Después de 12 horas de audiencia, en la que testificaron cuatro testigos considerados clave por tener conocimiento directo de la conversación entre el presidente Trump y su colega de Ucrania Volodomyr Zelensky, la sala lucía casi vacía cuando acabaron los testimonios.
Ryan J. Reilly, un periodista del Huffington Post publicó en su cuenta de Twitter una fotografía en la que se observan casi todas las sillas de los asistentes vacías durante los últimos minutos del interrogatorio.
"Mucho espacio en la multitud para la hora 12 de la audiencia de juicio político de hoy, si te apetece unirte", publicó.
La representante de Nueva York, Elise Stefanik, usó su turno de preguntas para hacer una serie de preguntas rápidas a Morrison y Volker para descartar que en la llamada de Trump a su homólogo ucraniano el 25 de julio se hubiera producido algún delito, como defiende el presidente.
"¿En esa llamada no hubo mención al retiro de la ayuda, ¿verdad?", cuestionó en primer lugar a Morrison. "Eso es verdad congresista".
"¿Y no hubo quid pro quo, verdad? (...) ¿Ni soborno? (...) ¿Ni extorsion?", continúo. A las tres preguntas el asistente del Consejo de Seguridad Nacional respondió: "Correcto".
La ronda de preguntas se repitió con el ex enviado especial de EEUU a Ucrania con iguales resultados.
Ambos testigos fueron convocados por los congresistas republicanos.
La ex consejera de Seguridad Nacional, Fiona Hill, advirtió a Tim Morrison sobre los esfuerzos del embajador de EEUU en la Unión Europea, Gordon Sondland, para investigar Burisma, la compañía donde trabajaba el hijo de Joe Biden, antes de que la sucediera en ese cargo.
Según explicó Morrison en su testimonio, Hill se refería a esa cuestión como el "problema Gordon".
La declaración de Sondland en el Congreso, prevista para la mañana del miércoles, es una de las más esperadas.
Por su parte, Hill está en la agenda de testigos del jueves.
Preguntado por Stephen R. Castor, el abogado del Partido Republicano, Morrison aseguró que le inquietó que el teniente coronel Alexander Vindman, asesor de seguridad experto en Ucrania, no acudiera a él primero para comunicarle su preocupación por la llamada del 25 de julio en lugar de los abogados de seguridad nacional de la istración.
Vindman acudió a un abogado del Consejo de Seguridad Nacional reportar la solicitud de Trump para que Zelensky investigara a Biden que consideraba inapropiada. Al hacerlo, aseguró, estaba pasando por la cadena de mando adecuada ya que, aseguró, no había podido hablar con Morrison.
Cuando se le preguntó si deseaba que Vindman hubiera acudido a él primero por sus preocupaciones sobre la llamada del 25 de julio en lugar de ir directamente a la oficina legal, Morrison respondió: “ Sí. ... Si le preocupara algo sobre el contenido de la llamada, es algo de lo que habría esperado que me hayan notificado ".
Morrison también dijo que otros funcionarios han expresado su preocupación sobre posibles filtraciones de Vindman y que le preocupaba que Vindman, a quien él supervisaba, no siempre lo mantuviera informado sobre sus preocupaciones.
Vindman, sin embargo, negó el martes temprano que había filtrado información.
Aunque Morrison testificó que tenía preguntas sobre el juicio de Vindman, también dijo que Vindman era un héroe que literalmente sangró por los Estados Unidos en su servicio militar.
Durante un momento de su comparecencia, el ex enviado para Ucrania, John Volker, aseguró a los congresistas que el exvicepresidente Joe Biden era un “hombre honorable, al que tengo en la más alta estima”, con lo que sacudió parte de la estrategia de los republicanos de sembrar dudas sobre las intenciones del hoy candidato presidencial cuando su hijo Hunter era directivo de una empresa gasífera ucraniana.
“No creo que el argumento de las elecciones de 2016 o el vicepresidente o esas cosas que considero teorías conspirativas puestas a circular por los ucranianos sea lo que debamos estar persiguiendo como parte de nuestra estrategia de seguridad nacional con Ucrania”, afirmó Volker, tras decir que conocía a Biden desde hace 24 años.
