En Georgia, Virginia y Nueva Jersey, los demócratas buscan la clave para ganar el Congreso en 2018

Lo que puede estar por pasar en Georgia este martes, junto a lo sucedido en las elecciones primarias de Virginia y Nueva Jersey de la semana pasada, tiene a los liberales con grandes esperanzas de cara a los comicios legislativos de 2018, en los que aspiran arrebatarle a los republicanos el control del Congreso.
Una de las claves de la victoria de Donald Trump en 2016 fue asegurar la participación masiva de la base electoral conservadora al energizar a aquellos votantes relegados para superar la apatía habitual de los comicios. Pero las elecciones especiales de este año han dado señales impensadas entre los más liberales, quienes parecen estar participando más que antes de la derrota de noviembre.
La mayor sorpresa de todas se está dando en el 6to Distrito congresional de Georgia, correspondiente a suburbios del noreste de Atlanta, donde un candidato joven y sin experiencia, Jon Ossoff, tiene posibilidades de quitarle a los republicanos un escaño que han acaparado por varias décadas y que apenas en noviembre ganó con el 66% de los votos el ahora secretario de Salud Tom Price.
De las siete elecciones especiales para el Congreso, tres de ellas ya se efectuaron: Montana y los distritos 4to de Kansas y 34to de California. En las dos primeras los republicanos mantuvieron sus puestos aunque vieron a los demócratas acercarse más de lo que se habría esperado. Georgia, esperan los liberales, puede ser la estocada que les de el impulso que necesitan para entrar en el 2018.
Georgia
En Atlanta, las encuestas muestran un virtual empate entre el demócrata Ossoff, de 30 años, y la republicana Karen Handel, luego de que el distrito recibiera la mayor inversión que haya tenido una campaña para un puesto en el Congreso en la historia de EEUU.
El Atlanta Journal-Constitution indica que, para el lunes 19 de junio, ambas campañas y los grupos que las respaldan han invertido más de 50 millones de dólares, con una relación de dos dólares de los demócratas por cada dólar republicanos.
En la primera vuelta en abril, Ossoff logró un 48.10% de los votos, frente a un 19.78% de Handel, quien obtuvo el mejor desempeño entre 11 precandidatos republicanos.
Y aunque Ossoff no pudo alcanzar el 50% que le habría permitido quedarse con el escaño, el triunfo parcial del demócrata fue visto como un logro.
“Hay una energía que no he visto nunca antes. Creo que está muy relacionado con el rechazo a Trump. La mayoría de los votantes tienen que esperar dos años para participar nuevamente, pero no en este caso, pueden manifestar su descontento ahora”, aseguró a Univision Noticias el consultor político demócrata Chuck Rocha presidente de la firma Solidarity Strategies .
Rocha ha trabajado de cerca en esta carrera electoral y cree que, con el cerrado margen que indican las encuestas, una buena participación de los más de 14.000 electores hispanos en el distrito puede marcar la diferencia.
Aunque algunos aseguran que una derrota de Ossoff desmoralizaría al partido, Rocha considera que un triunfo o incluso una derrota con un margen cerrado, será un gran avance para los demócratas y una señal de lo que pasará en las elecciones de 2018.
“Pienso que tenemos una oportunidad real de ganar la Cámara de Representantes en 2018. Hay 23 distritos legislativos representados por republicanos hoy. Esta era un área segura de los republicanos y esa ya dejó de serlo”, recalcó.
Pero analistas como Skelley se mantienen cautelosos. “El 6to. de Georgia está tan reñido que cualquiera puede ganar. Ese distrito se ha movido rápido, pero creo que esta elección en particular no nos dirá mucho, ya que ambos partidos están completamente abocados a ella. Es la carrera más costosa que hemos tenido por un escaño en el Congreso”, explicó.
Carolina del Sur
Mick Mulvaney sacó el 59% de los votos el año pasado en 5to de Carolina del Sur, pero dejó el escaño disponible al ser designado director de Presupuesto de la Casa Blanca de Trump.
