EEUU sanciona a 19 rusos por ciberataques en las elecciones de 2016, unas acciones que Trump puso en duda
Estados Unidos anunció este jueves sanciones contra 19 rusos y agencias de espionaje rusas por actividad cibernética maliciosa, incluida la intromisión en las elecciones estadounidenses de 2016 y diversos ciberataques, informó el jueves el Departamento del Tesoro.
El castigo a Moscú también es por un ataque cibernético contra su vecina Ucrania y otros países.
Son las primeras sanciones contra intereses o ciudadanos rusos desde las que impuso el presidente Barack Obama hacia el final de su mandato, cuando se ordenó la expulsión de 35 diplomáticos rusos y fueron incautadas propiedades del gobierno ruso.
"La istración está enfrentando y contrarrestando la ciberactividad rusa, incluido su intento de interferencia en las elecciones estadounidenses, ciberataques destructivos e intrusiones dirigidas a infraestructuras críticas", dijo el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, en un comunicado.
La istración Trump también alertó que Rusia está apuntando a la red energética estadounidense con malware informático que podría sabotear los sistemas públicos.
La primera reacción desde Moscú llegó luego de que el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, dijera que el Kremlin estaba preparando medidas de represalia, según la agencia Reuters.
Ryabkov aseguró que la medida de Washington es un esfuerzo por desestabilizar las elecciones presidenciales rusas que se realizarán el domingo, según reporta la agencia Interfax. Se espera que en esos comicios Putin gane cómodamente un nuevo mandato.
Entre los sancionados por el Departamento del Tesoro están Rusiagate’, Robert Mueller,
Además, están las tres empresas que Mueller incluyó en su caso y que son calificadas como ‘granjas de troles’ ubicadas en Rusia donde se produjo contenido para difundir por redes sociales con el fin de agitar el ambiente político estadounidense.
Las otras dos organizaciones identificadas por el Tesoro son la agencia central de inteligencia rusa, el Servicio federal de Seguridad que sucedió a la soviética KGB, y la agencia de espionaje militar, GRU. Esta última es señalada como “directamente involucrada” en las interferencias en las elecciones de 2016.
Cuando a mediados de febrero la fiscalía especial presentó el caso en una corte de Washington DC indicó que los señalados apoyaron a Trump y atacaron a la candidata demócrata, Hillary Clinton, en una intervención en la política estadounidense que está prohibida por la ley a ciudadanos extranjeros.
El equipo de Mueller identificó a la "organización" detrás de esta operación como Internet Research Agency LLC, ubicada en San Petersburgo, indicando que buscó difundir "una guerra informática contra los Estados Unidos de América a través de personas ficticias en plataformas de medios sociales y de otros medios en internet".
Cambio de opinión
En aquel momento, el presidente Trump destacó en un mensaje enviado por Twitter que la operación rusa empezó "su campaña anti-EEUU en 2014, mucho antes de que yo anunciara que aspiraría a ser presidente” y concluyó que como “los resultados no fueron afectados. La campaña de Trump no hizo nada mal - no hubo colusión".
Y aunque el proceso iniciado por Mueller no define nada sobre la posible coordinación entre la campaña republicana y los operarios rusos, esa fue la primera vez que el mandatario reconoció que existió una operación rusa destinada a afectar el proceso electoral.
La medida anunciada por el Departamento del Tesoro este jueves busca disuadir a Rusia de interferir en las elecciones de medio término que se llevarán a cabo en noviembre de 2018. Mnuchin dijo que se planearon sanciones adicionales contra los funcionarios y oligarcas del gobierno ruso.
La decisión marca un aparente cambio de rumbo por parte de la Casa Blanca, que siempre ha sido renuente a reconocer la amenaza de los operarios rusos pese a que la comunidad de inteligencia ha advertido desde hace ya casi dos años que altos funcionarios del gobierno en Moscú, incluyendo al presidente Vladimir Putin, están al tanto de la operación de interferencia.
Pero desde que Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2016, pese a que los servicios de inteligencia han seguido recabando datos sobre pasadas interferencias y pese a que han advertido que los operarios rusos tienen intenciones de seguir con sus acciones en las elecciones de mitad de período previstas para noviembre, no se habían tomado represalias adicionales contra Moscú.