El presidente Trump y algunos republicanos han asegurado que Biden amenazó con retener unos 1,000 millones de dólares en ayuda a Ucrania si no se despedía al entonces fiscal ucraniano, como una manera de evitar que este abriera una investigación a la compañía de su hijo.
Volker añadió que “no es creible” pensar que Biden hubiera estado influenciado por posibles pagos de Burisma a su hijo.
Es cierto que Biden amenazó con represar los fondos, pero no para favorecer a su hijo (de hecho, no había ninguna investigación abierta a la empresa) sino para exigir que la fiscalía procesara los casos relacionados con el anterior gobierno prorruso. Los aliados europeos y organizaciones como el Fondo Monetario Internacional también pedían la remoción del fiscal, algo que finalmente hizo el Congreso ucraniano.
Las declaraciones de Volker van contra de los argumentos que tratan de promover los republicanos de que habría habido algo “corrupto” en la manera como Biden manejó las relaciones con Ucrania y que el presidente Trump estaba en lo correcto al pedirle a su par ucraniano Volodomyr Zelensky el “favor” de investigar los negocios de su hijo.
Cuando la sesión del comité de inteligencia entra en la novena hora de declaraciones, el presidente del comité de Inteligencia, Adam Schiff, decidió dar 15 minutos adicionales a los abogados de cada ala (demócratas y republicanos) para hacer preguntas.
Y para quien se pregunte cómo se aguanta una sesión maratónica de testimonios, el representante de Illinois Raja Krishnamoorthi da una pista con las bebidas de su mesa: café, agua y refrescos.
El exasesor del Consejo de Seguridad Nacional Tim Morrison describió haber experimentado "un mal presentimiento" respecto a la decisión de retener casi US$400 millones en ayuda militar a Ucrania.
La demora de la ayuda fue usada por Trump para exigir al país europeo que anunciara públicamente una investigación a Joe Biden, un posible oponente político de cara a las elecciones presidenciales de 2020.
"(Tuve) un mal presentimiento", dijo en el Capitolio al describir un punto clave en la investigación de juicio político al presidente Trump.
Morrison declaró que ese "mal presentimiento" estuvo relacionado con su preocupación de que los fondos del año fiscal asignados por el Congreso para Ucrania expirarían a fines de septiembre y, si eso sucedía, los funcionarios tendrían que volver a los legisladores y explicar las razones.
Aunque aseguró que este "mal presentimiento" no estuvo exactamente vinculado a la llamada telefónica entre Trump y el presidente ucraniano, sí dijo que el entonces asesor de Seguridad Nacional John Bolton le ordenó que "avisara a los abogados" de la Casa Blanca sobre la conversación.
Hasta el momento, además de las declaraciones de apertura, los dos testigos convocados en la sesión de la tarde, el asistente del Consejo de Seguridad Nacional Tim Morrison y el ex enviado especial de EEUU a Ucrania Kurt Volker, han podido responder a los cuestionamientos del presidente del comité de Inteligencia, Adam Schiff, y del congresista republicano de mayor rango del comité de Inteligencia, Devin Nunes.
Cada uno de ellos, y los abogados que los asesoran, han tenido 45 minutos para elaborar sus preguntas. Cuando culmine el receso será el turno de los representantes del Comité de Inteligencia.
Mientras continúa la maratónica sesión de testimonios en el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el asesor de seguridad nacional del vicepresidente Mike Pence, el teniente retirado Keith Kellogg, emitió un comunicado en respuesta a la declaración de su subordinada Jennifer Williams esta mañana.
"Yo no oí nada inapropiado en la llamada" del 25 de julio entre el presidente Trump y su homólogo ucraniano, dijo Kellog en un comunicado.
"La señora Williams también estaba en la llamada y, como testificó, nunca me reportó ninguna preocupación personal o profesional a mí, que soy su supervisor directo" ni a ningún miembro de la vicepresidencia, añadió.
