La investigación federal a Hunter Biden se intensifica: qué quieren saber sobre el hijo del presidente
Una investigación del Departamento de Justicia sobre las actividades empresariales de Hunter Biden ha cobrado fuerza en los últimos meses y promete servir de insumo para los ataques de los republicanos contra el presidente en las venideras elecciones de mitad de período previstas para noviembre.
La investigación, que empezó en 2018 en la fiscalía federal de Delaware, se refiere a múltiples actividades financieras y comerciales en países extranjeros que empezaron cuando su padre era vicepresidente. Recientemente se ha reactivado con el llamado a testigos a un gran jurado, según fuentes familiarizadas con el asunto.
Se investiga si Hunter Biden y sus asociados violaron las leyes de lavado de dinero, impuestos y cabildeo extranjero, así como las regulaciones sobre armas de fuego y otras, han dicho fuentes conocedoras del caso a medios estadounidenses. El Departamento de Justicia no informa sobre la marcha de investigaciones hasta que no presenten cargos ante un tribunal.
La saga del hijo del presidente se hizo más visible cuando Donald Trump quiso usar sus negocios con una empresa energética de Ucrania para desprestigiar a su padre, quien entonces le disputaba la Casa Blanca. Eso llevó a Trump a su primer impeachment .
Esta semana, el expresidente volvió a agitar el tema al pedir al presidente Vladimir Putin que presente datos sobre un supuesto pago en 2014 de 3.5 millones de dólares de Elena Baturina, exesposa del anterior alcalde de Moscú Yuri Luzhkov, por un trabajo de consultoría. Ni Trump ni otros acusadores han presentando pruebas de esa acusación que aparece en una breve referencia en un informe de los republicanos del Senado recopilado en 2020.
La conexión ucraniana
Durante la campaña presidencial de 2020, Trump trató de presionar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, para que la fiscalía de su país aportara datos sucios sobre los negocios del hijo del presidente con la empresa energética ucraniana Burisma.
Entre 2014 y 2019, Hunter Biden fue miembro de la junta de Burisma, algo que parecía representar un conflicto de intereses, dado el cargo de su padre, quien era vicepresidente de Barack Obama.
El actual mandatario siempre ha sostenido que nunca habló de Burisma con su hijo, aunque en su momento no prestó atención a los consejos que dieron funcionarios del gobierno para que Hunter se desvinculara de un trabajo que podría proyectar una sombra ética.
El caso disparó el primer impeachment a Trump, acusado de abuso de poder y obstrucción de una investigación al Congreso por haber usado la política exterior estadounidense y condicionado la asistencia militar ya pactada para buscar ayuda extranjera para su estrategia electoral.
Trump quería que Zelensky hiciera que la fiscalía ucraniana anunciara que estaba investigando a Biden y Burisma a cambio de cumplir con la entrega de equipos militares convenida por ambos gobiernos. De ambos cargos fue absuelto porque ningún republicano del Senado votó en contra del presidente.
La conexión china
Esta semana The Washington Post presentó un informe sobre documentos financieros hallados en la supuesta computadora portátil que Hunter Biden habría dejado en una tienda de reparaciones de Delaware y que mostrarían vínculos suyos con una empresa china, relacionada con el gobierno de Pekín.
En el informe del diario se incluyen correos electrónicos entre Biden y empresarios chinos en el transcurso de una relación para la formación de una empresa conjunta de energía que empezó en agosto de 2017 y terminó cerca de un años después.
Los registros muestran que en los 14 meses que duró la relación, se pagó $4.8 millones a firmas controladas por Hunter Biden y su tío. Todo sucedió después de que su padre dejara la vicepresidencia y el diario aclara que no hay evidencias de que este se beneficiara o incluso que conociera detalles de esos negocios.
Sin embargo, The Washington Post afirma que “ilustran las formas en que la familia (Biden) se benefició de las relaciones construidas durante las décadas de Joe Biden en el servicio público”.
Los proyectos negociados con los chinos no se concretaron y uno de los socios terminó siendo acusado y hallado culpanle en Estados Unidos de sobornar a líderes de Chad y Uganda.
Hunter Biden no fue acusado de irregularidades en ese esquema.
La investigación del Departamento de Estado
A fines del gobierno de Trump, el Departamento de Justicia abrió una investigación sobre Hunter Biden. Con el cambio de gobierno se mantuvo en su puesto al encargado del caso, David Weiss, pese a la tradición que existe de cambiar los fiscales especiales cuando asume un nuevo presidente.
Desde entonces ha habido debates internos sobre la solidez del caso y la necesidad de indagar más antes de presentar algún cargo en su contra, pero la investigación parece haber tomado un nuevo impulso recientemente.
Fuentes han dicho a medios que los trabajos del FBI, la agencia de investigación criminal del Servicio de Impuestos federal y de fiscales en Delaware se centran en posible evasión de impuestos por parte del hijo del presidente por ingresos obtenidos durante sus servicios como asesor.
Según reportes de CNN y de The New York Times, Hunter Biden informó a sus socios que pagó facturas de impuestos pendientes. Los registros públicos consultados por el canal de noticias parecen corroborarlo.
En la consideración de cargos a presentar, los fiscales deben demostrar que Hunter Biden violó intencionalmente la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, que requiere la divulgación al Departamento de Justicia de cabildeo o asistencia en relaciones públicas en nombre de clientes extranjeros.