Cohen acusó a Trump de haber cometido delitos en la campaña y en la Casa Blanca
WASHINGTON, DC . - A pocas semanas para ingresar a la cárcel y bajo asedio republicano, el exabogado personal del presidente Donald Trump, Michael Cohen, afirmó este miércoles bajo juramento ante un comité del Congreso que su antiguo jefe ha mentido sobre sus finanzas y sus pagos para silenciar a una actriz porno, y ofreció documentos para sustentar sus acusaciones.
“Donald Trump es un racista, un estafador y un tramposo”, dijo Cohen durante una audiencia en el Comité de Supervisión del Gobierno de la Cámara de Representantes, realizada bajo fuerte presencia de policías del Capitolio.
“No tienen que creer en mi palabra. Miren los documentos”, argumentó Cohen, antiguo guardián de los secretos de Trump y quien ahora se vio sometido al ataque de sus aliados republicanos, los mismos que hasta hace pocos más de un año lo apreciaban por ser un hombre cercano al presidente.
La maratónica vista pública, para la que las colas comenzaron a formarse desde tempranas horas, compitió en cobertura mediática con el segundo encuentro de Trump con el presidente norcoreano, Kim Jong Un, en Hanoi (Vietnam) sobre la desnuclearización de la península.
Pese a las 12 horas de diferencia entre Hanoi y Washington -y a la delicada tarea que lo llevó hasta Asia- Trump estuvo atento al testimonio de Cohen y en su cuenta en Twitter repitió horas antes de que comenzara la audiencia que éste hizo “cosas malas no relacionadas a Trump”, y ahora miente para reducir su sentencia con la ayuda del abogado de su exrival demócrata en la contienda, Hillary Clinton.
Luego de que la reunión con Kim finalizara abruptamente sin llegar a un acuerdo conjunto, Trump ofreció una rueda de prensa en la que consideró injusto que los demócratas de la Cámara de Representantes interrogaran a Cohen, mientras estaba llevando a cabo negociaciones sobre desnuclearización en el otro lado del mundo.
"Tener una audiencia falsa como esa, y tenerla en medio de esta cumbre tan importante, es algo realmente terrible", dijo Trump sobre la explosiva sesión del miércoles ante el Comité de Supervisión de la Cámara. "Podrían haber llegado dos días después o la semana que viene".
El presidente acusó a Cohen de mentir, una acusación que el testigo también formuló contra el presidente, aunque lo elogió por decir que no tenía "evidencia directa" de Trump o su campaña conspiraron con Rusia.
"Mintió mucho, pero fue muy interesante, porque no mintió sobre una cosa", subrayó Trump. "Dijo que nada de conspiraciones con el engaño ruso. Me pregunto por qué no mintió sobre eso también como lo hizo sobre todo lo demás".
Un rosario de acusaciones
Predeciblemente, la audiencia en el hacinado salón del Comité en el edificio Rayburn adquirió matices electorales, de cara a los comicios generales del próximo año: por un lado, los republicanos llegaron decididos a atacar la credibilidad de Cohen y defender a Trump, mientras que los demócratas buscaban más detalles que inculparan al mandatario.
La comparecencia, que se empezó bajo las objeciones republicanas de no haber tenido las declaraciones escritas del testigo con la necesaria anticipación, cubrió un rosario de asuntos potencialmente problemáticos para Trump, tanto en el terreno legal como en la arena política, en unos momentos en que el mandatario busca afianzarse camino a la reelección en 2020.
Entre las acusaciones más explosivas figuran pagos por un total de $130,000 para comprar el silencio de la actriz porno, “Stormy Daniels”, sobre su presunto amorío de 2006; sus “trampas” en los negocios para evadir el pago de impuestos; sus amenazas para impedir la divulgación de su récord académico, o su excusa médica para no ser enviado a la guerra en Vietnam.
Aunque algunas acusaciones ya eran conocidas, lo nuevo ahora es que Cohen ofreció testimonio bajo juramento -bajo amenaza de perjurio-, y presentó documentos para sustentar sus afirmaciones, incluyendo copia de un cheque personal firmado por Trump en agosto de 2017 para reembolsarlo por el pago a “Stormy Daniels”.
Además, aseguró que Trump estuvo al tanto de una reunión prevista con agentes rusos en la Torre Trump de Nueva York y un asesor suyo, Roger Stone, le adelantó que WikiLeaks tenía planes para una difusión “masiva” de correos electrónicos “hackeados” al Partido Demócrata y que perjudicarían a Clinton.
Según Cohen, Trump también mintió sobre las negociaciones para construir una Torre Trump en Moscú durante la contienda porque “no esperaba ganar” la presidencia y en cambio sí lograría “centenares de millones de dólares” con el proyecto.
Ambos asuntos forman parte de la investigación sobre la “trama rusa” que inició el fiscal especial, Robert Mueller, en mayo de 2017 y de la cual se espera que entregue un informe al Departamento de Justicia.
El tema de la colusión
Cohen dijo que aunque tiene sus “sospechas”, desconoce si hay pruebas sobre la presunta colusión de la campaña presidencial de Trump con Rusia para afectar las elecciones de 2016, otro de los asuntos que investiga Mueller y varios comités del Congreso.
El testimonio dejó de manifiesto la aparente obsesión de Trump con su imagen pública y su disposición a ganar “a toda costa”, tanto que, según dijo Cohen a la congresista demócrata por California, Jackie Speier, éste le ordenó intimidar a individuos o entidades, de distintas formas, “probablemente” 500 veces a lo largo de una década.