Ahora el candidato republicano Ralph Norman se mantiene sobre el demócrata Archie Parnell en las encuestas, pero los analistas estarán atentos al margen en el resultado final para ver, como en el caso de Georgia y otras elecciones especiales, qué datos arroja sobre el ánimo de los electores.
“Es probable que la elección la gane el candidato republicano, pero si el margen es menor al desempeño en elecciones anteriores, entonces puede ser un indicativo de otros factores”, dijo Skelley, como un rechazo al presidente Trump o a las posiciones del partido frente a temas como la reforma de salud.
A pesar de eso, analistas como Morales piden cautela, sobre todo mirando a 2018, porque advierten que “Es muy pronto para inferir algo todavía”.
“No veremos verdaderos indicadores hasta varios meses más. Las elecciones de noviembre y las primarias de 2018 nos darán una lectura más exacta. Si la participación republicana se mantiene en los niveles actuales, claramente será momento para presionar el botón del pánico”, concluyó.
Nueva Jersey
Más allá del fenómeno puntual de Georgia, los liberales se han sentido motivados por la experiencia de la semana pasada en las primarias de Virginia y Nueva Jersey, dos estados que el próximo noviembre tendrán sus elecciones “fuera de temporada”, que típicamente se realizan después de las presidenciales.
En Nueva Jersey, se buscará el reemplazo del saliente gobernador republicano Chris Christie, quien es uno de los gobernadores más impopulares del país, de acuerdo con las encuestas.
Del lado demócrata, el ex ejecutivo de Goldman Sachs Phil Murphy logró la nominación en unas primarias que vieron un sustancial crecimiento de participación.
Un total de 497.373 personas votaron en las primarias, lo que representa el 24% entre los registrados del partido en el estado. Como punto de comparación hace cuatro años 197.171 personas votaron en las primarias con un porcentaje de participación de 11%.
“Un candidato demócrata no alcanza este margen sin consolidar su base”, comentó Albert Morales, director político en Washington para Latino Decisions, refiriéndose a la victoria de Murphy.
En el lado republicano, donde la vice gobernadora Kim Guadagno se impuso al representante estatal Jack Ciattarelli, sólo votaron 240.000 personas, con una participación del 20%, un nivel similar al de 2013.
“Estamos muy lejos de 2018 pero muchas de las señales tempranas que hemos visto son buenas para los liberales y malas para los conservadores. Está muy claro que el nivel de llegada que están teniendo los demócratas es mucho mayor”, aseguró Geoffrey Skelley, editor asociado de Sabato Crystal Ball en el Centro de Política de la Universidad de Virginia.
Virginia
En Virginia el actual gobernador demócrata Terry McAuliffe no puede competir por la reelección. Los candidatos de la primaria del Partido Demócrata fueron el vicegobernador Ralph Northam y el ex congresista Tom Perriello.
Northam se impuso con un 55.9%, pero lo más extraordinario fue que los demócratas obtuvieron los rangos más altos en su historia en una elección primaria no presidencial con 540.000 votos depositados, superando al último récord por más de 50.000 votos.
Analistas locales atribuyeron en parte los resultados a los temas en la agenda de los candidatos. Pero estos números, junto al desempeño en Nueva Jersey, dicen más que eso.
“Tenemos que ser muy cautelosos al extrapolar escenarios de elección general en base a elecciones específicas. Pero pienso que los resultados de la primaria demócrata en Virginia son significativos y demuestran un alto nivel de compromiso por parte de los demócratas”, comentó Skelley.
Entre los republicanos, el ex presidente del Partido Nacional Republicano Ed Gillespie logró la nominación al superar a su principal contrincante, el ex candidato a vice gobernador Corey Stewart, por un poco más de un punto porcentual. En total participaron 366.274 personas en la primaria.
“La dificultad que tuvo Gillespie para ganar, aunque superó ampliamente la inversión de su oponente, indica que no tiene un apoyo sólido de su base”, indicó Morales.