El anterior médico de Trump denuncia que la Casa Blanca le "robó" todos los registros de salud del presidente
En febrero de 2017, el médico Harold Bornstein recibió una visita inesperada en su consultorio en Nueva York. Un ayudante de la Casa Blanca y guardaespalda personal del presidente Donald Trump, un abogado de sus empresas y una tercera persona irrumpieron sin previo aviso y se llevaron todos los registros médicos del mandatario.
"Debieron haber estado aquí por 25 o 30 minutos. Eso creó mucho caos", contó este martes el médico a la televisora NBC News al decir que vivió una especie de "redada". Aseguró que se sintió "violado, aterrado y triste" esa mañana del 3 de febrero de 2017 con el proceder de Keith Schiller –el guardaespaldas– y otro "hombre alto".
Tomaron los documentos –originales y copias de pruebas de laboratorio y la historia clínica– sin siquiera presentar una autorización firmada por el presidente, lo cual viola la ley de privacidad del paciente, explicó. Pero una persona que conoció del asunto dijo a NBC que había una carta para Bornstein de parte del entonces médico de la Casa Blanca Ronny Jackson, aunque no supo si se trataba de la autorización que es requerida en estos casos.
Sarah Huckabee Sanders, vocera de la Casa Blanca, dijo este martes en la rueda de prensa diaria que no negaba el incidente, que se trataba de "un procedimiento estándar" con el que la oficina médica de la residencia presidencial asumía el control de todos los registros médicos del mandatario. Sin embargo, aseguró que no caracterizaría lo ocurrido como "una redada", como la describió Bornstein.
En el incidente, contó el médico, los hombres incluso le pidieron que quitara un retrato de 8 por 10 de ambos que colgaba en la pared y en el que Trump sonreía y levantaba su dedo pulgar. Y así lo hizo: lo quitó y lo dejó boca abajo junto a una pila de papeles.
NBC intentó ar a las tres personas que irrumpieron en la oficina de Bornstein, pero no obtuvo respuesta.
El médico contó que el presidente cortó comunicación con él luego de que le contara al diario The New York Times que Trump tomaba una medicina para estimular el crecimiento del cabello en los hombres, así como otras para controlar el colesterol.
"No podía creer que alguien estaba creando tanto problema por una droga para estimular el crecimiento del cabello", dijo el médico y señaló que tras la entrevista del Times recibió la visita de uno de los asistentes más antiguos de Trump, Rhona Graff.
Bornstein, de 70 años, había sido el médico tratante de Trump por más de 35 años. Fue él quien durante la campaña aseguró que el entonces candidato republicano sería "la persona más sana elegida hasta ahora para la presidencia", algo que fue analizado por la opinión pública como exagerado.