Todos parecen molestos con Kamala Harris por cosas que dijo (o no dijo) en su viaje a México y Guatemala
El primer Kamala Harris estuvo marcado por las críticas desde su propio Partido Demócrata, desde las filas republicanas y desde el activismode los grupos hispanos proinmigrante.
Harris viajó a Guatemala y México como parte del encargo que le hizo el presidente por la frontera sur entre EEUU y México que está en niveles récord: unos 178,000 migrantes en abril, el mayor número en más de dos décadas.
La visita quedó marcada por sus palabras en Guatemala, donde dijo: "No vengan, no vengan" a las personas del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras) y México que estén pensando en emprender "la peligrosa travesía" a EEUU.
A partir de ahí Harris tuvo que responder a las críticas y a las preguntas sobre ese mensaje, pero también a los cuestionamientos sobre por qué no ha visitado todavía la frontera sur.
La manera en la que la vicepresidenta salió al paso de estas críticas dejó "perplejos" a algunos de la istración Biden, según pudo saber la cadena CNN.
Harris trató de defender que ahora está enfocada en "las raíces" de la inmigración, un asunto que se ha impuesto como prioritario desde el mismo inicio de la Presidencia de Biden con la ola de llegadas de migrantes en la frontera sur.