Esto es lo que el fiscal especial Mueller quiere preguntarle al presidente Trump en un interrogatorio
Ya se sabe por qué el fiscal especial Robert Mueller quiere interrogar al presidente James Comey, quien encabezaba la investigación del 'Rusiagate', según publica el diario The Washington Post al citar a dos personas cercanas al tema.
El cara a cara de Trump y Mueller podría ocurrir incluso la semana que viene, de acuerdo con el Post. El principal interés del fiscal especial es determinar la razón del pedido de renuncia a Flynn y el abrupto despido de Comey y si con estas salidas el mandatario pretendía obstruir la justicia o interferir en las indagaciones sobre la presunta colusión entre la campaña republicana y emisarios rusos en las elecciones presidenciales.
El diario refiere que por la prontitud con que podría darse el encuentro, los abogados de Trump negocian los términos. Intentan que pueda responder algunas preguntas de forma presencial y otras por escrito.
Reportes anteriores señalaban que el equipo legal del presidente –conformado por John Dowd y Jay Sekulow– buscaba determinar si Trump sería entrevistado directamente por Mueller o si lo harían de su equipo, cuál sería el estándar legal para interrogarlo, dónde se llevaría a cabo, los temas y cuánto duraría.
Personas cercanas al presidente le han advertido durante meses que Mueller es un fiscal muy "incisivo", según dijo una fuente al Post. Roger Stone, un consejero informal de Trump, aseguró que debe evitar esa entrevista a toda costa porque podría ser una "misión suicida". "El presidente tendría que estar muy mal asesorado para darle una entrevista a Mueller", dijo.
La información sobre este interrogatorio ocurre en días de mucha actividad en la oficina del fiscal especial. La semana pasada, el fiscal general Jeff Sessions fue entrevistado durante horas por del equipo de Mueller, según confirmó a medios la portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur Flores. Por sus reuniones con funcionarios rusos, su papel en el equipo de política exterior de la campaña y por su rol en el despido de Comey, Sessions es un testigo clave para la investigación del fiscal especial.
Según el diario, Mueller también tiene interés en conocer las razones por las que Trump querría despedir al fiscal Sessions o presionarlo para que presente su renuncia. Una fuente dijo al periódico que el fiscal especial busca determinar si existe un patrón de comportamiento en el presidente.
Comey también fue entrevistado por Mueller, según informaciones del diario le había pedido que terminara la investigación sobre Michael Flynn.
Y hay un tema más que Mueller quiere tocar con Trump: una conversación que ocurrió entre él y quien quedó como jefe interino del FBI, Andrew McCabe, después del despido en mayo de James Comey. El presidente lo citó para conocerlo, pero según otro reporte del diario The Washington Post, en ese encuentro le preguntó por quién votó en las elecciones de 2016, en las que resultó electo como mandatario de Estados Unidos.
McCabe le dijo que no había votado, según fuentes que compartieron los detalles con el diario bajo condición de anonimato. Entonces Trump dejó salir toda su ira y le reclamó por los cientos de miles de dólares en donaciones que su esposa, demócrata, habría recibido para su fallida campaña de 2015 para el Senado de Virginia de parte de un comité político controlado por una persona cercana a Hillary Clinton.
Para McCabe, de 49 años, la conversación con el presidente fue "desagradable", aseguró un exfuncionario. Y dentro del FBI, personas que conocieron del intercambio manifestaron frustración por el hecho de que un empleado público deba decir por quién votó en una elección y sea criticado por las inclinaciones políticas de su esposa.
Este lunes se conoció que el director del FBI, Christopher Wray, amenazó con renunciar por las presiones del fiscal general, Jeff Sessions, para que despidiera al ahora subdirector del buró de investigaciones, Andrew McCabe, reportó este lunes la web política Axios.
En buena medida, la creación de la oficina de Mueller se debió a que al inicio de la gestión de Trump, Sessions se recusó de todo lo relacionado con el ‘Rusiagate’, luego de que se supiera que no informó al Senado durante su confirmación para el cargo de sus os con el embajador ruso, Sergey Kislyak, durante la campaña 2016.
Por las pesquisas de Mueller hay cuatro personas cercanas a Trump acusadas. Entre ellos, el exjefe de campaña, Paul Manafort y su exasociado, Rick Gates, ambos imputados por conspiración contra EEUU, lavado de dinero y por actuar como agentes de un gobierno extranjero. Además, el ex asesor de política exterior de campaña, George Papadopoulos, y Flynn –que duró menos de un mes en el puesto– itieron haber mentido al FBI, por lo que también fueron acusados.