Con la retirada del senador Flake, Bannon corta otra 'cabellera' en su guerra contra el establishment republicano

El autoproclamado jefe de la revolución de extrema derecha, Steve Bannon, puede presumir este martes de una nueva victoria: la anunciada retirada del senador por Arizona Jeff Flake, un crítico del presidente Donald Trump que era uno de sus objetivos principales para barrer del Congreso a los republicanos moderados.
Flake anunció que abandona su intento de conseguir la reelección en 2018, una campaña que tenía muy cuesta arriba por la popularidad de su rival en primaria republicana, la exsenadora estatal Kelli Ward, quien le lleva 25 puntos de ventaja y es apoyada por la maquinaria de propaganda y dinero liderada que ha puesto en marcha Bannon.
"No seré cómplice", dijo Flake en un discurso en el Senado en el que arremetió contra lo que describió como la política divisionista y mezquina del presidente Trump.
Breitbart, la web nacional-populista de Bannon, celebró la noticia abriendo su portada con un titular parpadeante en letras mayúsculas: "Ganando: Fuera Blake".
La web incluye la reacción de Bannon a la noticia: "Nuestro movimiento les derrotará en primarias o les obligará a retirarse".
"Otra cabellera", le dijo un aliado de Bannon al periodista del diario británico The Guardian Ben Jacobs.
El lenguaje bélico es propio de Bannon y su círculo que consideran que están en "guerra" contra los republicanos del establishment. A su némesis en el Senado, el líder de la mayoría republicana Mitch McConnell le ha comparado con el romano Julio César, que en el año 44 a.c. fue asesinado por sus compañeros en el Senado.
Desde que abandonó su puesto de estratega jefe en la Casa Blanca en agosto, Bannon se ha dedicado a reclutar a candidatos para las elecciones del año que viene, tanto para retar a los demócratas como a los republicanos moderados.
Por ahora sus esfuerzos se han centrado en el Senado, donde está apoyando a rivales de los ocho senadores republicanos que deben buscar reelección, con la salvedad del texano Ted Cruz.
Los revolucionarios de Bannon ya consiguieron una primera victoria (aunque parcial) en Alabama, donde el extremista Roy Moore, ganó en septiembre la primaria republicana contra un candidato financiado por el establishment (aunque era el hombre que apoyaba el presidente Trump y el líder republicano Mitch McConnell) Moore debe ahora ganar la elección general en diciembre contra el demócrata Doug Jones.
Con la retirada de Flake, Bannon y sus aliados acallan a voces escépticas dentro del establishment republicano que dudan sobre la influencia real del jefe de Breitbart. Los críticos consideran que el poder de Bannon ha sido exagerado y habían dicho que Moore no ganó por el apoyo de Bannon sino por circunstancias propias de Alabama que no serán extrapoladas al resto del país.
En Arizona, Ward ha liderado las encuestas desde hace meses. Ward publicó una web llamada Sanctuarysenator.com en la que presenta a Flake como un senador proinmigrante, resaltando su participación en el Grupo de los Ocho de inmigración que buscó en 2013 una reforma para integrar a los indocumentados.
Flake ha sido uno de los mayores críticos republicanos de Trump en el Congreso. Recientemente publicó un libro: "La conciencia de un conservador", en el que presenta al Partido Republicano de la era Trump como "un partido moribundo".
Según reportes, Bannon pide a los aspirantes a formar parte de su frente que respalden su agenda de mano dura en inmigración y proteccionismo comercial, así como que voten para eliminar el filibuster, una regla que impide aprobar leyes con menos de 60 votos. Muchos creen que el filibuster debe ser mantenido porque es una regla que favorece la consecución de consensos con la oposición.
Aunque Breitbart esté de celebración, la retirada de Flake puede ser muy negativa para el presidente. Como otros republicanos del Capitolio que están de salida, Flake es ahora libre para oponerse a la agenda de Trump, justo cuando el presidente más necesita a sus compañeros de partido para desatascar su agenda legislativa.
Los republicanos son 52 en el Senado, pero Trump ha sumado en diez meses un grupo significativo de enemigos que pueden tumbar sus leyes, entre ellos el senador por Tennessee Bob Corker, que también se retirará tras la elección del año que viene; y el senador por Arizona John McCain, enfermo de un cáncer severo.