Desmantelar USAID puede tener un efecto migratorio contrario al que busca el gobierno de Trump
El gobierno de Donald Trump llegó con la prioridad de su gran promesa de campaña: realizar la mayor deportación de inmigrantes indocumentados de la historia de EEUU y cerrar la frontera. Pero a la vez, la Casa Blanca se está moviendo en una dirección extrema con acciones que podrían tener un efecto rebote a ese gran objetivo de frenar la inmigración.
Se trata de la potencial eliminación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ( USAID por sus siglas en inglés) que podría afectar los esfuerzos para reducir la llegada de migrantes a la frontera sur.
Organizaciones humanitarias y expertos apuntan que en países de América Latina como Colombia o Haití, los fondos de USAID han financiado iniciativas clave para que miles de personas puedan tener a trabajos en sus comunidades en lugar de emigrar para poder vivir.
USAID y el caso de los venezolanos en Colombia
La pobreza y la inseguridad han sido históricamente factores que expulsan a la gente de sus comunidades y fuerzan la emigración, y la eliminación de estos programas podría exacerbar esas condiciones en regiones críticas.
Por ejemplo, USAID tiene proyectos que ayuda a venezolanos que han emigrado de su país y se establecieron en Colombia a acceder a empleos. Venezuela ha sido el país de América Latina que más personas ha forzado a emigrar a otras naciones en los últimos años: se calcula que unas 7 millones de personas han salido a consecuencia de la crisis política y económica que la afecta.
Se estima que Colombia ha recibido a más de 2 millones de emigrantes venezolanos.
La suspensión de la ayuda ha dejado a miles de inmigrantes venezolanos en Colombia sin a programas de capacitación y asistencia, colocándolos con pocas alternativas para su futuro.
La situación en Colombia se ha vuelto aún más incierta con la suspensión de más de 82 programas de ayuda. Las autoridades advierten que esto podría desencadenar un aumento en la emigración, pues muchos venezolanos pierden las pocas oportunidades que tenían para estabilizarse en el país.
Además de los inmigrantes, los trabajadores humanitarios en Colombia también se han visto afectados, con contratos cancelados y programas suspendidos. Algunos empleados de organizaciones locales han quedado también frente a un futuro incierto.
Haití: USAID mitigando la pobreza en un país desbordado por la violencia
En Haití, un país que está inmerso en una ola de violencia de pandillas y pobreza, financia la distribución de rudimentos agrícolas. El cierre de estos programas afecta directamente a comunidades agrícolas vulnerables. En ese país existen poblaciones de agricultores y pescadores pobres que dependen de la asistencia para mantenerse: sin ellos, podrían considerar emigrar para buscarse la vida.
En países como Guatemala, Honduras y El Salvador, USAID ha financiado programas para evitar que jóvenes caigan en pandillas y dar alternativas a familias que son extorsionadas por grupos criminales.
Pero la istración Trump dice que estos programas tienen una agenda política progresista, que están llenos de despilfarro. El presidente ha llamado a desmantelar USAID, lo que ha generado preocupación, indignación y protestas entre los miles de empleados de la agencia que están desplegados en diferentes partes del mundo.
Los funcionarios de la agencia humanitaria aseguran que estos proyectos han sido efectivos en reducir parte de la presión migratoria en la frontera sur del país.
Tras las acciones del presidente Trump, la agencia y todos los programas humanitarios que llevaba adelante han quedado en un limbo.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha permitido la continuidad de algunos programas considerados esenciales, pero ha restringido ayuda a migrantes y proyectos de diversidad. Pero el proceso de desmantelar USAID ha sido caótico y abrupto y ha dejado a muchas organizaciones sin saber qué hacer.