Biden busca acuerdo internacional para erradicar paraísos fiscales y obtener financiamiento para su plan de infraestructura
El presidente impuesto corporativo sobre la renta.
El objetivo internacional complementa la propuesta de Biden de elevar el impuesto corporativo en Donald Trump lo redujo en 2017 de un 35% a un 21%.
Un consenso internacional de tal envergadura le quitaría el incentivo a las grandes trasnacionales de evadir impuestos transfiriendo sus ganancias desde las grandes economías donde se originan hacia países con bajo pechaje, tales como Caribe anglófono.
Y al mismo tiempo generaría una recaudación fiscal que permitiría al gobierno de Biden financiar el plan de infraestructura por $2.3 billones ( trillion en inglés) que la Casa Blanca presentó la semana pasada. Expertos estiman que permitiría recaudar $2,5 billones (trillion en inglés) en 15 años, según el diario The Guardian.
Biden se ha comprometido públicamente a no elevar los impuestos a los contribuyentes con ingreso anual inferior a los $400,000.
Eso deja a los tributos corporativos como fuente primordial de financiamiento, pero numerosas empresas sacan sus ganancias de Estados Unidos y las declaran en otras jurisdicciones para pagar menos impuestos, ahorrándose en el proceso miles de millones de dólares.
Aunque las empresas estadounidenses son las más rentables en el planeta, Estados Unidos recauda menos impuestos corporativos como porcentaje de su Producto Interno Bruto que casi todas las economías avanzadas agrupadas en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Numerosos países han reducido sus impuestos empresariales como una manera de captar recursos e inversiones.
" Tienes 51 o 52 corporaciones en (la lista de las principales empresas del globo elaborada por la revista) Fortune 500 que no han pagado un centavo en impuestos los últimos tres años", dijo Biden el pasado lunes para ilustrar la situación actual.
Janet Yellen empleó su discurso más importante desde que asumió el Departamento del Tesoro para anunciar esta semana ante el Chicago Council on Global Affairs que buscará ese acuerdo internacional en el G20, el foro internacional que agrupa a las 20 mayores economías del planeta.
"La competitividad va más allá de cómo les va a las empresas con sede en Estados Unidos respecto a otras compañías respecto a fusiones globales y pujas por adquisiciones. Se trata de garantizar que los gobiernos tienen sistemas fiscales estables que recauden los fondos suficientes para invertir en bienes públicos esenciales", indicó.
En su propuesta de reforma fiscal " The Made in America Tax Plan", el Departamento del Tesoro explica que para garantizar un mínimo global para un impuesto corporativo a la renta, Estados Unidos le negaría deducciones a corporaciones extranjeras con sede en países que no suscriban el acuerdo.
El proyecto también incluye establecer un impuesto mínimo para empresas que presenten una brecha entre el ingreso que reportan a sus accionistas y el que reportan a la Oficina de Rentas Internas ( IRS por sus siglas en inglés).
Alan Auerbach, economista de la Universidad de California en Berkeley, dijo a la agencia AP que tal acuerdo internacional " sería muy importante porque pondría a los países a coordinar sus sistemas impositivos como nunca antes lo han hecho".
La propuesta enfrentará la oposición de los senadores republicanos, reacios a que Biden desmantele la principal legislación alcanzada durante el gobierno de Trump, alegando que perjudica al sector privado.
Biden necestaría el apoyo unánime de los 50 integrantes de la bancada demócrata, pero el moderado Joe Manchin dijo esta semana que aprobaría un impuesto del impuesto corporativo solamente a un 25%.