayudantes, que han dicho en repetidas ocasiones que actuaron de forma rápida y apropiada cuando se descubrieron los documentos, y que están trabajando para ser lo más transparentes posible, aunque siguen sin respuesta preguntas clave.
La fragmentación de la información sobre los archivos
El fiscal general, Merrick Garland, nombró la semana pasada a Robert Hur, exfiscal federal de Maryland, como asesor especial para supervisar la investigación del Departamento de Justicia sobre los documentos de Biden.
Garland dijo que las circunstancias extraordinarias justificaban el nombramiento de un supervisor especial, y también tomó la decisión en parte para mostrar el "compromiso del Departamento de Justicia tanto con la independencia como con la responsabilidad en asuntos particularmente delicados".
Hur sustituye al fiscal federal John Lausch, a quien se pidió inicialmente que revisara los documentos y cuyo equipo ya ha estado entrevistando a antiguos ayudantes de Biden encargados de empaquetar las cajas durante su etapa como vicepresidente.
Esas entrevistas incluyen a Kathy Chung, quien se desempeñó como asistente istrativa durante ese tiempo, según una persona familiarizada con el asunto que habló con la AP bajo condición de anonimato para discutir una investigación en curso.
Biden expresó su frustración por el hecho de que el asunto de los documentos saliera a relucir el jueves, mientras inspeccionaba los daños causados por las tormentas en California y expresó a los periodistas su molestia porque no se centraran en el motivo del viaje y le preguntaran sobre el manejo del material clasificado.
El equipo de Biden se ha enfrentado a críticas por la fragmentación de las revelaciones: los documentos no se notificaron al público hasta principios de enero y, después, las conclusiones adicionales se fueron publicando poco a poco.
En ocasiones, esto ha provocado acalorados intercambios entre los periodistas y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien provocó cierta controversia cuando el pasado viernes sugirió que se habían recuperado todos los documentos, pero el fin de semana se hizo público un descubrimiento adicional.
Es indebido pero puede que no sea delito
Lo cierto es que ni Trump ni Biden deberían haber tenido en su poder documentos clasificados de sus respectivas gestiones ya que la ley obliga a que todos los registros presidenciales sean entregados a los Archivos Nacionales, pero la posesión de estos documentos de por sí no es delito, si se demuestra que no fueron ocultados a sabiendas.
En el caso de Biden, fueron sus propios abogados quienes avisaron a las autoridades de que habían encontrado documentos clasificados.
En el caso de Trump, al contario, se negó a reconocer que los tenía y a devolverlos pese a los requerimientos de Archivos Nacionales. Y solo fueorn recuperados cuando el FBI procedió al registro de su residencia.
Pese al contraste de los dos casos, la oposición republicana en el Congreso ha aprovechado la situación para criticar al gobierno Biden y pidió en una carta dirigida al fiscal Garland que entregue una serie de documentos relacionados con la investigación de Biden antes del 27 de enero y destacan el hecho de que los documentos se descubrieron justo antes de las elecciones.
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