Trump pone a prueba los límites de su cargo y la resiliencia de la democracia en EEUU
Durante sus primeras seis semanas en el cargo, el presidente Donald Trump se ha embarcado en un vertiginoso desmantelamiento del gobierno federal y ataques a instituciones de larga data en un intento por engrandecer su propia autoridad.
Ha castigó a medios de comunicación por la cobertura que no le gusta y sus aliados han sugerido que podría desafiar las órdenes judiciales.
Quienes monitorean la democracia en todo el mundo habían advertido que un segundo mandato de Trump podría poner en peligro el experimento de 240 años de democracia de Estados Unidos. Sus primeras semanas en el cargo han reforzado esas preocupaciones.
“Trump está utilizando el clásico manual del autoritario electo”, dijo Brendan Nyhan, del Dartmouth College, quien se unió a más de 800 politólogos para firmar una carta en la que advierten que Trump está socavando el Estado de derecho y el principio constitucional básico de controles y contrapesos. “Es casi vergonzoso lo burdo que es”, consideró.
Nyhan dijo que algunas de las medidas de Trump son un eco de las adoptadas por otros que ganaron elecciones democráticamente y luego pasaron a centralizar el control, como el húngaro Viktor Orbán. Quienes han resistido al autoritarismo en otros países dicen que están alarmados por lo que está sucediendo en Estados Unidos.
“Siento que estoy viviendo esto dos veces”, dijo Maria Ressa, una periodista que ganó un premio Nobel tras ser procesada por el gobierno del expresidente filipino Rodrigo Duterte en 2019, en una llamada la semana pasada sobre la amenaza que representan algunas acciones del gobierno de Trump para la democracia estadounidense.
“Lo que estamos viendo es exactamente eso: pensar en ello como una muerte por mil cortes”, dijo. “Estás sangrando tanto que, en algún momento, el cuerpo político muere”, explicó.
El poder que ganó Trump en las urnas no es ilimitado
Trump ciertamente ha adoptado la imagen de un hombre fuerte. El presidente declaró: “Somos la ley federal” y publicó en sus redes sociales que “Quien salva a su país no viola ninguna ley”, una cita que a menudo se atribuye a Napoleón Bonaparte. La cuenta oficial de la Casa Blanca publicó en la red social X una imagen de un Trump sonriente y coronado con las palabras “VIVA EL REY”.
Los partidarios de Trump dicen que él está tratando de preservar la democracia estadounidense al darles a los votantes lo que quieren: un presidente fuerte. Pero está por verse lo fuerte que puede llegar a ser Trump. Los tribunales han detenido varias de sus órdenes ejecutivas, incluidas las que buscan eliminar agencias creadas por el Congreso y poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de padres que están en Estados Unidos ilegalmente.
Trump hizo campaña el año pasado prometiendo desmantelar lo que sostiene que es una burocracia gubernamental corrupta, a la que culpa de los fracasos durante su primer mandato y su posterior procesamiento. En su primer día en el cargo, el nuevo presidente dijo a los periodistas que su objetivo era “devolverle al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y, de hecho, su libertad”.
En febrero, en una entrevista con los periodistas en la Oficina Oval, el multimillonario Elon Musk, a quien Trump eligió para encabezar los recortes al gobierno federal, afirmó que él es quien está tratando de “restaurar la democracia”. Algunas de las demandas judiciales que buscan detener las acciones de Musk no han tenido éxito, lo que le ha permitido seguir adelante.
“La gente votó por una reforma gubernamental importante y eso es lo que la gente va a obtener”, dijo Musk a los periodistas. “De eso se trata la democracia”, agregó.
Pero muchos de los que estudian la democracia advierten que la concepción de Musk es incompleta. “El poder que se obtiene a través de las urnas no es un poder ilimitado. Esa es la esencia de la democracia liberal”, dijo Kevin Casas-Zamora, secretario general del grupo a favor de la democracia con sede en Estocolmo International IDEA.