En su testimonio, Williams consideró "inusual" el pedido de Trump a su par de Ucrania en esa llamada de investigar a los Biden, algo que también tildó de "político".
Los mensajes de texto que el ex enviado especial de EEUU a Ucrania Kurt Volker le entregó al Congreso están siendo protagonistas de su testificación.
Los SMS, que se exhiben en la sala y aparecen en las pantallas de televisión cada vez que le cuestionan al respecto, revelan que Volker había hablado con autoridades ucranianas sobre el lanzamiento de investigaciones que podrían tener efectos en la política estadounidense y en ocasiones entran en contradicción son su propio testimonio.
Por ejemplo, Volker testificó que no era consciente de que tras la campaña para presionar a los ucranianos a investigar Burisma, la compañía en la que trabajaba Hunter Biden, había intenciones políticas.
"No entendí que otros creyeron que investigar a la compañía ucraniana Burisma, que tenía un historial de acusaciones de corrupción, era el equivalente a investigar al vicepresidente Biden", sostuvo el ex enviado especial a ucrania.
Sin embargo, en un mensaje de texto que envió el 13 de agosto él mismo instaba a "abrir una investigación transparente e imparcial con todos los hechos y episodios incluyendo los que involucran a Burisma y las elecciones de 2016" para impedir la recurrencia del problema en el futuro.
El exasesor del Consejo de Seguridad Nacional Tim Morrison dijo este martes en su testimonio público que abogó por que los registros de la llamada del 25 de julio entre el presidente Trump y su homólogo ucraniano fueran colocados en un "sistema altamente clasificado" por temor a filtraciones y "consecuencias políticas" posteriores.
Cuando se le preguntó si le parecía inapropiado que el presidente pidiera una investigación a los Biden, dijo: "No es lo que le recomendamos discutir al presidente".
Morrison también dijo que se sintió decepcionado de la polémica llamada, que escuchó desde la Sala Situacional de la Casa Blanca, y agregó que habría deseado escuchar una "declaración de apoyo expresa" del mandatario estadounidense a Zelensky.
"Esperaba una declaración de apoyo más expresa del presidente con respecto a la agenda de reformas del presidente Zelensky".
En su testimonio de apertura, el ex enviado especial a Ucrania, Kurt Volker, quitó peso a las acusaciones de que Joe Biden hubiera actuado de manera inapropiada o corrupta en Ucrania, algo que tachó de "no creíble" e incluso de "teorías de la conspiración".
En ese sentido, aseguró que en una reunión que tuvo con el abogado de Trump, Rudy Giuliani , el 19 de julio "rechazó la teorías de la conspiración de que el vicepresidente Biden hubiera usado la influencia de su cargo a favor de su hijo Hunter.
"Como testifiqué anteriormente, conozco al vicepresidente Biden desde hace 24 años. Es un hombre honorable y le tengo en alta estima", añadió.
Por otra parte, Volker testificó que no era consciente de que tras campaña para presionar a los ucranianos a investigar Burisma, la compañía en la que trabajaba Hunter Biden había intenciones políticas.
"No entendí que otros creyeron que investigar a la compañía ucraniana Burisma, que tenía un historial de acusaciones de corrupción, era el equivalente a investigar al vicepresidente Biden", sostuvo.
La versión sobre lo que sucedió el 10 de julio en la Casa Blanca no es la única inconsistencia en la declaración pública de Volker respecto a la de hace semanas a puertas cerradas.
El ex enviado especial a Ucrania dijo que cuando testificó en privado desconocía que las discusiones sobre una posible declaración de los ucranianos de la apertura de investigaciones a Joe Biden y su hijo Hunter continuaron después de agosto.
Según dijo, le sorprendió saber que ese tema se debatió después de esa fecha.
"Desde que eso pasó y desde que di mi testimonio el 3 de octubre ha salido a la luz mucha información adicional y nuevas perspectivas", dijo Volker, quien fue el primer testigo en dar declaraciones a puertas cerradas. "He sabido muchas cosas que no sabía en aquel momento".
Volker presentó su renuncia a finales de septiembre, después de que se publicara el informe sobre la llamada entre Trump y su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky.