Estas son las elecciones del 7 de noviembre en las que conoceremos la fuerza de los demócratas frente a Trump

El 7 de noviembre es día de elecciones en muchas ciudades y en dos estados: Nueva Jersey y Virginia. De todas esas votaciones, la que será seguida más de cerca será la de gobernador en Virginia, donde los demócratas se juegan mucho más que los republicanos.
Aunque el demócrata Ralph Northam lleva una ventaja de casi 4 puntos en la media de encuestas recientes a su rival republicano Ed Gillespie, el partido no se confía.
Virginia, donde también se elige a la asamblea estatal, va a marcar el tono de la conversación en los comienzos de 2018, año importante porque se celebran elecciones al Congreso.
Los latinos tienen un rol importante porque se trata de un estado que se está 'hispanizando' rápidamente, particulamente en el norte, en las zonas aledañas a Washington DC.
Te contamos a continuación por qué hay tanto en juego en Virginia para los demócratas.
1. Sin excusas
Hasta ahora los demócratas han podido excusarse por las derrotas sufridas en las elecciones especiales al Congreso de este año: en Kansas, Montana, Carolina del Sur y Georgia, considerando que todos eran distritos ganados por Trump en 2016. Pero en Virginia el actual gobernador, Terry McAuliffe, es demócrata y Hillary Clinton ganó allí el año pasado.
El republicano Gillespie, un exlobista de Washington, ha recortado distancias en las últimas semanas frente a Northam, el segundo del actual gobernador.
Una encuesta de este miércoles dio un buen susto a los demócratas al reportar como ganador por 9 puntos a Gillespie (el republicano había aparecido como ganador en otros sondeos pero siempre dentro del margen de error), aunque la metodología de la casa encuestadora de este último sondeo ha sido muy criticada.
2. Termómetro
Los demócratas quieren entrar con buen pie en 2018. El presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, suele decir que 2017 le recuerda a 2005, cuando había un presidente republicano poco popular y los demócratas ganaron ese año Nueva Jersey y Virginia y luego recuperaron la mayoría en las dos cámaras del Congreso en las elecciones de medio término de 2006, para luego hacerse con la Casa Blanca en 2008.
"Los demócratas lo tendrán mucho más fácil para recaudar dinero en 2018 si se anotan una victoria clara en Virginia", le dice a Univision Noticias Hank Sheinkopf, analista demócrata.
3. La paz demócrata
Los republicanos están en guerra pero la derrota del demócrata Northam podría reactivar un conflicto latente en el campo demócrata. en este caso entre el frente progresista inspirado por el senador por Vermont Bernie Sanders y por otro lado el establishment del partido.
Northam es apoyado por la mayor parte de los demócratas electos del partido y ganó su nominación frente al excongresista Tom Perriello, respaldado por Sanders.
Pase lo que pase, algunos conocedores creen que el conflicto que se sembró en las primarias en el seno del Partido Demócrata entre izquierda y moderados estallará en 2018, en una reedición de la batalla que en 2016 escenificaron Clinton y Sanders por la nominación presidencial.
"Los progresistas tienen una gran energía y simplemente la trasladarán a la próxima campaña en 2018", vaticina Sheinkopf.
4. ¿Abstención demócrata?
Los demócratas saben que cuesta movilizar a los votantes en elecciones que no coinciden con un voto presidencial.
A pesar de eso, ellos confían en que ese no será un inconveniente este año, como prueba la alta participación en la primaria estatal en la que batieron récord. Más de 542,000 votantes demócratas participaron en la primaria, superando su cifra más alta anterior de 325,000. Por contra, los republicanos tuvieron 360,000 votos.
"Tenemos un programa de campo muy fuerte y nunca había visto tanta cantidad de entusiasmo", dijo el candidato demócrata Northam durante una llamada con medios hispanos este miércoles.
Además, Northam contó con el apoyo de Barack Obama la semana pasada en un evento al que asistieron miles de simpatizantes, atraidos por la popular figura del expresidente.
5. Plebiscito sobre Trump
En juego también está conocer la fuerza del voto anti-Trump de cara a 2018. Northam ha comparado al candidato republicano Gillespie con Trump. El presidente respaldó a Gillespie el 5 de octubre destacando sus posiciones duras en inmigración y tuiteó este jueves un par de veces en apoyo al republicano.