Cohen, que en el pasado dijo estar dispuesto a “tomar una bala” por Trump, ingresará el próximo 6 de mayo a una cárcel federal para purgar una sentencia de tres años por haber mentido al Congreso y varios delitos financieros que fueron descubiertos en el transcurso de la investigación de Mueller.
En una aparente búsqueda de redención, Cohen, de 52 años, quiso relatar todo lo que asegura saber de Trump y sus “actos ilícitos”, tomando en cuenta que ya no tiene más que perder: fue condenado a prisión, perdió su licencia de abogado ayer, su reputación y credibilidad han quedado por los suelos.
Cohen se declaró culpable en agosto pasado de ocho cargos criminales, incluyendo mentir al Congreso, fraude bancario, y hacer una contribución política ilegal mediante el pago para silenciar a “Stormy Daniels”.
¿Por qué mintió antes?
Pero la narrativa de Trump, de varios de su istración y de sus aliados republicanos dentro y fuera del Congreso, es que Cohen mintió y colaboró con investigadores a cambio de obtener una reducción en su sentencia cancelaria.
La portavoz de la Casa Blanca, Sara Huckabee Sanders, mantuvo esa narrativa esta semana al asegurar que nadie debe creerle a un “criminal desacreditado”, mientras que el nuevo abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, calificó el testimonio de Cohen como “patético”.
Al unísono, los republicanos en el Comité no perdieron tiempo para atacarlo por sus presuntos problemas de credibilidad, al recordar que, hace tan sólo 18 meses (cuando era férreo defensor de Trump), Cohen mintió bajo juramento y, a su juicio, no hay motivo para creerle ahora.
Al ofrecer disculpas al Congreso, a su familia y al pueblo estadounidense, Cohen explicó que actuó con una “lealtad ciega” y se dejó “embelesar” por Trump al grado que estuvo “dispuesto a hacer cosas por él que supe que eran absolutamente equivocadas”.
También negó las acusaciones republicanas de que traicionó a Trump en venganza porque no consiguió un puesto en la Casa Blanca.
En ese punto, el ex hombre de confianza del mandatario aseguró que jamás quiso llegar al gobierno, aunque muchos periodistas aseguran que durante la campaña y la transición Cohen habría dado a entender a algunos de ellos que sí aspiraba algún tipo de nombramiento en el equipo presidencial.
Trump, “la peor versión de sí mismo”
Cohen afirmó que ganar lo es todo para Trump y que, a su juicio, desde que asumió la presidencia en enero de 2017, se ha convertido “en la peor versión de sí mismo”.
Durante un intercambio con el congresista republicano, Jim Jordan, uno de los que fue más duro contra Cohen, este se quejó de que ninguno de los republicanos le había hecho preguntas sobre la conducta o acciones de Trump, que era el objetivo de la audiencia.
Pero es que el objetivo de los republicanos era otro, agujerear su testimonio y desacreditarlo, con el argumento de que él mismo ha sido condenado a prisión por varios delitos y había mentido a investigadores.
La congresista republicana de Virginia Occidental, Carol Miller, señaló que esta audiencia ha sido “un circo mediático, una pérdida de tiempo y dinero”, al escuchar a una persona que “ha explotado el nombre del presidente para forrar sus propios bolsillos”.
Los legisladores serán “otro capítulo” en un futuro libro que escriba Cohen sobre su relación con Trump, se quejó Miller.
Al detallar su cercanía con Trump, Cohen explicó al congresista republicano de Michigan, Justin Amash, que éste “no te hace preguntas, no te da órdenes” sino que “habla en código”.
“Yo entiendo el código porque he estado cerca de él durante una década”, dijo Cohen, aunque no pudo precisar cuál es la “verdad que más teme” en este proceso de audiencias.
Para Trump, Cohen fue el confidente del que dependió a lo largo de una década para eliminar trabas en sus negocios y asuntos personales. Ahora lo ve como una “rata” y un traidor dispuesto a mentir para reducir su sentencia.
Aparte de repetir su “mea culpa” y su remordimiento a prácticamente a cada congresista, Cohen también llegó a la audiencia con la advertencia de que una “lealtad ciega” puede conllevar graves consecuencias.
Preguntado por el congresista demócrata de California, Mark DeSaulnier, sobre si funcionarios del gobierno de Trump correrían riesgo de cárcel, Cohen fue enfático: “si lo siguen ciegamente como yo lo hice, creo que la respuesta es sí”.
Al final de la audiencia de siete horas y media, Cohen advirtió que si Trump pierde en 2020, “jamás habrá una transición de poder pacífica”, mientras Cummings afirmó que ojalá su testimonio sirva para que mejore el país y la democracia permanezca intacta.
Según observadores legales, la audiencia podría sentar las bases para que, a corto plazo, los demócratas exijan a Trump, mediante una citación judicial, la difusión de sus declaraciones de impuestos. Sin embargo, no está claro que ésta contribuya a un posible juicio político contra Trump, algo que no fue nombrado a lo largo de la sesión, como destacó Cumming en declaraciones a los medios al final de la jornada.
Fue el segundo día consecutivo de Cohen en el Congreso para testificar ante un comité. Esta es la única audiencia pública, después de un encuentro a puerta cerrada en el Comité de Inteligencia del Senado. El jueves tendrá una reunión similar en el equivalente de la Cámara de Representantes.