El voto sorpresa que salvó Obamacare: la rebelión de McCain contra Trump que suena a venganza
En estos tiempos de intrigas y política turbulenta, muchos momentos dramáticos han sido comparados con la serie de televisión House of Cards, pero quizás el más hollywoodense sea el voto del senador de Arizona John McCain contra el plan de su propio partido para acabar con el actual sistema de salud, también conocido como Obamacare.
En las altas horas de la madrugada de este viernes, McCain entró al pleno del Senado con todos los ojos puestos sobre él. De su voto dependía el futuro del plan republicano de salud y decidió contra los pronósticos votar en contra.
McCain caminó hasta el centro de la cámara, levantó su brazo derecho y lo dejó en el aire por seis segundos para finalmente bajar el pulgar. Su "no" no puede oírse en la grabación de video, lo que sí es claramente audible es el resuello de sorpresa de sus compañeros senadores y reporteros que presenciaban el momento desde la galería.
El senador de Arizona no fue el único republicano que se salió del bloque de partido para votar junto con los demócratas en un resultado de 49 votos a favor y 51 en contra. También la senadora de Maine Susan Collins y la de Alaska Lisa Murkowski votaron contra el proyecto de ley que era el tercer borrador republicano que fracasa esta semana.
De haber votado a favor, el resultado de 50-50 hubiera permitido la intervención del vicepresidente Mike Pence para desempatar con un voto afirmativo que habría supuesto una victoria temporal del bloque republicano.
Pero mientras que los votos negativos de las senadoras eran previsibles ya que habían expresado abiertamente su oposición, la negativa de McCain causó más sorpresa. McCain ha sido crítico con el gobierno de Donald Trump pero ha expresado su rechazo sobre Rusia y la política exterior y no tanto en cuanto a la reforma de salud.
Hace solo una semana fue diagnosticado con un cáncer cerebral agresivo y el martes regresó a Washington desde Arizona para ayudar a su partido con un voto de procedimiento que permitió que la reforma republicana fuera deliberada en la Cámara Alta.
Este viernes, el senador explicó que su oposición se debía al proceso opaco con el que se elaboró la norma más que a la sustancia.
El senador de 80 años tiene fama de ser independiente y genuino, lo que le ha valido el sobrenombre de maverick (potro salvaje), pero la realidad es que muchos han querido ver el voto de McCain como una venganza contra Trump servida en plato frío.
McCain y Trump han tenido una disputa desde los comienzos de la campaña presidencial cuando el magnate neoyorquino cuestionó que el senador debiera ser considerado un héroe de guerra por haber sobrevivido a un cautiverio de cinco años en Vietnam.
"No es un héroe de guerra", dijo Trump en un evento en Iowa. "Él es un héroe de guerra porque fue capturado. Me gusta la gente que no fue capturada".
Las palabras de Trump causaron un gran revuelo puesto que fueron vistas como una ofensa a los veteranos de guerra proveniente de alguien que escapó del reclutamiento obligatorio en Vietnam alegando un cuestionable problema médico en sus pies. Veteranos observadores dijeron que con su exabrupto, Trump finalmente había cruzado la raya y su candidatura acabaría desmoronándose. Lo que sucedió fue lo contrario.
McCain y Trump trataron de hacer las paces pero el senador finalmente le retiró su apoyo en octubre, cuando apareció la vieja cinta de video en que se escucha a Trump presumir de que las mujeres le dejaban agarrarle el órgano sexual solo porque es "una estrella".
Su retirada de respaldo no hizo ningún daño a Trump que se proclamó ganador de la elección un mes más tarde, pero quizás con su voto de este viernes McCain está finalmente desquitándose por su vieja rencilla. Irónicamente, McCain, que fue derrotado en la elección presidencial de 2008 por Barack Obama permite también que el proyecto insignia del expresidente pueda seguir por ahora con vida.