En el escenario mundial, Trump y su istración han alarmado a sus aliados de larga data en Europa sobre si Estados Unidos sigue comprometido con la OTAN y por su apoyo a Rusia en las conversaciones para poner fin a la guerra en Ucrania, un país que el Kremlin invadió hace tres años.
El viernes, Trump reprendió públicamente al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la Oficina Oval. Los funcionarios rusos y muchos aliados de Trump expresaron alegría; las naciones europeas reaccionaron con horror.
El senador estadounidense Bernie Sanders, independiente por Vermont, dijo que el acercamiento entre la istración Trump y el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, equivalían a una amenaza existencial. "Esta alianza Putin-Trump significa abandonar a nuestros aliados, apoyar el autoritarismo y socavar nuestras tradiciones democráticas", dijo en una publicación en las redes sociales.
El tema común en todas las acciones de Trump es la expansión de su poder personal, dijo Josh Chafetz, profesor de Derecho de Georgetown. "Ni siquiera está claro para qué sirve ese poder", agregó. Señaló que Trump tiene convicciones ideológicas que no lucen sólidas.
La politización de la aplicación de la ley federal
A pesar de las preocupaciones de que la istración ignoraría al poder judicial, Trump y Musk dijeron que obedecería los fallos judiciales y eventualmente buscaría la aprobación del Congreso para los cambios que están haciendo. Al mismo tiempo, Musk y algunos otros republicanos también han pedido que se impugne a los jueces que fallan en contra del gobierno.
Hay muchas otras señales de advertencia, principalmente el uso agresivo del Departamento de Justicia para promover los intereses políticos de Trump.
El departamento ordenó a los fiscales que desestimaran los cargos de corrupción contra el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, citando su necesaria cooperación con la ofensiva de inmigración de la istración. Eso llevó a que varios altos funcionarios del Departamento de Justicia renunciaran después de decir que un acuerdo de ese tipo era peligroso y de que algunos exfiscales de alto rango advirtieran sobre los riesgos para el Estado de derecho.
Otro ejemplo es lo que ha hecho el elegido por Trump para ser fiscal de Estados Unidos en el Distrito de Columbia, Ed Martin, quien representó a algunos acusados que atacaron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Martin, en su puesto interino como el fiscal federal de mayor jerarquía en la capital del país, se puso en o con al menos dos demócratas del Congreso, incluido el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer de Nueva York, para "investigar" declaraciones que ellos hicieron en el pasado. Una declaración se relacionaba con Musk y otra trataba sobre los jueces conservadores de la Corte Suprema que formaban parte del fallo mayoritario que puso fin al derecho al aborto.
"Esta noción de que puedes usar tu poder para recompensar a tus amigos y castigar a tus enemigos me recuerda algo que ha sido durante mucho tiempo un elemento básico de la política latinoamericana", dijo Casas-Zamora, quien es de Costa Rica.
Amenazas a supuestos enemigos
Trump ha intensificado los ataques a los medios de comunicación cuya cobertura no le gusta, expulsándolos de su espacio de trabajo en el Pentágono o prohibiéndoles el a la Oficina Oval y al Air Force One, y eligiendo a los que se les permitirá cubrir sus eventos. Su designado para dirigir la Comisión Federal de Comunicaciones está investigando a PBS y a la Radio Pública Nacional, que reciben dinero federal.
Trump también emitió una orden ejecutiva para tomar el control de agencias independientes como la FCC, la Comisión Federal Electoral y la Comisión de Bolsa y Valores.
Algunos demócratas destacados han utilizado analogías sorprendentes para advertir sobre las acciones de Trump. En un discurso que terminó con una evaluación mordaz de las acciones de Trump, el gobernador demócrata JB Pritzker, que es judío, imploró el mes pasado a los legisladores que recordaran lo que dio origen al nazismo en Alemania hace casi un siglo.
"Si no queremos repetir la historia", dijo Pritzker, "entonces, por el amor de Dios, en este momento será mejor que seamos lo suficientemente fuertes como para aprender de ella".
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