Trump no ha ido aún a hacer campaña a Virginia, pero el candidato republicano está siguiendo el manual de campaña del presidente.
Gillespie es un antiguo funcionario del gobierno de George W. Bush y un exlobista en Washington que ha tenido durante mucho tiempo posiciones moderadas en inmigración, pero ha endurecido sus posiciones al respecto de modo demagógico.
En particular se ha centrado en el tema de las circunscripciones santuario, acusando a Northam de ser un aliado de "los inmigrantes ilegales" por supuestamente apoyar que Virginia sea un estado santuario, aunque no lo es.
Si gana Gillespie, otros candidatos republicanos moderados podrían ver los beneficios de radicalizar su mensaje, sobre todo en inmigración.
6. Las maras de Virginia
En un anuncio de televisión, Gillespie aireó el miedo a los latinos con imágenes sensacionalistas de la mara MS-13.
Los avisos dicen que Northam es "débil en la lucha contra la MS-13" mientras aparecen imágenes de hombres latinos tatuados y el lema de la pandilla 'Kill, Rape, Control' (Mata, Viola y Controla).
En repetidas ocasiones, Gillespie ha asegurado que en Virginia hay 2,000 activos de la MS-13 en el condado de Fairfax (donde hay cerca de 200,000 hispanos).
Este control de mentiras del Washington Post le dio a Gillespie dos pinochos (de un máximo de cuatro) indicando que aunque hay bastante presencia de maras en la zona el candidato exagera la cifra.
7. Voto latino
El voto latino es cada vez más importante. Más de 700.000 hispanos viven en Virginia, lo que representa el 9% de la población total. De estos habitantes unos 300.000 son votantes, equivalente al 5% del electorado.
Los latinos se concentran en la zona norte de Virginia (el área metropolitana de Washington DC) y en lugares como Richmond (la capital) o Virginia Beach, una zona de balnearios.
Los demócratas esperan que participación de latinos pueda ayudarles en lugares donde la diferencia entre Northam y Gillespie sea muy pequeña.
Gillespie cuenta con el apoyo de dos de los latinos republicanos de más alto perfil a nivel nacional, Susana Martínez, que hace campaña por él este jueves y Marco Rubio, que lo hará el lunes.
La presencia de latinos en la política de Virginia es cada vez más patente. En campaña para la asamblea hay varios candidatos latinos: los demócratas Alfonso López (que busca la reelección por el distrito 49. Condados de Arlington y Fairfax), Hala Ayala (distrito 51. Condado Prince Willliam) y Elizabeth Guzmán (distrito 31, Condados Fauquier, Prince William) y la republicana Lolita Mancheno-Smoak (distrito 42, Condado de Fairfax).
8. Racismo y campaña sucia
La campaña ha estado marcada como pocas por controversias racistas. Para empezar está la polémica, de alcalce nacional, que se generó en agosto por la violencia supremacista de Charlottesville. Los demócratas han enviado cartas en las que aparece Gillespie junto a Trump sobre las antorchas de los supremacistas de Charlottesville. Gillespie por su parte ha acusado a Northam de querer retirar los monumentos confederados.
Los demócratas han tachado de racista el anuncio de Gillespie sobre la MS-13 y otros anuncios enviados por carta contra las candidatas latinas a la asamblea estatal Hala Ayala y Elizabeth Guzmán.
Mientras que los republicanos han calificado de hipócritas a los demócratas por difundir publicidad por carta en la que aparece la candidata latina republicana Lolita Mancheno-Smoak junto a dos máscaras y el mensaje las "amenazas que dan más miedo" para Halloween.
"Es la primera vez que veo a los candidatos demócratas tan agresivos y usando tácticas tan sucias", le dice a Univision Noticias la veterana activista republicana de Virginia JoAnn Chase.
9. Gerrymandering
El ganador de esta elección tendrá un poder extra: la posibilidad de aprobar o vetar el mapa de distritos que haya que dibujar en 2020, cuando el Censo publique los nuevos datos demográficos.
Los demócratas se quejan de que el actual mapa les perjudica porque resta poder electoral a los votantes negros, que tienden a votar por el partido. Acusan a Gillespie de ser uno de los artífices del plan nacional de 2010 para redibujar los distritos de los estados de modo favorable para los republicanos.
La pelea sobre los mapas está ahora mismo en manos de la Corte Suprema, que estudia un recurso contra el mapa de Wisconsin.